
Enmarco estas reflexiones con una parte del texto de la bula Inter-Cetera del Papa Alejandro VI, con fecha 4 de mayo de 1493 : En virtud de nuestra pura liberalidad, cierta ciencia y plenitud de autoridad apostólica, os damos, concedemos y asignamos a perpetuidad, así a vosotros como a vuestros sucesores los reyes de Castilla y León, todas y cada una de las tierras e islas sobredichas, antes desconocidas y las descubiertas hasta aquí o se descubran en lo futuro.
Hoy, el Papa Francisco es un buen calmante para reproducir las lógicas de explotación y dominación, impuestas por el capitalismo corporativo de nuestro tiempo. El ruido mediático de la imagen no permite observar esas lógicas depredadoras de lo humano y de la naturaleza. Donde Francisco ve el diblo, nosotros vemos las corporaciones económicas acumulando la riqueza del mundo en el uno por ciento de la población mundial y dejando el 99 por ciento en la miseria y la violencia. Los dominadores solamente cambian de nombre, en ocasiones toman el poder directamente o lo hcen con prestanombres o testaferros.
La historia del mundo y la historia de nuestro país, han mostrado que los liderazgos religiosos, en términos generales, siempre han luchado y continúan luchando, en estos tiempos, por el acceso al poder temporal y religioso. En algunos países ese fenómeno fue más intenso, y en otros, con menor intensidad. En México, las pretensiones políticas de la Iglesia católica, desde sus orígenes hasta hoy, son una constante. Veremos.
Hemos de recordar que en las teocracias, es decir, formas de cogobierno religioso y civil, se estableció una hegemonía en la que los grupos políticos y religiosos dominantes en la sociedad se unen para formar un bloque de poder y controlar a los grupos subordinados. Así, la Iglesia católica mexicana, desde la Conquista, el encontronazo y hasta mediados del siglo XIX, estableció y mantuvo dicha hegemonía. La cúpula de la Iglesia católica no ha olvidado esos privilegios y el deseo del cogobierno.
En el Imperio Romano se distinguió entre la justicia divina y la humana y se escindió el poder temporal y el espiritual, expresada en la siguiente frase: Dar al césar lo que es del césar y a Dios lo que es de Dios. Así, el Imperio Romano construyó la supremacía del Estado sobre la Iglesia. Sin embargo, el emperador Constantino adoptó el cristianismo y convirtió a éste en religión oficial del imperio. Esta representación continúa instalada en el imaginario y el inconsciente de la cúpula de la Iglesia católica mexicana.
Recordemos, no olvidemos, que antes de la Reforma liberal en México, la Iglesia católica controlaba las creencias religiosas, tenía múltiples privilegios, propiedades y dirigía las instituciones que existían en su momento, como el Registro Civil, matrimonios, cementerios, etcétera.
La memoria histórica, espacio donde se localizan el recuerdo y el olvido, nos informa que durante el Renacimiento dio inicio el proceso de secularización del Estado y la sociedad, donde Dios dejó de ser el centro del interés cultural y político. Algunos pesadores dijeron Dios ha muerto, todo está permitido. Aunado a esa apertura se encuentra la aparición de la Reforma protestante. En ese momento la Biblia se pudo interpretar libremente y el humanismo colocó al hombre en el centro de preocupación de la antigüedad clásica.
El liberalismo como ideología contribuyó en el siglo XVII en Inglaterra al proceso de secularización. Este acontecimiento definió que la Iglesia nada tendría que hacer en lo terrenal y el Estado nada en lo espiritual. Por otro lado, el liberalismo francés del siglo XVIII se manifestó contra el absolutismo de Estado y también en contra del dogmatismo de la Iglesia. Este hecho abre la puerta para que el ser humano conozca vía la razón.
En España, en el siglo XV, el Estado se cohesionó en torno a la religión católica, excluyendo a otras, se expulsó a los musulmanes y judíos y se instituyó el Tribunal del Santo Oficio (Inquisición) para asegurar que la verdad le corresponde a la Iglesia católica y las otras son herejías. Estas representaciones autoritarias, excluyentes y hegemónicas no han desaparecido del imaginario de la Iglesia católica, apostólica y romana. Para comprobar lo afirmado, escuchemos a San Agustín: Hay una persecución injusta, la que ejercen los impíos contra la Iglesia de Cristo, y hay otra persecución justa, la que ejercen las iglesias de Cristo contra los impíos (
) la Iglesia persigue por amor, los impíos, por crueldad.
La Iglesia católica, el poder clerical, nació con la intolerancia, el dogma y en nombre del amor quemaron y mataron a quienes no pensaban en sus dogmas y verdades reveladas. Escuchemos la voz del evangelista Lucas: Jesucristo: oblígales a entrar. El espacio a donde se obliga a entrar es la Iglesia, la casa de los fieles. No se pregunta dónde está el amor. La coacción es legitimada en nombre de la calidad del fin. El fin justifica los medios. Que hable el bueno de San Agustín: No debeís considerar la obligatoriedad en sí misma, sino la cualidad de la cosa a la que se está obligado, si es buena o mala. No porque alguien pueda volverse bueno a pesar suyo, sino porque el temor a sufrir lo que no quiere, o bien le hace renunciar a la tenacidad que lo retenía o bien le impulsa a reconocer la verdad que es ignorada.
En este caso del pensamiento agustiniano la persona asimila una confesión religiosa de verdad revelada, donde todo lo demás queda inscrito en la superstición como religión del otro y en la legitimación de la obligación en nombre del dogma y el amor así establecido. Así, Giordano Bruno, por amor, murió en las llamas; Galileo se retractó (siglos después lo perdonaron) y los miles de personas que asesinó y torturó la Santa Inquisición. De santa, nada más el nombre. Como institución fue sanguinaria y cruel. Y así lo afirman: Hay, pues, gentes a las que se debe obligar a la fe. Otro mundo es posible,
Ética y política con fundamentos, con principios
Campañas políticas, el capital y la dominación
El discurso tecnocrático oculta el despojo de la nación
El tiempo y el espacio como negocio
La lucha teórica y política por la educación
El neoliberalismo produce relaciones de explotación
Lo que sucede cuando la crítica y la participación se ausentan
La batalla teórica y política del normalismo
El Estado al servicio del capital
Las instituciones al servicio del neoliberalismo
Instituciones y presupuestos discrecionales
Ideas para liberar lo educativo
El lenguaje público como derecho humano
El poder, el valor y el capital
El contenido de lo educativo no es neutral
Transformemos al capitalismo corporativo y sus instituciones
¿Quién lleva las riendas en el país?
La infancia en el neoliberalismo
Las instituciones al servicio del proyecto de pocos
Pensar en la muerte es pensar en la vida humana
El poder y los fines de la educación
Estado laico e Iglesia católica
Necesidad de conciencia crítica y de sujeto
El neoliberalismo y la doctrina del shock
Se privatiza el contenido público de la política
Política, imaginario y educación
La vuelta al yo y la muerte del otro
Investigación educativa, poder y cultura
Relación pedagógica en la política y la cultura
Felicidad y bienestar, ¿para quién?
El sujeto de la educación y la profesionalización
Es necesario detener el neoliberalismo depredador
Racionalidad instrumental y transparencia
Conflicto entre la seguridad y la libertad
El poder del capital vigila y castiga
La memoria histórica amenazada
Democracia liberal, poder y verdad
La veda electoral se sustituye por la noticia
Sindicalismo y neoliberalismo en la UMSNH
Los riesgos de la escritura, la lectura y el pensar
Violencia y pobreza contra la niñez mexicana
La impunidad y la corrupción como espectáculo
La lucha entre lo pesado y lo ligero
El poder domina y produce fantasías
La libertad, ¿para qué y para quién?
Reforma en la UMSNH y el solitario de Rectoría
Reforma integral en la UMSNH o nada
Reforma en la UMSNH, ¿para qué?
El coro, la moral y la educación
Izquierda y derecha, ¿para qué?
La lucha entre la verdad y la post-verdad
Lucha política y crisis de identidad
La dignidad es un principio, no es un medio
No está en la mochila, sino en el sistema neoliberal
El capitalismo corporativo despoja a la nación
Construir una nueva formación social
Modificar el artículo 29 y suspender garantías
Capitalismo, Consumo y Emociones
Ética crítica y educación liberadora
Globalización y sindicalismo en la UMSNH
Palabras que engañan y mienten
La lucha entre lo reiterativo y lo disruptivo
Trump y la unidad de la oligarquía mexicana
Bloqueo histórico e individualismo obsesivo
El malestar de la vida y la muerte
Pensamiento político de Lázaro Cárdenas del RíoPensamiento político de Lázaro Cárdenas del Río
El poder de explotación y el otro
Los enemigos de la praxis de la liberación
2 de octubre y Ayotzinapa no se olvidan
La relación de poder en la UMSNH
La lógica del capital y la política
El Estado laico y la Iglesia católica
Trilogía de la oligarquía financiera
El neoliberalismo y la causa de los niños
Pensamiento crítico y moralidad
Ética y educación emancipadoras
El poder de explotación y la educación
La ética disruptiva y la educación
Pensar la educación y la pedagogía
El poder de explotación y la educación
El poder autoritario y lo social
El capitalismo corporativo y lo público
El poder de dominación y la Reforma Educativa
Razón ficticia y democracia representativa
El pensamiento único del prianismo
Política y educación, ¿para qué?
La política también se corrompe
La autonomía del saber, ¿para qué?
La relación de explotación y la infancia
Del Estado de excepción al Estado de rebelión
Reforma, jubilación y pensión en la UMSNH
El normalismo: defensa teórica y política
El normalismo: defensa teórica y política
El capitalismo destruye lo humano y la naturaleza
SPUM, universidad y neoliberalismo
Reflexiones sobre la visita del Papa Francisco
Reflexiones sobre la visita del Papa Francisco
La acumulación de capital en pocos
Neoliberalismo, corrupción y narcotráfico
Reflexiones sobre el orden sexual
Necesidad de la pregunta y necesidad de conciencia
Ante el autoritarismo, la razón y el argumento
La formación es de naturaleza política
El derecho del orden de Aurelio Nuño Mayer
Evaluar para individualizar y normalizar
Las Normales y el pensamiento único
El poder, el diálogo y el nuevo comienzo
Las Normales y el gerente de la SEP
Las Normales y el autoritarismo (Primera parte)
La privatización de lo público
El Papa Francisco y la Iglesia católica
El diálogo como mecanismo administrativo
Los retos del nuevo comienzo Segunda parte y última
Los retos del nuevo comienzo (primera parte)
Reforma Educativa de excepcionalidad
La minoría gobierna a la mayoría
Liberalismo, autoritarismo y centralismo
Escribir y pensar sobre el poder de explotación
Lucha entre la identidad y el sujeto
El poder, la sexualidad y lo femenino
Salvador Jara Guerrero y el Estado de excepción
Salvador Jara Guerrero, los intelectuales y el autoritarismo
El bullying, punta del iceberg
Infancia, violencia y capitalismo
Discurso político e Iglesia católica
Educación y pensamiento crítico
El sujeto se hace en la rebeldía
Democracia oligopólica y poderes fácticos
Ideas para la sesión extraordinaria del CEPEC
El neoliberalismo produce crisis moral y social