La numeralia que desde el Centro Nacional de Atención del VIH Sida (Censida) se genera sobre los casos en México; en México una de cada tres personas con VIH no conoce su diagnóstico, la primera pregunta la difusión de la información no llega, no tiene el impacto o no ha generado la conciencia social de cuidado del cuerpo de la población.
Datos del Censida expresan que existen 124 mil 718 personas que viven con VIH y que conocen su estatus serológico (13 de noviembre de 2015). La meta que tiene México a través de sus estructuras de salud sexal es alcanzar para 2020 el diagnosticar a 171 mil (90 por ciento) de las personas que viven con VIH, una tarea difícil mas no imposible si se conecta con las organizaciones de la sociedad civil, si se realizan acciones de prevención y se genera un programa incluyente y responsable de acciones para el fortalecimiento de la salud sexual y reproductiva de la población clave.
En 2015 la Secretaría de Salud destinó 48 millones de pesos para la adquisición de pruebas rápidas de detección para mejorar la detección oportuna de las personas con VIH, con énfasis en poblaciones clave y vulnerables; el gran problema es que 48 millones podrán ser suficientes para la población clave y vulnerable; no obstante, se deja de atender a cientos de jóvenes o que no se acercan a tomar la prueba rápida o no están informados, en este sentido la política pública de información y difusión debe estar acompañada de un trabajo de transversalización de derechos humanos, no discriminación y de igualdad de género para que todos los jóvenes puedan ser beneficiarios de estos acciones públicas, sólo hay que recordar el número de personas jóvenes, entre los doce y 29 años que viven en México, más de 32 millones.
Por otro lado, y es importante destacar el apoyo que el gobierno federal otorga a las organizaciones financiando proyectos de inversión social, así, durante 2015 se han financiado 22 proyectos operados por OSC para la detección comunitaria con pruebas rápidas en poblaciones clave, por un monto de 19.4 millones de pesos. Para fortalecer el trabajo para el desarrollo y conciencia social de las poblaciones de jóvenes, hombres que tienen sexo con hombres, usuarios de drogas inyectables, desde 2013 se instauró el último viernes de noviembre como el día nacional de la prueba de VIH, en Michoacán las autoridades de salud han salido a la plaza pública a promover las pruebas rápidas.
Toda vez que el tema de la sexualidad aún es un tabú, aquellas personas piensan que hacerse la prueba rápida de VIH constituye un ejercicio para asomar su sexualidad al escrutinio social, la verdad es que no es así, las autoridades de salud son responsables y mantienen el secreto y sigilo de las mismas, por lo que se considera que todas las personas con relaciones sexuales deben hacerse la prueba de VIH por lo menos una vez en la vida, esto incluye a mujeres y hombres, incluye a intersexuales y a transexuales que forman parte de lo que es la orientación sexual.
Pero por otro lado, hay un segmento de población, que ya lo mencioné arriba, que son las denominaciones sociales o categorías sociales de hombres que tienen sexo con hombres, mujeres trans, trabajadores del sexo comercial (concepto acuñado en la CNDH) y personas que utilicen drogas inyectables (incluyendo esteroides, hormonas o silicón) se deben realizar la prueba por lo menos cada seis meses.
Bien conocemos que hemos impulsado el trabajo para aminorar la violencia de género, sobre todo trabajando el modelo de atención a las nuevas masculinidades, no obstante, cuando hablamos de las diferentes dimensiones de la violencia (física, verbal, patrimonial, psicológica y sexual) y si la violencia se generó una violencia sexual, y si derivado de la misma se le ha diagnosticado con alguna infección de transmisión sexual, como sífilis o lesiones por Virus del Papiloma Humano (VPH) o con tuberculosis o hepatitis C debe realizarse la prueba de VIH, esto es fundamental para mejorar la condición y calidad de vida de la paciente o del paciente.
La prueba también debe ofertarse entre las mujeres que planean embarazarse y mujeres embarazadas deben realizarse la prueba dos veces durante el embarazo, recordemos que la lecha materna también está cargada de VIH.
Según el Censida, en México el tratamiento antirretroviral es de acceso universal y gratuito desde 2003, y su inicio debe ser lo más pronto posible, con énfasis en mujeres embarazadas. El tratamiento antirretroviral normaliza la sobrevida de las personas con VIH y disminuye el riesgo de transmisión del virus en un 96 por ciento, por lo que es parte fundamental de la respuesta rápida para acabar con el Sida. La meta para 2020 es que el 81 por ciento de las personas con VIH estén en tratamiento (153 mil 900 personas para 2020).
En México, según datos del Censida, el número de personas en tratamiento antirretroviral aumentó un diez por ciento en 2014 (de 88 mil 673 diciembre de 2013 a 97 mil 541 en diciembre de 2014). Se ha duplicado el número de personas en tratamiento ARV en la Secretaría de Salud en los últimos cinco años (de 35 mil 749 en septiembre de 2010 a 71 mil 286 en septiembre 2015), 103 mil 726 personas tenían acceso al tratamiento antirretroviral (junio, 2015), dos de cada tres personas con VIH en tratamiento antirretroviral se atienden en alguna de las 137 unidades de la Secretaría de Salud, siendo 72 mil 778 personas en tratamiento antirretroviral en la Secretaría de Salud (21 de noviembre de 2015).
En México, al día de hoy y de conformidad con datos del Censida, existen 394 unidades médicas especializadas para la atención de personas con VIH en el Sistema Nacional de Salud y 218 unidades para los casos pediátricos. En la Secretaría de Salud, al cierre 2015, estarán operando 138 servicios especializados en atención del VIH (Capasits y SAI) en los que se oferta el tratamiento antirretroviral.
Por otro lado y gracias a los acuerdos internacionales, se ha disminuido el costo promedio anual por tratamiento en la Secretaría de Salud de 75 por ciento en los últimos doce años (de 37 mil pesos en 2015 a 150 mil pesos en 2003), de ahí que seguimos pensando que es más importante asignar recursos a la prevención para evitar los gastos catastróficos que genera la atención del VIH Sida.
Si bien las y los niños son el interés superior del Estado, actualmente existen mil 898 niñas y niños menores de 18 años en tratamiento en la Secretaría de Salud, principalmente en Veracruz, Chiapas y Tabasco.
A finales del 2014 únicamente el 34 por ciento de las personas con VIH tenían carga viral indetectable.
Otro acierto del Sector Salud es que la guía de manejo antirretroviral de las personas con VIH se encuentra en constante revisión con el fin de mantener las recomendaciones más actualizadas y prescribir tratamientos antirretrovirales cada vez más efectivos y con menos efectos tóxicos. No obstante, la tasa de mortalidad por Sida no ha disminuido como se esperaba, por ello es necesario es necesario intensificar las acciones de detección oportuna, vincular a la personas detectadas con VIH a los servicios de atención, así como mejorar la retención y adherencia terapéutica.
Mucho por hacer, aquí ni las organizaciones para la atención, para la prevención o para la atención especializada de mujeres viviendo con VIH Sida, o para evitar la discriminación son suficientes, las personas que viven con VIH Sida deben sumarse a la respuesta inmediata al VIH Sida. Con información del Sector Salud.
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