Noviembre, diciembre y enero continúan siendo tres meses con acciones para conmemorar los derechos humanos. El pasado 28 de noviembre conmemoramos el Día de los Sordos, este 1º de diciembre se celebró el Día Internacional de Respuesta contra el VIH Sida, así el 3 de diciembre se dio el Día Internacional de la Discapacidad y el 10 del mismo mes el Día de la Convención Universal de los Derechos Humanos.

(Foto: TAVO)
Me referiré al Día Internacional de las Personas con Discapacidad, justamente a diez años de haberse firmado la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad.
En esta sociedad globalizada, con adelantos en algunas ciudades para la inclusión, las instancias de gobierno y del Estado mexicano deben fortalecer la salvaguarda de la dignidad y los derechos de quienes enfrentan esta condición a fin de cumplir con el compromiso de promover, proteger los derechos humanos, así como supervisar la aplicación de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad.
Los marcos normativos armonizados con la Convención en mención expresan la clara exigencia de quienes viven una discapacidad de disfrutar todos los derechos y libertades fundamentales en igualdad de condiciones con el resto de la población; pese a ello, hace falta mucho trabajo de creación y desarrollo de conciencia social, aún existen muchas barreras culturales, sociales.
Hoy mismo el Estado mexicano adquirió el compromiso de generar las condiciones para que las personas con discapacidad puedan disfrutar, ejercer y exigir sus derechos de forma efectiva e informada; no obstante, se requiere que la autoridad esté al pendiente, como la sociedad civil, de que se está cumpliendo con el mandato constitucional, al ser ya las convenciones de Derechos Humanos derecho positivo en México.
En México estamos avanzando en el seguimiento a la Convención de Mérito, hoy la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y otros organismos públicos de derechos humanos en México han firmado un Convenio Marco de Colaboración para establecer en sus entidades respectivas, los mecanismos estatales de monitoreo de la convención; este mecanismo pronto estará en Michoacán.
Organizaciones de la sociedad civil, liderazgos de las personas con discapacidad y las autoridades deben impulsar y fortalecer los cambios en las formas de entender la discapacidad y de respetar a quienes viven con ésta, y es que debemos pasar de un mecanismo médico patológico y asistencialista a un modelo de respeto de los derechos humanos de la población que vive con discapacidad, esto es, de respeto a la dignidad humana para el desarrollo social.
A medida que avancen las firmas de los mecanismos por parte de las comisiones locales de los derechos humanos en México, darán inicio las acciones para velar por la efectiva aplicación de la Convención en cada entidad, lo cual transformará la imagen social de este segmento de población y contribuirá en la mejora concreta de sus condiciones de calidad de vida.
Durante este año se han llevado a cabo diferentes acciones para impulsar el trabajo desde la sociedad civil acompañada con las autoridades, así se han reunido diversas organizaciones para trabajar un modelo de organizaciones por la inclusión, donde ya en Morelia hay avances para conformar una red denominada Somos Organizaciones Incluyentes (SOI), que dirige Dela De la Cruz.
En La Piedad se preparó una Jornada de Trabajo por la Inclusión, la cual dio inicio el día 28 de noviembre con la presentación de la ponencia de René González Puerto, quien disertó sobre la autodeterminación de los sordos. En ese mismo acto fue entregado a quien esta columna escribe el Premio de la Comunidad Sorda por el Mérito a la Inclusión 2016, por lo cual agradezco a Margarita González, Saúl Pérez, Liz Vega, Julio y Miguel Vega, así como a toda la comunidad sorda.
Así, estas acciones nos van definiendo la ruta que debemos tomar para continuar trabajando en favor de las comunidades con discapacidad. Aún falta mucho para construir un país incluyente para todos, por eso es necesario que autoridades, organismos autónomos y sociedad civil participen en forma conjunta para que todos los compromisos adquiridos en materia de derechos humanos se transformen en acciones concretas que ofrezcan a las personas con discapacidad condiciones propicias para su pleno desarrollo.
Mis saludos para los ganadores del Premio Estatal a la Inclusión 2016 que entrega el gobierno del estado: Marcela Ochoa Huerta, Sergio A. Castro, Joel Ramos, Luis Ventura de la Rosa y Cadne.IAP, felicidades.
Por otro lado, hace algunas semanas tuve la oportunidad de participar en un evento de una de las universidades de la ciudad de Uruapan, el tema que se abordó fue el cambio de paradigma social a partir de las modificaciones del Código Familiar en materia del patriarcado y matrimonio civil igualitario.
En dicho evento estuvieron presentes diversos jóvenes; los estudiantes llegaron con los elementos de juicio crítico para posicionar algunos temas relacionados con matrimonio igualitario, equidad de género y el patriarcado. Uno de estos jóvenes fue J. Ricardo Bravo Bastida, quien en cada pregunta mostró agudeza jurídica.
El posicionamiento del joven aún en los primeros semestres de la carrera de Derecho me advertía el conocimiento y la argumentación que hoy los jóvenes universitarios utilizan para la defensa. El caso de Ricardo Bravo es ese justamente, joven, con un pensamiento crítico y con una importante capacidad para disertar y reflexionar sobre la cuestión jurídica.
La ausencia de una formación científica integral en materia sexual laica de los jóvenes ha generado una serie de desconocimientos y abordaje del tema con prejuicio y discriminación, lo que ha provocado discursos de odio y exclusión de un segmento de población.
No obstante ello, veo que cada vez más universidades impulsan acciones para hacer de las mallas curriculares amplias posibilidades en la construcción de pensamientos críticos de los universitarios en materia de igualdad y diversidad.
Confiamos en que cada día más personas, hombres y mujeres estudiantes, como el caso de Diana Ornelas, también de Uruapan, continúen en ese importante proceso de formación para la transformación de las realidades michoacanas.
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