
El sábado anterior tuve la satisfacción de conocer personalmente a dos ilustres personajes, ambos sacerdotes católicos: Miguel Concha y Alejandro Solalinde, de quienes había leído en la prensa no de sus actividades políticas, sino religiosas, y de su actuar social en bien de los más débiles y desprotegidos. Ambos acudieron al llamado de Cuauhtémoc Cárdenas y participaron como ponentes en la reunión de Por México Hoy, organización impulsada por el ex gobernador del estado y ex jefe de Gobierno del entonces Distrito Federal, quien afanosa e incansablemente busca la ruta adecuada y más directa que nos lleve al rescate efectivo de nuestro país.

(Foto: TAVO)
El agujero profundo en el que nos encontramos como país, como producto de la deshonestidad política y la falta de honradez que ha prevalecido en los últimos cinco sexenios federales, nos han colocado en situaciones francamente lamentables. Estos gobiernos antidemocráticos y corruptos han degradado la vida nacional, entregado la banca y los recursos energéticos, renovables y no, a capitales extranjeros asociados mayoritariamente con capitalistas de origen nacional. Pero no solamente eso, sino que las autoridades actuales, abyecta y cobardemente, se han hincado ante el maniático presidente de Espantados Unidos, dando un espectáculo muy triste y lamentable.
A la sencillez y la claridad del pensamiento político de los excelentes ponentes buscando qué hacer para recuperar nuestro país y conducirlo por veredas mejores, se sumaron muchos oradores (mujeres y jóvenes, de la tercera edad y más). Resaltan las participaciones de dos clérigos católicos y de su interés particular en encontrar efectivamente el camino directo que nos permita rescatar a nuestra República, que está sometida a los intereses económicos y, desde luego, políticos de ese sector oficial prostituido y amalgamado con el poder económico internacional a insaciable.
Por eso, el ex jefe de Gobierno de los que fuera el Distrito Federal infatigablemente llama a organizarnos a efecto de recuperar nuestras riquezas, renovables o no, pero fundamentalmente refiriéndose tanto a la industria eléctrica como la del petróleo, hoy entregado a intereses ajenos a los nacionales. Por México Hoy, indicó el ingeniero Cárdenas, debemos analizar presente y futuro y evitar la continuación de esa élite que ha hurtado y están al frente del gobierno nacional.
Cárdenas habló sobre la problemática educacional, la salud, la reversión de las llamadas reformas estructurales, sobre la calidad de vida y de la inseguridad enseñoreada en toda la República Mexicana. Exhortó a organizarnos a analizar presente y futuro, a presentar propuestas a fin de tomar las decisiones que nos permitan recuperar a nuestro país. Fueron muchos lo oradores que diversamente opinaron sobre la problemática nacional y la forma de resolverla mediante la suma de ideas, acciones. Fueron pues, múltiples las propuestas y estrategias presentadas que nos pueden conducir a la recuperación de nuestro país, en manos actuales de tristes figuras decorativas e inútiles, envueltas permanentemente en el vodevil y el hazmerreir.
Destaco de la reunión la participación de dos hombres indiscutiblemente ilustres: el padre Solalinde y el padre Concha Malo, este último en realidad muy bueno, pues entre más de 40 candidatos de todo el mundo, fue seleccionado para entregarle a don Miguel Concha el Premio Internacional de Derechos Humanos, recibido de manos del canciller argentino Héctor Trimerman.
Por su parte, el padre Alejandro Solalinde, de estructura pequeña pero de gran pensamiento y corazón que lo hacen un gigante, religioso católico como Don miguel, director del albergue Hermanos en el Camino, quien ha luchado intensa y fecundamente apoyando a migrantes sin distinción alguna (mexicanos, peruanos, latinoamericanos), de tal manera que ha sido postulado al Premio Nobel de la Paz.
Estos dos personajes de corte internacional trabajan codo con codo buscando realizar el proyecto de Por México hoy.
Muertos y más muertos ¿Hasta cuándo?
Cinco, seis. ¿Cuántos serán mañana?
¡La verdad es que duele! La guerra en Michoacán
''En palacio... acto fúnebre''
¡Cuando los perros ladran, vamos avanzando, Sancho!
Adolf Hitler y Trump, dos tipos de cuidado
¡Al que madruga, Dios lo ayuda!
México ensangrentado, la guerra del petróleo
¡Perdón sí, pero castigo también!
Críticos falsarios y el beneficio de la duda
¡ México y el misterio del oro perdido !
¡Guachicoleros y guachiculeros!
¡Despacio Andrés Manuel... que vas de prisa¡
“Reconstrucción o refundición” ¡El perdere¡
De huracanes 'el más peligroso en el Hemisferio Norte'
Dos tipos de cuidado (Felipón y Chente)
¡Ponen alas en sus pies¡ Los miserables peregrinos
¡En 1988, nace¡ ¿en 2018, lo enterraran?
Para desandar el camino ¡hay tiempo Silvano¡
Los soldados al cuartel y los marinos a la mar
¡Lo que nos cuesta él que se va!
¡RIP AL PRD! ¿Lo querrán como socio?
Senadores y diputados... ¡Hay que martillar y burilar o cincelar!
La doctrina Estrada y la mano que mece la cuna
La guerra de las drogas, tan tan o batin tín
Lo que sigue no será peor de lo que ha pasado...
De globos de Cantoya y pronósticos boxísticos
Los suspirantes y Porfirio Díaz
¡Poderoso caballero...! Rico Mac Pato
La consigna, todos contra AMLO
En la guerra electoral, Peña nieto se sube al ring
¡Los mexicanos somos “mucha cosa”!
¡Huy que miedo... ahí vienen los rusos!
De sentimientos y sufrimientos, ¡ser o no ser!
¡Buscando una sombra que los cobije!
¡Sufragio efectivo, no reelección!
Andrés Manuel López Obrador, ¡el gallo a vencer!
Collares de flores para los elegidos
Torpeza política, ¿qué necesidad?
¡Aspiran, suspiran y tiemblan!
¡En jamelgos van, lanza en ristre!
Los jóvenes: esperanza de la humanidad
Uno grande y el otro enano (mosqueteros y jamelgos)
¿Se hunde el PRD, se fortalece el PAN?
Escuchar el ruido del silencio
Desvergonzados y desnacionalizados
Dilma, de la cárcel a la Presidencia
¿Por qué y para qué?, sin respuestas
Las orejas muy, pero muy grandes. ¿Cuánto muertos más?
Solalinde y el padre Concha Malo
¿Juicio político al presidente?
De torpezas, de muros y de miedos
En el último tercio de la corrida
Ni bueno ni malo, sino todo lo contrario
Cambiar para no cambiar, ¿gatopardismo en Michoacán?
Gastan la pólvora en infiernitos
Míster Rico McPato o el tiro por la culata