El panorama está bastante oscuro, desalentador, indignante, preocupante, por donde uno lo vea se están acabando al país y el futuro de las próximas generaciones.
No es ningún secreto que en México hay y ha habido por muchos años un saqueo por parte de los gobernantes, sino también un enorme y solapado despojo por parte de empresas extranjeras a las cuales los diferentes gobiernos en turno les han otorgado concesiones para explotar nuestros recursos naturales.

(Foto: Archivo)
Es importante saber en números reales cuánto se llevan las empresas de lo que es la riqueza nacional, y la cual no se explota para beneficio de los mexicanos.
Las cifras son ocultadas, así como el porqué y/o los mecanismos para la otorgación de las concesiones. La tan mentada transparencia no es real cuando se trata de saber por qué se dio concesión a tal o cual compañía, dónde están los registros de las empresas, quiénes son sus verdaderos dueños, si existe licitación ambiental, etcétera. La información no está al alcance de la ciudadanía.
El que busca encuentra y así, buscando, encontré que existe un colectivo llamado GeoComunes que trabaja acompañando a los pueblos, comunidades, barrios, colonias u organizaciones de base que, en la lucha por la defensa de los bienes comunes, requieran de la producción de mapas para su análisis y difusión con la finalidad de fortalecer desde abajo la organización colectiva.
Estamos viviendo momentos en que si no actuamos, en que si no hacemos lo posible por saber la verdad de lo que está pasando y hacer algo al respecto, el país se hundirá totalmente.
Porque al parecer a los gobernantes en turno lo único que les interesa es asegurar monetariamente a sí mismos y sus familias, porque no es ningún secreto que las concesiones, licitaciones y hasta puestos públicos, diputaciones etcétera, tienen un precio, y lo que pagan no va a dar precisamente a las arcas de la nación.
El colectivo GeoComunes, el cual se dedica a realizar cartografía crítica, reunió información e hicieron un proyecto titulado “Infraestructura para el despojo”, donde muestran mediante tres mapas las concesiones tanto en el sector minero como en el energético y de electricidad en México.
En el mapa de extracción minera podemos ver cómo el 13.5 por ciento del territorio nacional, es decir 25 mil 506 hectáreas, están concesionadas al capital privado. Asimismo podemos percatarnos de que el oro es el metal más codiciado, pero sólo tres empresas, entre ellas una canadiense, concentran la mitad de todo lo que se extrae.
Estas compañías privadas se benefician de nuestra riqueza, poco o nada de esa riqueza extraída queda en el país y mucho menos las exorbitantes ganancias. ¿Por qué lo permiten las instituciones correspondientes?, ¿por qué lo permite e incentiva el Ejecutivo?
Es realmente indignante saber el monto de sus ganancias y cuánto dejan al país. Y también pensar de cuánto fue la mochada para que les otorgaran la concesión o licitación.
Exportaron más de diez mil millones de dólares en minerales del subsuelo mexicano, mientras a México sólo le pagan una cuota de seis pesos por hectárea durante los primeros diez años.
No es ningún secreto que tanto gobernantes como instituciones que se supone deberían salvaguardar nuestros recursos naturales y/o energéticos, les dan un trato preferencial.
Por ejemplo la Secretaría de Economía, que regula el sector, cierra los ojos a los abusos denunciados por cientos de comunidades desde hace varios años.
En otro mapa del proyecto se aprecian los gasoductos construidos desde el año 2000 en el territorio mexicano. Se ve claramente cómo la Reforma Energética implantada por Peña Nieto ha acelerado la construcción de una nueva red de gasoductos a escala nacional controlada, principalmente por empresas privadas. Enova, filial mexicana del gigante estadounidense Sempra Energy, es la empresa que mueve la mayor cantidad de gas en el país. En este mapa también aparecen los territorios en el Golfo de México que el gobierno lícito o licitará al sector privado en cuatro rondas para la exploración y explotación de los hidrocarburos y que afectará 274 municipios.
En el mapa correspondiente a la energía eléctrica se puede ver cómo la Comisión Federal de Electricidad perdió el monopolio de la producción al poseer solamente quince centrales en comparación con las 48 del sector privado. Asimismo se prevé que para 2029 dos terceras partes de la electricidad serán producidas por empresas extranjeras.
No pude aguantar la tentación y vi el mapa de nuestro estado: los municipios de Arteaga, Aguililla, Coalcomán, Coahuayana y Aquila conforman la franja más importante de la zona minera de Michoacán, que desemboca en el traslado del producto en el Puerto Lázaro Cárdenas, de donde salen las embarcaciones al extranjero, y en el que se encuentran instaladas las acereras y siderúrgicas para el proceso de metal, que en su mayoría es acero.
El último conteo realizado por el Centro Geológico Mexicano (CGM) reveló que en 2013 se alcanzaron los mil 94 millones de pesos, de acuerdo con los datos de ingreso de las diferentes empresas acereras, eso es sin contar la comercialización del mineral robado para exportación ilegal a China.
Con los materiales extraídos de la Costa michoacana sucede lo mismo que en el resto del país, esto es, prácticamente se les regala. Lo que sucede es que son cantidades tan grandes, que aún casi regalándolo quienes la venden obtienen millonarias ganancias sin importarles que se acabe y que a futuro las comunidades no tengan de qué vivir. La tonelada la compran las empresas extranjeras, principalmente chinas, a menos de un dólar cada una, obteniendo ellos millonarias ganancias y las comunidades sufriendo de despojo, muerte y miseria.
La entrega de nuestro país y el despojo de nuestros recursos tiene graves consecuencias para los territorios y comunidades indígenas y obviamente se perciben ya funestas consecuencias para el medio ambiente. México no es una zona de licitación, es territorio mexica, náhuatl, totonaca, tarahumara, rarámuri, purépecha, huasteco, chol, otomí, mazahua, maya, mazateca, mixe, mixteco, tzotzil, tzeltatl, zoque, yaqui, que debe ser respetado por las empresas y principalmente por los gobernantes e instituciones.
Es realmente indignante cómo están acabando con el país; el entreguismo, la corrupción y la impunidad han llegado a límites jamás imaginados.
Mañana inicia septiembre, Mes de la Patria. El imperio español tuvo que dar muerte a millones de pobladores originarios para saquear las riquezas que le engrandecieron, llegando a ser una de las mayores potencias de esa época.
Ahora malos mexicanos entregan en bandeja de plata y oro nuestra riqueza al mejor postor, a quien le aseguran impunidad, riquezas ilimitadas y permanencia en el poder.
Todo esto no es ningún secreto.
vazquezpallares@gmail.com
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