Ahora que se ha cumplido el primer centenario del nacimiento de Raúl Arreola Cortés (1917-2000), quien fue rector de la Universidad Michoacana, lo mejor es hacer un alto para resaltar la dimensión del poeta en estos tiempos convulsos. Escribió bastantes poemas, es cierto, pero como nos índica Gerardo Sánchez Díaz, hasta la fecha, la mayoría permanecen inéditos y éstos, su diario y el acervo de su biblioteca están resguardados en el Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Michoacana. Si bien publicó solamente una plaquette de poesía, la dio a conocer en un momento temprano de su vida con apenas seis poemas, pero si hoy en día son comparados con los autores de generación, a éstos rebasa y deja sentir la conquista del ritmo, el dominio de la métrica, el saber de la expresión de imágenes, una particularidad pocas veces vista en la poesía de Michoacán, y por esto permite reconocer que mantiene un sentimiento de revelación con el lenguaje, registra las expresiones literarias que lo influyeron a superar ese romanticismo tardío que prevalecía en la poesía que se escribía entonces en Morelia. Como poeta rápidamente se desprende de falsos prejuicios y de golpe llega a la plenitud lírica y la exaltación de la naturaleza, los sentimientos del hombre con los versos que agrupa en Apuntes de un aprendiz, donde explora temas como la muerte, el amor y esa suerte de la melancolía que, como en la crónica, registra sueños que contribuyen y revelan una escritura distinta y en favor de la tradición lírica de su propia generación; aquellos poemas registran el ejemplo de afirmación en favor de su propia personalidad literaria.

(Foto: Especial)
Su generación literaria es la que nació bajo la influencia de revistas como Voces, Pliego, La Espiga y El Laurel, Cantera y Cuadernos de Literatura Michoacana, así como El Centavo y por su estilo y sello personal, Arreola Cortés impone su presencia bajo estos preceptos de identidad literaria y cultural. Los poetas Tomás Rico Cano, Enrique González Vázquez, Ramón Martínez Ocaranza y otros tantos no se pueden explicar si se deja de lado a aquel, ni se les puede encontrar punto de comparación con los primeros poemas de éste. Los que Arreola Cortés publicó permiten revelar su voz y decir que superan aquel romanticismo tardío pero bebiendo del último reducto del modernismo. Por un solo título se convierte en referencia para comprender que tienen el eco de cómo se leía con ponderación la Generación del 27 y los clásicos de la lengua castellana. Los versos de Apuntes de un aprendiz se convierten en el punto de encuentro de la verdadera fundación de una nueva tradición lírica que hacia los años 40 se escribe en Morelia. Para los siguientes años, además, consolida la visión del ensayista e historiador excepcional para reconocer el acontecer literario dentro y fuera de Morelia y de su propia generación.
Si se quiere tener noticias de la presencia en Morelia de autores como Rafael Alberti, León Felipe o Pablo Neruda, excepcionalmente están presentes en los ensayos, artículos y crónicas de Arreola Cortés. Máxime que cuando se habla de Pablo Neruda se generan bastantes contradicciones y se llega incluso a decir lo contario de lo que sucedió, pero una vez que se tiene acceso a los artículos que en sus días publicó Arreola Cortés, se confirma –por ejemplo– que fue él quien por primera vez publicó el discurso que pronunció el poeta chileno al recibir el Honoris Causa, cuando en 1943 se lo otorgó la Universidad Michoacana, y a partir de la edición que éste realizó es que se difunde en distintos momentos y lugares, lo citan una y otra vez tanto universitarios como escritores contemporáneos suyos.
Acierto mayor es la compilación La poesía de Michoacán. Desde la época prehispánica hasta nuestros días, donde están presente tanto autores como poemas, generaciones como épocas; el recuento bibliográfico es un claro ejemplo de su plenitud literaria. Éste tiene el rigor que solamente se explica bajo la vertiente de quien lee poesía e interpreta o reconocer la evolución lírica, como la de Diego José Abad, con el que abre la muestra, o decir que cierra con un autor entonces jovencísimo, hoy día fallecido Fernando Ramírez Aguilar, y apreciar en su mayor dimensión el asunto de la distancia generacional.
Para la siguiente entrega se prevé recorrer una parte de su biografía, así como identificar la expresión del lirismo que encierran sus poemas publicados en 1940.
La poesía de David Huerta después de “incurable”
David Huerta y su concomitante fijeza lírica
DAVID HUERTA Y SU CONCOMITANTE FIJEZA LÍRICA
David Huerta y su concomitante fijeza lírica
David Huerta y su concomitante fijeza lírica
La voz poética de Miguel León-Portilla
Marco Antonio Campos y los territorios de la poesía
Marco Antonio Campos y los territorios de la poesía
Marco Antonio Campos y los territorios de la poesía
Marco Antonio Campos y los territorios de la poesía
La persistente fascinación de José Emilio Pacheco
AMLO y la cuarta transformación política de México
Del premio estatal de las artes Eréndiera
Un recuerdo para José Antonio Alvarado
Morelia: 190 años en la poesía
Morelia: 190 años en la poesía
Morelia: 190 años en la poesía
Morelia: 190 años en la poesía
Gerardo Sánchez Díaz; profesor emérito
Una edición excepcional: libertad por el saber
Escribir es recobrarse: Octavio Paz
Mallarmé dado a la luz por Ximena Subercaseaux
Octavio Paz: homenaje a una estrella de mar
La Universidad Michoacana y la trayectoría de los rectores
Ante la muerte de Nicanor Parra
Contraelegía: José Emilio Pacheco
En honor del novelista Jaime Martínez Ochoa
Contraelegía: el centenario de Raúl Arreola Cortés
Contraelegía: el centenario de Raúl Arreola Cortés
Contraelegía: el centenario de Raúl Arreola Cortés
Las concordancias del verbo o 70 años de Gaspar Aguilera Díaz
“La muerte del Quijote”, poema de José Antonio Alvarado
José Antonio Alvarado, in memoriam
Conmemorar la fundación de la Universidad Michoacana
Conmemorar la fundación de la Universidad Michoacana
Conmemorar la fundación de la Universidad Michoacana
El Café del Prado, en el Centro Histórico de Morelia
Pedro Garfias, 50 años después
La hora de la política: el regidor Osvaldo Ruiz Ramírez
Lucía Rivadeneyra: “Cuenta la estoria”
Pedro Garfias, 50 años después
Ramón Xirau y la poesía iberoamericana
Pedro Garfias, 50 años después
Pedro Garfias, 50 años después
Pedro Garfias, 50 años después
Pedro Garfias, 50 años después
El pensamiento lírico de Odisseas Elytis
Alfonso Reyes: Un puñado de citas gongorinas
Las visitas a Paseo del Guamúchil
La generación del tercer milenio
La generación del tercer milenio
Lucía Rivadeneyra: De culpa y expiación
La ruptura generacional de la poesía michoacana
Para gozar la poesía de José Antonio Alvarado
La ruptura generacional de la poesía michoacana
La ruptura generacional del medio siglo en la poesía de Michoacán
Alfonso Reyes y la ciencia de la literatura
Los pasos políticos de un peregrino
Corona de llamas: “Tu piel vuelve a mi boca”
Laboratorio para una poética del siglo XXI
La ciencia de la literatura de Alfonso Reyes
Gaspar Aguilera Díaz, entre el blues y el jazz
La Ilíada: traslado de Alfonso Reyes
Noticias de las Tesis filosóficas de Morelos
Yo no estoy a favor de los adeptos: André Breton
Gaspar Aguilera Díaz: la escritura en movimiento
Alfonso Reyes o la Grata compañía
Alfonso Reyes y su constancia poética
El turno y la presencia de Manuel Ponce
El turno y la presencia de Benjamín Fernández Valenzuela
El turno y la presencia de Concha Urquiza
El turno y la presencia de Enrique González Vázquez
El turno y la presencia de Carlos Eduardo Turón
El turno y la presencia de Tomás Rico Cano
El turno y la presencia de Francisco Elizalde García
El turno y la presencia de Alejandro Avilés
El turno y la presencia de Marco Antonio Millán
El turno y la presencia de Alfonso Rubio y Rubio
El turno y la presencia de Alfonso Méndez Plancarte
El turno y la presencia de Francisco Alday
El turno y la presencia de José Luz Ojeda
El turno y la presencia de Ezequiel Calderón Gómez
El turno y la presencia de Gabriel Méndez Plancarte
El turno y la presencia, una introducción
El turno y la presencia. Una introducción
El turno y la presencia: una introducción
Porfirio Martínez Peñaloza (1916-2016)
León Felipe, intrépida metáfora
La Presea Generalísimo Morelos para José Mendoza Lara