

(Foto: Cuartoscuro)
¡Vaya!, no somos pocos los que pensamos que el gobierno nacional, en sus tres poderes genéricamente hablando, está casi podrido o perdido. Considero que la opinión pública mayoritaria no le cree prácticamente nada o muy poco se interesa por los informes gubernamentales, que hablan permanentemente de una supuesta recuperación a futuro que tendrá el país.
Son miles de millones de pesos los que van a dar a las manos de los publicistas sin que la difusión de los “hechos” gubernamentales convenza al grueso de la población que observa continuamente los programas publicitados pero sin que los proyectos terminen satisfactoriamente. El costo de la publicidad es enorme y sólo sirve para enriquecer más a los que ahora son incluso dueños de los medios informantes que antes le pertenecían al Estado.
En fin, local e internacionalmente el Estado trata de informar lo bien que camina México, pero diferentes hechos, como las explosiones en centros de salud o en complejos químicos como el de Pajaritos, en Coatzacoalcos (antes propiedad total de Pemex), nos habla de una terrible situación.
En el país ya no convencen los dichos o promesas de los legisladores, de la impartición de justicia, de gobernadores que hablan (como pericos) de otro México distinto al que rutinariamente vemos. Por eso con frecuencia recuerdo el discurso de Luis Donaldo Colosio en el Monumento a la Revolución, en la Ciudad de México, quien veía la realidad de nuestro país. “¡Es la hora –decía– de reformar el poder, de construir un nuevo equilibrio en la vida de la República, es la hora del poder del ciudadano…”, tal vez por eso fue ordenado su asesinato.
Quienes gobiernan actualmente no convencen. Sus verdades son inmediatamente desechadas por la realidad imperante, por ser mentira y sólo creíbles para los que están en el estrecho círculo de ese poder político y económico tan corrompido.
Los gobernantes actuales no convencen. Muchos son tránsfugas que aparentando representar a las mayorías, ya en el poder, se ponen otra máscara con las que confunden, pero que no engañan. Con frecuencia exasperante, el dinero público va a las manos de los publicistas y “periodiqueros” que siguen haciendo su “agosto” pero sin lograr los propósitos de confundir a la ciudadanía.
Los problemas irresueltos en Guerrero, el ocultamiento de lo que realmente les pasó a los estudiantes de Ayotzinapa, la actitud desvergonzada del gobernador de Veracruz con sus 30 millones de pesos en efectivo (viajando en avioneta con destino al Estado de México), los asesinatos múltiples por todas partes del territorio nacional, la violación de una niña por cuatro juniors veracruzanos (hijos de algún funcionario de ese gobierno) han sido difundidas internacionalmente, sin que las muertes, los asesinatos y desapariciones dejen de darse en ese bello estado y en toda la República Mexicana.
Por doquier se ve el deterioro, se observa la difícil situación económica de la mayoría nacional y por otras muchas cosas más que se suceden a diario, no podemos olvidar aquella destemplada expresión del presidente José López Portillo: “¡Ya nos saquearon, no nos volverán a saquear!”, que resuena todavía a lo largo y ancho del territorio nacional.
Tal vez por este descrédito nacional constante, el escritor Fernando del Paso, quien recibiera el Premio Cervantes en el paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares, en España, declaraba que le daba vergüenza criticar a México estando en el extranjero, pero que sería aún más vergonzoso no criticar la situación de desesperanza que reina en nuestro país. Indicó que la situación que prevalece en México, cito: “¡pareciera sólo el principio de un Estado totalitario que no podemos permitir! No denunciarlo, eso sí me daría más vergüenza!”.
El descrédito y la declaración de algunos gobernadores exculpando al gobierno de la República de la desaparición de los 43 alumnos da pena, pues mundialmente es sabido lo que el gobierno ha tratado de ocultar.
¡ México y el misterio del oro perdido !
¡Guachicoleros y guachiculeros!
¡Despacio Andrés Manuel... que vas de prisa¡
“Reconstrucción o refundición” ¡El perdere¡
De huracanes 'el más peligroso en el Hemisferio Norte'
Dos tipos de cuidado (Felipón y Chente)
¡Ponen alas en sus pies¡ Los miserables peregrinos
¡En 1988, nace¡ ¿en 2018, lo enterraran?
Para desandar el camino ¡hay tiempo Silvano¡
Los soldados al cuartel y los marinos a la mar
¡Lo que nos cuesta él que se va!
¡RIP AL PRD! ¿Lo querrán como socio?
Senadores y diputados... ¡Hay que martillar y burilar o cincelar!
La doctrina Estrada y la mano que mece la cuna
La guerra de las drogas, tan tan o batin tín
Lo que sigue no será peor de lo que ha pasado...
De globos de Cantoya y pronósticos boxísticos
Los suspirantes y Porfirio Díaz
¡Poderoso caballero...! Rico Mac Pato
La consigna, todos contra AMLO
En la guerra electoral, Peña nieto se sube al ring
¡Los mexicanos somos “mucha cosa”!
¡Huy que miedo... ahí vienen los rusos!
De sentimientos y sufrimientos, ¡ser o no ser!
¡Buscando una sombra que los cobije!
¡Sufragio efectivo, no reelección!
Andrés Manuel López Obrador, ¡el gallo a vencer!
Collares de flores para los elegidos
Torpeza política, ¿qué necesidad?
¡Aspiran, suspiran y tiemblan!
¡En jamelgos van, lanza en ristre!
Los jóvenes: esperanza de la humanidad
Uno grande y el otro enano (mosqueteros y jamelgos)
¿Se hunde el PRD, se fortalece el PAN?
Escuchar el ruido del silencio
Desvergonzados y desnacionalizados
Dilma, de la cárcel a la Presidencia
¿Por qué y para qué?, sin respuestas
Las orejas muy, pero muy grandes. ¿Cuánto muertos más?
Solalinde y el padre Concha Malo
¿Juicio político al presidente?
De torpezas, de muros y de miedos
En el último tercio de la corrida
Ni bueno ni malo, sino todo lo contrario
Cambiar para no cambiar, ¿gatopardismo en Michoacán?
Gastan la pólvora en infiernitos
Míster Rico McPato o el tiro por la culata
¡Los muertos no se olvidan!, 1968
Otro peñasco acertado… en la economía de los mexicanos
¡Con el mar de fondo, de fracaso en fracaso!
Sorpresa, el reconocimiento de Cambio: Cemeí
Por kilo y por montón, no por libras
Los poderosos y los miserables
¡Habrase visto tal desvergüenza!
Otro paso más y Pemex, al Infierno
La desviación conduce al error, ¡hay que escuchar!
¡A media asta la Bandera Nacional!
¿Del dreamliner al militarismo?
Centenario de la Constitución, ¡nada qué celebrar!
De la dictablanda a la dictadura
El capo de capos y la economía nacional