El próximo 1° de enero se cumplirán 24 años del levantamiento zapatista de Chiapas, por más tierra que le han puesto encima no lo han podido enterrar y Marcos sigue con el territorio en su poder, con un pueblo que lo respalda y un gobierno independiente del sistema nacional. El Estado de Derecho y la garantía de la paz interior fueron puestos en evidencia desde entonces; la entrada del Tratado de Libre Comercio, la inminente masacre que se hubiera producido, el temblor de la mano que firma las decisiones fueron elementos suficientes para dar tratamiento político al conflicto planteado cuya solución no ha sido encontrada y más que por una solución, la apuesta es por el olvido. Allá en Chiapas el planteamiento fue político desde su inicio, toda proporción guardada, en Michoacán el levantamiento de los autodefensas no fue contra el Estado y su tratamiento fue otro. Destruir a las autodefensas por medio de las estrategias más burdas ha dado como resultado el fortalecimiento de los grupos criminales. Apenas la semana pasada en un rancho cerca de El Agüaje, en Aguililla, asesinaron a mansalva a dos policías ministeriales, uno recién ingresado y otro mi ahijado, Juanito Lara, ex militar, hombre honesto y valiente como pocos policías ministeriales puede haber. A su señora y sus muchachos, un abrazo; a los asesinos, que las balas caigan sobre ellos porque la justicia no llega por las veredas de Aguililla.

(Foto: Cuartoscuro)
Las bandas criminales están actuantes, es necesario combatirlas con todo lo que el Estado tenga en su haber, de lo contrario se le dará un tratamiento político, Peje dixit, el Ejército le seguirá tapando el ojo al macho y las policías por el mismo camino. El método de exorcizar a los delincuentes a través del discurso ya no funciona. ¿Quién va a invertir en Aguililla o en Tumbiscatío?, ¿quién va a generar empleos?, ¡acción señores! El Estado debe garantizar el Estado de Derecho y la paz interior, de lo contrario la bola de nieve irá creciendo.
Hoy fue Juanito con tiro de gracia y todo el ritual de un asesinato. “Ni perdón ni olvido”, ¡dónde habré oído eso!
Para poder ver hacia el futuro debemos hacer una crítica a nuestro pasado, ¿por dónde comenzamos? Hablo de futuro y pasado, es decir del tiempo que nos ha tocado vivir y el que nos tocará vivir, hemos sido testigos del paso vertiginoso de un Michoacán bucólico a un Michoacán exaltado por la idea del progreso, de la llegada de las industrias, carreteras, drenajes, electricidad etcétera, estamos condicionados como sociedad a los modos de producción y sus consecuencias en nuestro territorio, hoy al paso del tiempo son aguacates, limones, mangos, melones; el maíz, el trigo, el frijol, los lagos azules, los llanos dorados, los bosques inmaculados de coníferas, pertenecen al tiempo pasado. Hoy los drenajes ensucian el agua y la basura de la sociedad de consumo nos rodea, el progreso ha llegado para bien y para mal y éste se mide por parámetros meramente mercantilistas, hasta la cultura, el viejo circo para divertir al pueblo, hoy es para divertir pequeñas oligarquías del cine, la música, la poesía y su éxito se miden por la derrama económica de los visitantes en los hoteles y restaurantes, las costumbres ancestrales de los pueblos originarios se convierten en diversiones pueriles y hedonistas. ¿Cómo hablar del universo con alguien que no concibe el universo? Es imposible. No confundamos el movimiento del estado con el estado en movimiento; el estado lo constituye el territorio, la tierra donde vivimos; el pueblo, la sociedad con sus costumbres, su lenguaje, su cultura, su religión; el gobierno, su estructura burocrática, los representantes; el movimiento del estado lo propician los individuos, los habitantes que viven en el territorio del estado, que tiene un gobierno, que ha heredado de otros gobiernos la desgracia de las deudas pública y privada de parte de esos que adelantaron irresponsablemente el futuro y que hoy le tiene casi inmóvil sin dinero para las inversiones más urgentes, agregue usted los contratos colectivos como el de la Universidad Michoacana, que resume la irresponsabilidad de los rectores que piden clemencia ante la desgracia que ellos propiciaron al otorgar prestaciones excesivas e incrementar el número de trabajadores por contrato desquiciando el rigor de las plazas establecidas. Esa escuela ya no tiene remedio, tiene barrenado el corazón. El Colegio de San Nicolás nada tiene que ver con este organismo público del Estado que está festejando a 100 años, su franca decadencia. Necesitan cambiar y el cambio es a la vez un nuevo comienzo y el comienzo es a la vez un fin.
La falta del Estado de Derecho y la garantía de la paz interior han propiciado la sustracción de territorios del estado bajo la bandera de la autonomía, Cherán es ejemplo y precedente, seguirán otros, los que quieran, pero también seguirán otros en la ilegalidad, declarando su autonomía en territorios que ellos gobiernan bajo la premisa del terror y la muerte, igual que el ejemplo del Colegio de San Nicolás, el Ejército de ahora nada tiene que ver con el Ejército de ayer, es la burocracia la que manda, la patria se confunde con el gobierno y pone al Ejército a su servicio, nada más espero que no lo pongan al servicio del Mando Único.
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