Ciudad de México.- La noticia despierta nuevas esperanzas: médicos franceses de la Asistencia Pública de los Hospitales de París (APHP) dieron a conocer los primeros resultados «bastante alentadores» de un ensayo clínico realizado con pacientes afectados por covid-19 a base de tocilizumab, un antiinflamatorio utilizado para tratar casos de poliartritis reumatoide.
Después de la hidroxicloroquina experimentada primero en el Instituto hospitalo-universitario Mediterráneo de Infecciones por el polémico profesor Didier Raoult –y actualmente objeto de estudio a más grande escala en Europa en medio de persistentes controversias–, el tocilizumab llama particularmente la atención de los especialistas.
Según explica el profesor Gabriel Steg, vicepresidente de la Junta Directiva del Departamento de Investigación de la APHP, cuatro meses después del inicio de la pandemia de coronavirus, se sabe con precisión por qué entre 5% y 15% de los pacientes afectados por covid-19 desarrollan una forma grave de neumonía.
De acuerdo con proceso.com.mx, a los 8 o 10 días de resultar infectados estos enfermos son bruscamente víctimas de un «desbocamiento» de su sistema inmunitario. Sufren lo que se llama una «tormenta inflamatoria» que genera una producción excesiva de citoquinas.
En circuntancias normales la función de estas pequeñas proteínas consiste en responder a distintos tipos de agresiones de tipo infeccioso.
«Las ciquotinas facilitan la comunicación entre las células y estimulan las respuestas inmunitarias e inflamatorias indispensables para enfrentar estas agresiones », explica Anne Goffard, experta en virología. «Pero su liberación masiva y anormal surte el efecto contrario y puede llegar a destruir los pulmones, así como el sistema neurológico, renal o cardiovacular de los pacientes. Semejante ‘tormenta inflamatoria’ es una de las grandes sorpresas que nos reservó esa infección», reconoce la científica.
Es precisamente para intentar prevenir o interrumpir esa peligrosa manifestación de covid-19 que investigadores trabajan en el mundo entero sobre distintos tratamientos inmunomoduladores ya existentes.
Los médicos chinos fueron los primeros en interesarse en el tocilizumab, conocido por ser un «anti-citoquinico» muy eficiente, pero no siguieron esa pista que los especialistas de la APHP decidieron estudiar a fondo.