El coronavirus: ¿una guerra secreta biológica global?

Lo que se expone en esta entrega son hechos y como en todo ejercicio periodístico las fuentes deben de ser confirmadas hasta donde sea posible y confiable, y los hechos también son versiones en algunos casos del dicho común y corrientes de las personas pero que forman parte de la idiosincrasia popular, pero quedan  registradas para la historia documental.

Ante todo la existencia del coronavirus es aceptada por toda la comunidad científica internacional, incluyendo a los científicos sociales y humanistas de todas las tendencias y que este virus causa la enfermedad del Covid-19, por lo tanto puede llevar a la muerte a la población en riesgo. Esto es un hecho indiscutible; pero una parte de la población todavía no es consciente de la amenaza de la pandemia y en torno de ello, se generan diversas creencias que también se manifiestan a través de las redes sociales y las plataformas digitales.

Hecha esta aclaración, existen algunas versiones de la existencia de que desde a mediados del año pasado se había intensificado una guerra biológica secreta entre Estados Unidos y China con una serie de propósitos e implicaciones de repercusiones internacionales sobre la población mundial.

El médico Andreas Kalcker aseguro que Dióxido de Cloro es un elemento químico para combatir los virus, en particular el coronavirus: https://www.youtube.com/watch?time_continue=18&v=KwX8ob3L-IU&feature=emb_logo-. Este médico es uno de los mejores especialistas de los Estados Unidos, trabajó para la inteligencia militar, según su versión  el poder económico de las compañías farmacéuticas del mundo no permiten que se aplique su propuesta.

Además de que el coronavirus, según otras fuentes consultadas, tiene el propósito de reducir la población mundial de siete mil millones de habitantes en el planeta a cinco mil, lo que significa un despoblamiento.

Este argumento tiene sentido porque ahora los seres humanos viven más tiempo, gracias a los adelantos científicos y tecnológicos en el terreno de la medicina y la alimentación, lo que significa una carga  financiera para los sistemas de pensiones de las compañías aseguradoras, además, la atención a los adultos mayores en los países desarrollados y en especial en los Estados Unidos representa un alto costo financiero, y como en Estados Unidos el sistema de salud es privado, es inviable en términos financieros para las aseguradoras. Como dato curioso no es casual que los efectos del Covid-19 ha causado la muerte entre la población de los  adultos mayores de los países desarrollados; ahí están las cifras.

Otras versiones afirman que en los laboratorios de las más poderosas farmacéuticas del mundo ya tienen la vacuna para el coronavirus pero que es un asunto de inteligencia militar porque dicha vacuna tiene un compuesto metálico que se le implantara a los seres humanos como un código que por medio de los satélites artificiales pueden rastrear la movilidad y la migración de la población mundial, también se utilizará la banda 5G sistema que se usa en la telefonía móvil.

Igualmente hay que tener presente, como un antecedente importante, la guerra comercial entre Estados Unidos y China, y que es en este último país fue donde se desarrollo la pandemia.

Según otras fuentes consultadas, en la administración del presidente Obama en Estados Unidos se llevaron las investigaciones para general el coronavirus como un arma militar y posteriormente los experimentos continuaron en Wuhan, China, con la finalidad antes mencionada.

Pero con la llegada de Trump a la Casa Blanca, la estrategia del arma biológica fracasó y aún no se sabe públicamente que pasó. Lo cierto fue que el presidente estadunidense aplicó sanciones comerciales contra China y en un principio descalificó la pandemia y no hizo lo necesario para disminuir sus efectos mortales en Estados Unidos; hay que recordar que lo mencionó como “el virus chino”.

Pero cualquiera que sean las versiones ciertas expuestas en esta entrega, lo que se sabe es que existe una guerra secreta de carácter biológico entre Estados Unidos y China, además de que los poderes económicos y políticos secretos de Estados Unidos impulsan la disminución de la población mundial, en especial la de los adultos mayores por las implicaciones económicas y financieras para el capital global.

Por eso queda la interrogante abierta, el coronavirus: ¿es una guerra biológica secreta global?