VIVILLADAS: Marchas antiAMLO… incongruentes

Prácticamente desde su llegada a la presidencia, Andrés Manuel López Obrador no ha tenido descanso en cuanto a manifestaciones de protesta o de frustración por parte de ciertos grupos políticos, empresariales y hasta de comunicadores de los medios,  que vieron trastocada su comodidad que el status socio económico les otorgaba. Ninguno quería perder sus canonjías, fueron decenas de años viviendo a costillas de los gobiernos prianistas, incluso no solo viviendo sino abusando en todas direcciones.

¿Cómo estar contentos con una administración que les impide seguir gozando de múltiples privilegios? ¿Cómo estar tranquilos con un gobierno que busca combatir la corrupción a fondo? ¿Cómo apoyar a AMLO cuando de golpe y porrazo promueve el pago de impuestos a megaempresas que por una u otra trampa les regresaban millones de pesos o simplemente se los condonaban u omitían? ¿Cómo apoyar a un gobernante que no desembolsa carretadas de dinero a favor de líderes de opinión, a través de sus agencias de información? Son muchos los intereses que el creador de la 4T ha tocado, de ahí que día a día se convierta, para éste, en  lucha invariable.

Apenas en días recientes se organizó una “mega caravana” en automóviles, en motos y a pie, (por eso de la sana distancia)  por parte de “organizaciones sociales y civiles independientes”, entre otras se encuentran: El Frente Nacional Ciudadano (FNC),  el Congreso Nacional Ciudadano y el Frente Nacional AntiAmlo (FRENA). Para acabar pronto, ni son civiles ni son nacionales; son apéndices de los resentidos  encabezados  por Felipe Calderón (quien sueña volver al poder a través de su gris esposa), por Marko Cortés (líder panista que  ha buscado legitimarse tomando al peje como  perilla aunque le sale el tiro por la culata), Gilberto Lozano quien fue parte del consejo de administración de Femsa y creador del FNC, Pedro Ferriz de Con; entre algunos otros líderes de opinión  que es por demás ocioso escribir su nombre. Conste que sólo hablamos de los que dan la cara, pero este movimiento tiene raíces más obscuras y sus fines son de igual color pues hacen uso de jóvenes que bajo salario  mienten y manipulan a través de  redes sociales.

Sin importar los nombres, con organizaciones fantasmas o no,  lo trascendente es que no tienen vergüenza, porque en décadas formaron parte de todo una red de abusos, de impunidad, de saqueos, de corrupción  a gran nivel y hoy aparentan defender a México y a la población  del “caos” provocado por López Obrador, es lo que podemos llamar cinismo en su mayor expresión.

 De acuerdo con diversas fuentes hubo manifestaciones semejantes en Morelos, Oaxaca, Guerrero, Veracruz, Michoacán, Chihuahua y Quintana Roo, entre otros estados, pero es obvio que gran parte de ellos no tuvieron el impacto que buscaban, incluso se presentaron episodios de total repudio, de burlas y rechazo por parte de simpatizadores del presidente. En Twitter hubo repercusiones en pro con los hashtags #AMLOSeQueda y #AMLOLujoDePresidente.

El propósito del grupo antiAMLO es de locura: exigen la renuncia del presidente, porque no ha sabido manejar el país, porque se han perdido fuentes de trabajo y porque según  no ha sabido manejar las consecuencias de la pandemia que nos aqueja. Las preguntas serían: ¿qué país del mundo no ha perdido empleos en esta contingencia? ¿Qué nación no ha tenido problemas económicos? ¿Cómo controlar un Covid-19 cuando un buen número de mexicanos pareciera que tenemos la cultura de la irresponsabilidad, la indisciplina  y somos escépticos de su existencia?

Bueno hubiera sido que en su momento hubiesen protestado por tanto engaño, por tanta corruptela, por tanta impunidad, por tanto saqueo,  por tantos moches y  por los millones que gastaban altos funcionarios en viajes en el avión presidencial que en cada recorrido surtían 400 piezas en  perfumes de marca prestigiada, 200 para dama y 200 para caballero; independientemente de los manjares y bebidas que sobrevaluaban en millones de pesos. La lista de anomalías es garrafal.

Por otro lado, es muy cierto que los programas sociales de López Obrador deben mejorar en su ejercicio, que el sector salud demanda mejores condiciones para que opere conforme a la  nueva ley, que se requiere fortalecer la seguridad social, que la educación necesita proyectos para el fortalecimiento de la actividad docente e incentivos de profesionalización para los maestros, que las empresas pretenden certeza para trabajar e invertir.

En fin, México quedó en quiebra por  atracos despiadados de gobiernos anteriores, no es fácil armar el rompecabezas pero Andrés Manuel tiene  la obligación y el entusiasmo de salir adelante, además de equipo y recursos de todo tipo para revertir la situación, porque no puede hacer milagros;  y tiene, sobre todo, el apoyo de millones de personas por lo que nunca puede ser llamado espurio, mucho menos dictador. Y a quienes exigen su renuncia que se esperen a la consulta ciudadana, quien quite y San Judas Tadeo o Martin Valverde, les hagan el favor.

¡¡Tanto tiempo la clase privilegiada  guardó silencio ante injusticias y abusos de todo tipo  y ahora quieren convertirse en paladines de la democracia, de la justicia y de la honestidad!! Qué poca vergüenza, qué poca dignidad,  piensan que los mexicanos aún nos chupamos el dedo.

Thomas B. Macaulay, historiador y político inglés, señaló: “Mal gobernante el que exprime al pueblo dándole poco a cambio” y Evita Perón advirtió: “Los pueblos de la tierra no sólo deben elegir al hombre que los conduzca: deben saber cuidarlo de los enemigos que tienen en las antesalas de todos los gobiernos”. Cualquier semejanza… ¿será coincidencia?

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