LA PSICOLOGÍA EN EL DERECHO: Paternidades responsables

A propósito del festejó del día del padre en esta ocasión haré algunas reflexiones sobre cómo hemos estado construyendo la paternidad en estos tiempos.

Como sociedad nos vimos en la necesidad de construir un ejercicio de paternidad libre de estereotipos y roles de género, y estamos luchando por deconstruir la figura de padres que cubren el rol de proveedores, y que ejercen la autoridad de forma vertical, alejados de las actividades del hogar, del cuidado, atención y educación, de padres limitados a expresar sus emociones en su ejercicio de paternidad, generando una relación distante en todos los sentidos con sus hijas e hijos.

Según datos del INEGI en el año de 2010 de 26 millones de familias encuestadas 17.2 millones de los hogares mexicanos tienen presencia del padre de familia; es decir en el 66 % está presente la figura paterna. El mismo informe refiere que aproximadamente 172 mil eran homoparentales. El ejercicio de la paternidad en estas familias ha resultado altamente criticado por la sociedad, pues lo primero que evoca la mente es si en la crianza de niñas y niños habrá una tendencia a la homosexualidad, cuando en realidad lo que llega afectar el sano desarrollo de las niñas y niños de familias homoparentales es la discriminación por parte de la sociedad y no por tener padres del mismo sexo.

Las paternidades responsables traen aparejadas consigo la responsabilidad de la crianza y educación, pero además el disfrute del ejercicio de la afectividad para con sus hijas e hijos.

En el boletín de prensa 100/2016 Ciudad de México del 18 de junio de 2016. La Comisión de Derechos Humanos de la CD. MX se pronuncia en favor de las paternidades responsables regalando su concepto desde la perspectiva de los derechos humanos: “…Desde el enfoque de derechos humanos, la paternidad responsable consiste en coadyuvar en la garantía del derecho de sus hijas e hijos a la identidad; a vivir en familia; a ser protegidos de todo tipo de peligros; velar por su derecho a la no discriminación; facilitar su derecho a la salud, a la educación, al descanso, al juego, a la recreación y a vivir en condiciones de bienestar y a un sano desarrollo psicofísico, entre otras…”

Este ejercicio le brinda la libertad a quienes son padres, a una participación activa en el sano desarrollo, a compartir tiempos de cuidado desde que son bebés, de participar en las actividades del hogar, de compartir tiempo de recreación y escolar pero el punto medular es que los padres tienen la posibilidad de demostrar el amor incondicional que tienen por sus hijas e hijos.

Las paternidades responsables hacen que todas las personas ganemos, la participación activa construye realidades igualitarias para hombre y mujeres. Disminuyendo desde la crianza el privilegio de ser hombre y previniendo la violencia en contra de las mujeres.

Para ejercer esta paternidad responsable se hace necesario las políticas públicas y marcos legales que promuevan el ejercicio de igualdad sustantiva y la paternidad; también es necesaria la suma de esfuerzos en la sociedad quien en muchas de las ocasiones presiona a regresar a los patrones conocidos de esto tengo muchos ejemplos: como el padre que no permite a los hijos tener amigos, que impide a la madre arreglarse, que solo sus ideas deben ser respetadas y ejecutadas hacia el interior de una familia, etcétera.

Para acabar con esas malas prácticas y seguir construyendo paternidades responsables, se siguen dando los cambios hoy en día en lo laboral los hombres tiene licencia por paternidad, así como el derecho para disponer de tiempo para salir a cubrir necesidades de sus hijas e hijos.

   En varias ocasiones lanzamos la broma de cuando termina la labor de la paternidad y caemos en cuenta que nunca, para muestra un botón, yo y ofrezco disculpas por comentar algo personal; pero a pesar de ser adulta y tener mi cargo a otras personas por libre elección; sigo solicitando el apoyo de mi padre, que he de mencionar es un hombre adelantado a su época pues a pesar de su formación patriarcal (que permeo por lo menos en mi a la inversa) siempre se esforzó por ser más que un padre proveedor, siempre  presente, amoroso y ocupado en el sano desarrollo de sus hijas. Y aun hoy a pesar de mi edad nada de lo anterior ha cambiado.

Mi reconocimiento a todos aquellos padres que ejercen su paternidad desde esta postura, estoy segura que construyen una sociedad más igualitaria.