Michoacán es uno de los estados del país donde mayor agitación social y política existe, se ha significado porque en cada movimiento de impacto nacional está presente, no sólo como núcleo de movilidad sino en cuanto a liderazgos se refiere. De ahí que la batalla por alcanzar el Solio de Ocampo sea de lo más complicado para todos los interesados, amén de las expectativas que levanta hoy con la pugna evidente entre el gobernador Silvano Aureoles y Andrés Manuel López Obrador las perspectivas crecen, pero si le sumamos la guerra sin cuartel que tienen parte de la iniciativa privada y equipos afines contra AMLO sin duda es un ingrediente especial que una vez más pone a nuestra entidad en la palestra nacional.
No ha sido fácil para López Obrador encontrar el equilibrio en la sociedad, nos referimos al equilibrio colectivo y de grupos sociales, día a día se enfrenta con situaciones que orillan a polarizar los bloques existentes, una parte porque le han echado cargada quienes vieron trastocado su status quo, ya sean partidos o grupos políticos, empresarios y hasta líderes de opinión y otra parte por decisiones, declaraciones o desplantes que ha tenido el propio presidente.
Ya en la cercanía de las actividades electorales del 2021 (el tiempo vuela) que contempla la elección de un nuevo gobernador para nuestro estado, el avispero político ha hecho su aparición y han surgido personajes de todas las expresiones que sienten tener la capacidad, los valores, la experiencia y el respaldo de la gente para abanderar el proyecto, pero más allá de cualquier partido, incluido el PRD representado por Silvano, la atención está focalizada en la persona seleccionada por Morena ya que sin duda es el referente de la posible victoria por el impacto del actual mandatario, que a pesar de los frentes anti AMLO (que buscan hacer mucho ruido con sus pocas nueces) es muy probable que siga teniendo el respaldo popular.
En base a lo anterior, a nadie extraña que a pesar de que se busca una nueva cultura electoral, donde la limpieza, la integridad, la honestidad deben ser pilares indiscutibles, haya suspirantes que sigan cayendo en los mismos vicios o se valgan de ellos. El tener aspiraciones permanentes no significa ser la persona más indicada; el ser la persona más conocida, porque de alguna forma ha estado presente en el escenario político, tampoco implica ser el más apto; o el tener las mejores relaciones sociales con grupos empresariales o de medios de comunicación, tampoco implica ser el más capacitado o el más probo para gobernar.
Morena debe tener mucho cuidado para designar su representante, no solo para el poder ejecutivo estatal sino en las propias presidencias municipales y diputaciones locales. Que el partido en el poder tenga afinidad con la ciudadanía no significa que deba repetir errores como en la elección próxima pasada donde perdieron alcaldías y curules por no tener un sistema de análisis correcto y pertinente en la elección de abanderados, donde según con pseudo encuestas eligió buena parte de sus candidatos y los resultados no fueron los esperados con relación a la marea arrolladora de Andrés Manuel. La experiencia se convierte en tal cuando se aprende de ella.
Un ejemplo, Cristóbal Arias Solís, es por todos popular porque es hábil en las relaciones sociales, porque ha sido aspirante permanente, porque tiene buen manejo con los representantes de los medios de comunicación y es probable que en una encuesta salga como el más famoso pero eso no indica que tenga atributos integrales para conducir los destinos de la entidad, cuando es reconocido cómo se maneja, cuáles son sus prioridades y cuando tiene encima un pecado que las mujeres, hoy sumamente empoderadas, no le perdonan o al menos no han olvidado. Vivilladas ha tendido contacto directo con este personaje que puede tener ciertas virtudes pero eso no implica que sea el más indicado para conducir este barco tambaleante que se llama Michoacán.
Además, volviendo a las mañas de antaño, no es conveniente que se sigan manejando las encuestas como grandes operadoras electorales, sabemos: el que paga la música manda. Se contratan encuestas a modo para publicar el sentir del pueblo, cuando existe clara manipulación basada en intereses económicos o de grupo; simplemente habremos de recordar cómo se jugó con las intenciones ciudadanas cuando algunas de las empresas encuestadoras, varias de ellas de presagio, ponían a José Antonio Meade por encima de Andrés Manuel para la presidencia de la república y chasco que se llevaron perdiendo confiabilidad social.
Morena tiene problemas para organizar su comité estatal o comités municipales, hablando de estructura operativa, ningún dirigente o dirigencia colectiva ha tenido esta capacidad o ha cumplido esa tarea, lo que no es tema menor; por otro lado, si no tiene aptitud para diseñar estrategias óptimas en busca de sus abanderados diversos, en las próximas elecciones, le puede representar serios tropiezos.
Para finalizar reiteramos, los próximos candidatos deben ser personas preparadas, con valores, con experiencia, que conecten con el pueblo, sensibles, humanas , que sobre todo tomen como referencia los planteamientos, principios y lineamientos de la 4ª Transformación y no sean oportunistas. Tampoco Morena está en la condición de andar buscando en personajes de otros partidos políticos o independientes a sus representantes municipales o estatales.
Hablando de la gubernatura de manera específica, el partido de López Obrador tiene elementos óptimos para emprender el reto: Víctor Báez, presidente municipal de Pátzcuaro con gran aceptación social; Raúl Morón Orozco de Morelia y María de la Luz Núñez, excandidata para el gobierno de la entidad, están levantando la mano.
Cristóbal Arias tuvo la suerte de ser palomeado por AMLO para la senaduría, pero su trabajo ha sido, con algunas palomitas, casi improductivo. Sus casas fantasma de gestión son de campaña y todos lo sabemos, pero al rato puede llegar el lobo, soplar y adiós sueños guajiros. Aunque en política no hay nada escrito. Insistimos, si Morena falla en la elección de su abanderado, seleccionando un candidato alejado de las bases y sólo respaldado por encuestas patito o manipuladas, puede llevarse una desagradable sorpresa, con mayor razón si todo el bloque antipeje se une para designar un postulante en común.
Confucio, señaló: “El buen líder sabe lo que es verdad; el mal líder sabe lo que se vende mejor” y Albert Einstein sentenció: “Las personas no deben sentirse obligadas. Deben ser capaces de elegir su propio líder”. Tengamos presente que el verdadero liderazgo es el que surge del reconocimiento y no de la imposición.
