Coronavirus y 5G

Primero algunos datos, que si bien la mayoría de los lectores ya los conocen, otros quizá no, por lo tanto vale la pena recordarlos.

¿Qué es un coronavirus? Los coronavirus son una familia de virus que pueden causar enfermedades tanto en animales como en humanos. En los humanos, se sabe que varios coronavirus causan infecciones respiratorias que van desde el resfriado común hasta enfermedades más graves. El coronavirus que se ha descubierto más recientemente causa la enfermedad denominada Covid-19.

¿Qué es el Covid-19? Es la enfermedad infecciosa causada por el coronavirus. Tanto este nuevo virus como la enfermedad que provoca eran desconocidos antes de que estallara el brote en Wuhan (China) en diciembre de 2019. Actualmente el Covid-19 es una pandemia que afecta a muchos países de todo el mundo.

Y ahora veamos que es la 5G. La denominación “5G” se refiere a la quinta generación de redes de telefonía móvil. Recordemos, la 1G  fue la de los primeros teléfonos, esos que solo servían para hablar.  La tecnología 2G introdujo los  mensajes (SMS)  Luego se incorporó la conexión a Internet (3G) y después llegó la banda ancha (4G), con lo cual se logra la reproducción de vídeos en tiempo real (streaming),  algo  que actualmente vemos como normal pero que hace unos años era completamente imposible.

Sin meternos en datos técnicos, la 5G permitirá navegar hasta a 10 GBps (gigabytes por segundo). A ese ritmo se podrá, por ejemplo, descargar una película completa en cuestión de segundos. Además, la latencia (el tiempo de respuesta de la red) también experimentará un avance significativo. Según los operadores, esta podría reducirse a 5 milisegundos, un período casi imperceptible para los humanos.

También gracias a esa tecnología se podrá aumentar considerablemente el número de dispositivos conectados de manera simultánea. Vale la pena recordar que esta tecnología no apareció de un día para otro, es producto de años de estudios con protocolos de seguridad rigurosos.

Hasta aquí los datos duros, fácilmente verificables y entendibles por cualquier persona con una inteligencia normal y cultura de mediana para arriba. Entonces, ¿Por qué abundan las más disparatadas teorías sobre efectos de las ondas y las torres de 5G y su inverosímil relación con un virus de la familia de los coronavirus?

Primera explicación, el  ser humano puede ser asombrosamente crédulo, y esta credulidad se eleva a niveles extremos  en épocas de crisis e incertidumbre. Es en estas circunstancias que una persona puede llegar a creer la más disparatadas teorías.

 Una de las más descabelladas teorías que está circulando es la que vincula la pandemia global con las redes de comunicación y las torres 5G.  Esta es una  teoría ya no absurda, sino  demencial. El argumento que esgrimen es que  las comunicaciones de radiofrecuencia de la red 5G tienen un “efecto negativo” en la salud y puede que estén enfermando a las personas (es decir, el Covid-19 no existe y las personas está sufriendo los efectos de la red 5G) o bien matizan,  la radiación está deprimiendo el sistema inmunológico de las personas, y por lo tanto, es más probable que enfermen por el virus.  Lo anterior solo demuestra la ignorancia y la pésima educación de esas personas, que desconocen lo más elemental de la física y de las radiaciones no ionizantes. 

La teoría es una verdadera idiotez, pero como tantas otras teorías sin base real  puede ser  peligrosa.  Si un número importante de personas comienzan a creer que el Covid-19  no existe inevitablemente contribuirán a su propagación al dejar de seguir las medidas de distanciamiento social y la cuarentena.

El origen estos teorías  es probablemente el hecho de que la red 5G y otras redes de radiofrecuencia empleadas para comunicación involucran radiación, palabra que asocian a  Chernóbyl y el cáncer.  Pero olvidan que solo la parte superior del espectro electromagnético, con las frecuencias de longitud de onda más corta (desde los rayos UV, pasando por los rayos X y la radiación Gamma) son “ionizantes”, lo que significa que pueden romper los enlaces moleculares y, por lo tanto, dañar el ADN.

La radiación no ionizante, que incluye el resto del espectro electromagnético, desde los rayos UV, pasando por la luz visible, hasta las ondas infrarrojas, de microondas y de radio, tienen longitudes de onda que son demasiado largas para que los electrones puedan desligarse en los átomos. Por lo tanto, no pueden dañar a los organismos vivos como los rayos X o la radiación gamma. En otras palabras, es físicamente imposible que las microondas causen cáncer de la misma manera que lo hacen los rayos gamma.

Desafortunadamente, varias celebridades con un gran número de seguidores, como el actor Woody Harrelson, el cantante Miguel Bosé y otros han comenzado a compartir narrativas de conspiración en relación a la red 5G. Según el cantante español, Bill Gates busca controlar nuestros cerebros a través de microchips implantados con la vacuna del Covid-19 que se activarán con la llegada de la tecnología 5G.

Si este tipo de  mensajes se continúan difundiendo, terminarán haciendo un gran daño a los esfuerzos internacionales para controlar la pandemia de coronavirus, y, por lo tanto, podrían ser responsables de miles de muertes que se podrían haber evitado.

Es cuánto.

Salir de la versión móvil