LOGOS: La “4T” nazi fue criminal. La 4T mexicana, un fracaso

        Adolfo Hitler (1889-1945) organizó en la Alemania nazi la 4T; éste fue un programa muy exitoso a cargo del médico, bacteriólogo e higienista, Hans Reiter (1881-1964). Exterminaron, con ese proyecto, a decenas de miles de discapacitados.

        En el México actual, la administración a cargo del presidente Andrés Manuel López Obrador instituyó otra 4T; la que, hasta el momento, ha resultado un fiasco para sus originales pretensiones, pero en cambio ha tenido un éxito aterrador al estar provocando (con una pésima programación en salud pública) decenas de miles de muertes.

Es cierto que AMLO no tiene ninguna culpa en la llegada del Covid-19 a México; empero, sí tiene toda la responsabilidad constitucional como ejecutivo federal respecto a “la salubridad general de la república”, conforme al artículo 73 de nuestra Carta Magna.

Y con su política de salud, contradictoria, rezagada, obtusa, descaminada (para la que tiene un vocero poco serio), ya ocasionó, oficialmente, cerca de 40 mil mexicanos muertos, aunque según datos de la OMS ese número debe multiplicarse, en el caso de México, mínimo por 3 para obtener una cifra más aproximada a la realidad.

El subsecretario López-Gatell les echó la culpa a los estados, recientemente, para después afirmar que “es inútil buscar responsables”, cuando millones de mexicanos pensamos que el inútil es él.

Pues con la cifra oficial podemos constatar que la 4T mexicana ya produjo más muertos que la 4T nazi; ambas instituidas en el área de la salud.

Dejemos al sector salud, y observemos el número de asesinados por la pésima política de AMLO en seguridad pública.

Vista la información oficial, Andrés Manuel ha prohijado en su ejercicio 80 mil asesinatos.

Y como las cifras que no le convienen a la 4T y a López Obrador las ocultan, o las minimizan, seguramente hay más cadáveres, más viudas y más huérfanos.

Todo México, por desgracia, parece ser un enorme cementerio, por donde quiera que se le escarbe aparecen osamentas humanas producidas por actividades u omisiones criminales.

Pero esa realidad no es hechura exclusiva del presidente AMLO, aunque en la administración de éste haya mayor número de asesinados en proporción al breve tiempo de su ejercicio.

Aproximadamente, con el presidente Fox hubo 60 mil asesinados, con el presidente Calderón 121 mil, y con el presidente Peña 135 mil. Correspondiendo cada cifra a seis años.

Las expectativas generadas por AMLO fueron descomunales con base en sus propios decires: “yo no miento”, “con mi llegada a la presidencia de México se terminará con los asesinatos de la delincuencia organizada”.

Ahora, los mexicanos somos testigos de que AMLO sí mintió y miente. Llegó a la presidencia y va para dos años de ejercicio, y los asesinatos aumentaron con desmesura. Su política en esta materia es un fracaso.

Como fueron una desilusión las políticas de seguridad pública de los tres presidentes anteriores.

AMLO heredó esos males; pero él sabía lo que le esperaba desde un principio, y así quiso ser presidente. Con toda su información, presuntuosa, prometió lo que no ha cumplido.

La 4T nazi fue criminal; la 4T de AMLO es todo un fiasco, rumbo a la responsabilidad penal.

Los tozudos no cambian. Los inteligentes conocen y manejan las leyes de la dialéctica.