“Una manita de gato” al sistema pensionario en México

El sistema de pensiones y de jubilaciones en México es una verdadera bomba social a punto de estallar, debido a que en el 2021 a 2024 se pensionara la primera generación de las cuales solo 40 mil personas que en 2021 tendrían 65 años, solo el 30 por ciento podría alcanzar una pensión, dado que no todos alcanzan las mil 250 semanas de cotización que se requieren, advirtió Bernardo González Rosas, presidente de la Asociación Mexicana de Afores.

Para el 2021, año en que las afores cumplen 24 años y fecha en la que debería empezar a jubilarse la primera generación bajo este esquema, solo alrededor de 12 mil  personas son las que podrán solicitar una pensión.

Es por ello que ante esta problemática social, las cúpulas empresariales, la Confederación de Trabajadores de México (CTM) y el gobierno de López Obrador han pactado un acuerdo para enviar al Congreso de la Unión una iniciativa de Ley para que se aumente las contribuciones por parte de los empresarios y del gobierno y de esa forma, los trabajadores puedan recibir una pensión de su fondo de retiro capaz de satisfacer las necesidades básicas en su vejez.

Disminución de mil 250 semanas a 750 semanas de cotización.  Este apartado pretende que los trabajadores no tengan que esperar hasta 25 años laborando y cotizando para recibir su pensión, con la reforma se espera que solo sean 15 años de cotización para tener una pensión garantizada.

Según el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, la idea de este cambio es que se otorgue la pensión a trabajadores que, aunque hayan trabajado la mayor parte de su vida, no alcanzan los requisitos necesarios para la pensión por haber laborado en la informalidad.

Aumentos en la aportación de los patrones. En este caso, se sabe que los que aportan para la conformación de las pensiones son empresarios, trabajadores y el gobierno, sin embargo, los que ahora tendrán que aportar más serán los empresarios, ya que la aportación patronal subirá del 5.15 por ciento  al 13.7 por ciento en un plazo de seis años.

Comisión de las Afores menor al 1 por ciento. Con la propuesta, las comisiones cobradas por las Afore por el manejo del dinero para el retiro de los trabajadores se irán reduciendo de forma gradual, esto es  que los costos sigan estándares internacionales.

De acuerdo con la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (CONSAR) la comisión del último año 2019 estaba ponderada en 0.976 por ciento  y para este año quedó en 0.908 por ciento.

 Aportaciones del gobierno se transforman en una Cuota Social. Las aportaciones federales se convertirán en una cuota social concentrada en trabajadores de menores ingresos, es decir, el monto federal se destinará a trabajadores que ganen hasta cuatro salarios mínimos, principalmente, y así convertirlo en un ingreso extra.

Aumento en la recepción de la pensión. Con esta reforma, los trabajadores con derecho a pensión incrementarán del 57 al 97 por ciento. Asimismo, la “pensión garantizada” incrementará su cobertura del 34 por ciento al 82 por ciento. Esto es, si el último salario del trabajador fue de 20 mil pesos, su pensión será más alta de lo que sería ahora y se acercará a su sueldo, informó el titular de la Secretaría de Hacienda.

Sin embargo esta propuesta de reforma al sistema de pensiones de aprobarse no resuelve el problema fundamental porque sus efectos serán de mediano plazo.

La crisis pensionaria tiene su origen en el desmantelamiento del sistema de seguridad social en 1997 que garantizaba una pensión a los trabajadores por parte del Estado a través del Instituto Mexicano del Seguro Social; en este sentido a los trabajadores se les prometió que mediante la creación de cuentas individuales para el retiro se les iba a garantizar una pensión digna para la vejez digna lo cual no va a suceder.

En el antiguo régimen de pensiones, el trabajador solo tenía que cotizar 500 semanas  y cumplir 65 años para gozar del cien por ciento del monto del salario en promedio de los últimos 5 años laborables.

Hoy los fondos de pensiones en manos de las Afores alcanzan un poco mas de los 4 billones de pesos, pero las administradoras de retiro cobran altas comisiones a cada trabajador a parte de la depreciación del monto de los recursos en cada cuenta individual del trabajador lo que resulta insuficiente en términos del monto que recibirá cada trabajador equivalente al 30 por ciento de su salario actual en promedio.

La propuesta enviada al Congreso de la Unión resulta corta para los trabajadores porque no reconstruye el sistema de seguridad social solidaria en términos de pensión, ni tampoco el carácter inter generacional  y financieramente viable en el largo plazo.

Además de eso, los fondos de retiro permanecerán en manos de las Afores organismos privados  donde una buena parte del monto acumulado esta invertido en valores especulativos que afectan la plusvalía de los ahorros de los trabajadores para el retiro.

En esta propuesta de reforma se cuestionan que los trabajadores no aumenten sus aportaciones para el retiro, pero las aportaciones por parte de los patronos y el gobierno pasan a formar parte del salario de cada trabajador como una conquista laboral. Ante el manejo, por parte de las administradoras que son organismos financieros cuyas ganancias son derivadas de las altas comisiones que cobran, se debe de proponer que los fondos de pensiones pasen a formar parte de un instituto autónomo administrado directamente por los trabajadores para garantizar  una pensión digna  que es resultado de los años de trabajo y no de un privilegio y que sean ellos los que decidan en donde invertir sus fondos de retiro con la mayor seguridad social para gozar los últimos años de vida de cada trabajador y no como ahora lo propone el gobierno de la Cuarta Transformación y los patrones y no una “manita de gato”.