México es un país de enorme riqueza histórica y cultural. Ese siempre ha sido el tesoro escondido.
Al llegar los españoles a Méxicco- Tenochtitlan se maravillan de tanta belleza, de los acueductos, drenajes, sistemas de riego, y las chinampas obra de ingeniería maravillosa. Sin embargo, lo que querían era el oro.
Destruyeron todo. Acabaron con datos que podrían darnos un conocimiento importante de lo que fue el desarrollo de esas culturas, pero quemaron códices, destruyeron construcciones y en su desesperada búsqueda del gran tesoro, le quemaron los pies al entonces Tlatoani Cuauhtémoc, esperando fuera un traidor como muchos de ellos.
Cuauhtémoc calló. El gran tesoro estaba a la vista, pero los avariciosos y ciegos ojos de los españoles no lo veían.
Desafortunadamente esa ignorancia ha prevalecido durante más de 500 años. Nuestra riqueza histórica y cultural, no ha sido valorada.
Los diversos gobiernos que hemos tenido no han valorado esta riqueza, más bien han contribuido a su saqueo, a su destrucción, a su extinción.
El pasado 20 del presente se conmemoraron 695 años de la fundación de Méxicco- Tenochtitlan. La cual fue fundada según la historia oficial en 1325. Digo historia oficial, porque todos los datos de primera mano fueron destruidos. Todos los códices y archivos fueron a la hoguera.
El territorio que hoy a grosso modo, ocupa el mapa de la República Mexicana se llamó Anáhuac (“rodeado de agua”).
El origen de la fundación de Méxicco-Tenochtitlan, la ciudad más grande, importante y bella del Anáhuac, la cual se dice fue concebida por los Dioses, fue construida por los Mexicas con inteligencia, astucia, perseverancia y mucha sabiduría.
Alfonso Caso escribió acerca de la fundación de Tenochtitlan; “Arribaron al lago de la Luna, donde al centro del mismo, había una isla cuyo nombre era Méxicco, de Metz(tli), luna; xīc(tli), centro, ombligo; y -co, locativo: En el centro del lago de la Luna”.
Existen muchas interpretaciones acerca del nombre. Lo cierto es que indudablemente la luna se reflejaba en el gran lago de manera sobrenatural, convirtiendo a Méxicco- Tenochtitlan en el ombligo de la luna. Ya que fue fundada y construida en el centro del lago de la luna.
Investigando encontré un dato curioso el cual transcribo: “Diego José Abad, fue uno de los mexicanos más eminentes del siglo XVIII. Nacido en Jiquilpan, Michoacán, quien era rector del Colegio de Querétaro y quien por su conocimiento fue expulsado y perseguido. Se refugió en Italia y seis años más tarde en 1773, publicó en Venecia un poema místico latino titulado Musa americana. Lo que más nos interesa aquí es su seudónimo: Labbeo Selenopolitano. En Labbeo es fácil reconocer un l´abbé francés, que significa el abad. Nuestro jesuita era abad de nombre y de hecho. En cuanto a Selenopolitano “habitante de la ciudad de la Luna”, es evidente que quiso traducir “mexicano”, y que estaba convencido de la exactitud de la etimología lunar.
Hace unos días leía que existe una zona arqueológica llamado Huapalcalco en Hidalgo, la cual es considerada el sitio sagrado más antiguo, pues se han encontrado pinturas rupestres de aproximadamente 13 mil años.
Huapalcalco se deriva del náhuatl huapalli o huapalitl, tabla o viga pequeña; calli, casa y la preposición locativa: “lugar de la casa de madera”. Toda la región de Huapalcalco es considerada como de las más importantes en la población prehispánica ya que aquí se asentaron los primeros toltecas.
Fue sede del segundo imperio tolteca, antes de que migraran a Tula. Destaca la pirámide de tres cuerpos con características teotihuacanas, Se dice que Quetzalcóatl iba ahí cuando necesitaba silencio- meditación.
Presenta cinco ocupaciones diferentes, la primera y más antigua corresponde a la Prehistórica con puntas de proyectil del tipo Meserve y un hacha de mano que fueron fechadas hacia el 7000 a.C. así como las pinturas rupestres ubicadas en los acantilados del cerro la Mesa y el Tecolote.
La segunda ocupación es un caserío del Preclásico tardío y la tercera ocupación es un asentamiento que está representado por la estructura VI, la cual por su estilo arquitectónico presenta una influencia teotihuacana. La tercera ocupación es la más representativa del sitio, ya que marca el apogeo de Huapalcalco, el cual se dio en el Epiclásico, en este periodo es muy clara la importancia del sitio por la explotación del yacimiento de obsidiana y por ser un centro regional que fungía como un sitio de paso entre la Cuenca de México y la Huasteca (sierra).
Existe un altar donde se piensa que fue usado para depósito de ofrendas, lo anteriormente descrito, más el importante conjunto de pinturas rupestres, hace que este lugar sea señalado como una de las primeras zonas en ser pobladas del continente americano.
La cuarta ocupación corresponde a una pequeña población que se establece en el lugar durante el Postclásico tardío, caracterizada por los materiales cerámicos de la fase Azteca III y IV de la Cuenca de México. Por otro lado, en el sitio se han encontrado importantes hallazgos como dos yugos de origen Totonaca y una escultura del Dios Viejo del Fuego. Ubicación cronológica principal: la Prehistórica fue del Cenolítico Inferior 10000 a 7000 a. C. el Clásico temprano del 100 a. C al 350 d. C. y el auge del sitio fue en el Epiclásico del 700 a 900 d. C.
Dentro de la cueva denominada el Tecolote, se encontró una punta Clovis, es extraño que este artefacto se haya encontrado ahí, pues es característico de la cultura que lleva su nombre, la cual se asentó en Nuevo México.
Así también se encontraron pinturas rupestres dentro del cerro Huiztle y cerro La Mesa, las cuales son muy parecidas a las que se han ubicado en otras partes de mundo, por ejemplo, en África, las pinturas son muy similares, a pesar de que se encuentran en dos continentes diferentes. La cosmovisión de la gente que habitó esta zona tiene como base el estudio de los astros, a los que veían como entidades que otorgaban cierta información, la cual regia ciclos y movimientos terrestres, los que inciden directamente en el humano. Esta forma de como la cultura tolteca veía al mundo tiene similitud con la cultura egipcia.
Así como este ejemplo hay cientos en nuestro país. Hace unas semanas en el lugar que están construyendo el aeropuerto de Santa Lucia descubrieron decenas de restos de Mamuts, los cuales vivieron en ese lugar.
¿Sabía usted que, durante las dos últimas décadas, México ha registrado un repunte en el descubrimiento y estudio de dinosaurios? A la fecha se han ubicado 50 localidades con rastros de esa fauna extinta. Los fósiles de dinosaurio descubiertos en México tienen una antigüedad que va de 199.6 millones de años, en el Jurásico Temprano, a 65.5 millones de años, en el Cretácico Tardío, según lo constata el análisis efectuado por los biólogos Fabiola Guzmán y José Luis Gudiño
Tras un análisis exhaustivo de la literatura publicada sobre el tema de dinosaurios en México, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) realizó una obra que recopila los datos sobre las localidades donde se han descubierto fósiles, huesos, huellas, excremento, nidos y cáscaras de huevo de dinosaurio.
La obra se llama “El registro fósil de los dinosaurios en México”, y ofrece en detalle las localidades ubicadas en los estados de Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Tamaulipas, Durango, Puebla, Michoacán, Oaxaca y Chiapas, donde se han encontrado rastros de dinosaurios.
Si se hubieran hecho estos descubrimientos en otro país, seguramente hubieran parado las obras de cualquier tipo. Se daría presupuesto suficiente para seguir investigando y por supuesto para hacer museos de sitio, de manera que los visitantes apreciaran el hábitat de las especies encontradas.
Me pregunto qué harán con las decenas de mamuts, les urge tanto hacer el aeropuerto que seguramente obligarán a los investigadores a apresurarse y parar la investigación de campo. La Secretaría de Defensa Nacional anuncio que hará un museo dentro del aeropuerto, esperemos se concretice a pesar de que al INAH se le quitó el 75% de su presupuesto.
México tiene petróleo, litio, uranio, oro, plata, fierro, etc. Es un país sumamente rico, el cual ha prácticamente regalado sus riquezas. Con el sudor y muerte de los indígenas se saquearon las minas convirtiendo a la España de esa época en una potencia mundial.
Hoy día sucede lo mismo. La minería no deja ninguna ganancia o beneficio a las comunidades, ni al país, sino a las compañías concesionadas para la extracción de los minerales y energéticos.
Respecto a la riqueza histórica y cultural, no ha sido debidamente valorada ni preservada. Existen valiosísimas colecciones en manos privadas tanto extranjeras como nacionales.
El INAH, no se da a vasto con el bajísimo presupuesto que se le otorga tanto para investigación, como para el cuidado y preservación de los sitios arqueológicos.
Tan solo con esta riqueza histórica y cultural, México sería de los países más ricos del mundo. El afluente turístico sería enorme. Desgraciadamente la herencia española, aún está en la mente y corazón de muchos, al no valorar nuestra raíz. Más de 300 años de escuchar que eran construcciones abominables, que éramos salvajes e ignorantes, no se han remontado. Se continúa destruyendo nuestras riquezas de manera lastimosa y vergonzante.
