DEBATAMOS MICHOACÁN: Rosa Carmina, la “perla del pacífico”

Hablar del Pacífico, es  expresar la diversidad y grandeza del océano, una  zona limítrofe entre el mar y las costas  de Baja California, Baja California Sur, Colima, Chiapas, Guerrero, Jalisco, Michoacán de Ocampo, Nayarit, Oaxaca, Sinaloa y Sonora; pero también nos hace pensar en la grandeza de los recursos del mar y en una joya que está en las entrañas de las ostras y que es valorada, preciada, por sus cualidades y por su dureza, por su color blanco y otros matices y su brillantez.

Cuando hacemos la complementariedad conceptual del Pacífico y la Perla nos encontramos con una frase interesante, muy interesante: “La perla del pacífico” que simbólicamente, expresa dos posiciones: por un lado, la grandeza del océano y por la otra, el valor de una joya creada por la naturaleza y entregada al ser humano para embellecer su cuerpo, para alegrar su alma, para destellar y brillar a los rayos del sol, que es energía y que da calor, calor a lo humano.

En este sentido, eso es la maestra Rosa Carmina Rumbo, “La perla del pacífico”, quien reúne estas dos cualidades; de un lado, fortaleza, madurez, energía, conocimiento, sabiduría, y del otro lado, generosidad, sencillez, humildad, compromiso,  esperanza, respeto, amor por el otro, es decir el valor de lo humano, el valor de la vida.

Rosa Carmina, pronto recibirá el reconocimiento “La perla del pacífico”; un reconocimiento que le da estas dos posiciones,  de grandeza y valor de la vida, es decir, solo una perla del pacífico puede lograr reunir estas dos cualidad, en ella; en Rosa Carmina, sobradamente se dan, porque en ella, brilla el amor, en ella brilla la pasión y la emoción.  

Con más de cinco décadas de enseñanza de la danza en la Costa y sin los apoyos, impulsó procesos en la  música, la narrativa, y desde luego  la danza; y es que con ello, se erige como la decana de un movimiento cultural en la Costa michoacana, que le permite un respeto bien ganado por adultos mayores, jóvenes y adolescentes en un permanente reconocimiento al valor de su persona, a su voz de dirección y mando, pero sobre todo al poder que en su momento tuvo y aún tiene de dirigir a amplios sector sociales para la convivencia social a partir de un ejemplo ético, moral, que lo cubre bien con el ejemplo de una mujer de talento y creatividad, que respeta y sabe hacer respetar.

Rosa Carmina ha sido merecedora de distintas preseas y reconocimientos de sus alumnos y alumnas, de las autoridades auxiliares y municipales, así como estatales, ella ha impulsado con su trabajo procesos de cohesión social, promoviendo la confianza, la identidad, los valores comunales y la convivencia. Rosa Carmina ya fue recipiendaria de la presea “Daniel Vargas” entregada por su aportación al rescate de las tradiciones de los llanitos hoy Lázaro Cárdenas, Michoacán.

Rosa Carmina es profeta en su tierra, y continúa trabajando sin parar, lo hizo antes con los grupos de danza que organizó, en la preparación de trajes regionales, en la música de minuetos y otras acciones musicales y culturales que la hacen ser una joya de un inmenso valor humano que brilla por si sola en su querido Playa Azul, comunidad del pacífico mexicano, de donde es oriunda y donde actualmente ha proporcionado su palapa frente al mar, para hacer un museo que guarde los tesoros de varias décadas de cultura de los Llanitos.

La maestra ha sido formadora de formadores, ha sido impulsora de acciones para la construcción del tejido social, Rosa Carmina, constituye en sí misma ya una institución de cultura para la Costa de Michoacán, nada se puede entender sin reconocer el aporte de varias décadas de trabajo a ras de tierra de la singular mujer michoacana.  

Ella, al ser un referente obligado y un icono de la danza en Lázaro Cárdenas, no solo se suma, sino que naturalmente ella ya es parte de la cultura local ensamblada a través de músicos, cantantes, bailarines, poetas, artesanos y, cocineras tradicionales.

Rosa Carmina, recibió un don de la naturaleza y fue moldeado por su abuelo; él se dio cuenta de la capacidad de Rosa Carmina,  desde muy pequeña  guio el talento de su racionalidad y de sus dos pies, que bastaba tocar un instrumento para hacerle bailar con gracia, sencillez, energía y emoción al movimiento de su cuerpo.  Tal vez una de las danzas más significativas para ella, por su contenido de vida, de dar vida a través del pan, es justamente la Danza de la Panaderas, que es como un himno cuando se toca acompañada de música de minueto en vivo.

Hace varias  semanas Rosa Carmina participó en el Encuentro digital de neuronas, su humildad no le permite expresar la grandeza de su talento y aporte a la región de la Costa; ella es en este momento la decana en la danza y la música vernácula de la región Costa de Michoacán, su legado de saberes deviene de sus abuelos, quienes la formaron en sus primeros pasos como bebe y como profesional de la danza, además de dejarle como herencia el conocimiento musical en el manejo de diferentes instrumentos para su construcción y  ejecución de ritmos locales.

En dicha entrevista, podemos asegurar que  ella es un referente de amor y pasión por la danza. Fue un honor para los directores de danza presentes en el Encuentro digital de neuronas, recibir sus conocimientos y saberes de cinco décadas que han permitido la construcción de tejido social sano.

La maestra Rosa Carmina sabe expresar con su voz suave y generosa que todas las acciones positivas nacen del alma y recorren el cuerpo a través de la sangre que es energía y que genera emoción y la pasión de siempre, de todos los días. Ella comparte con la audiencia que es importante participar de manera sistémica, interconectados. De esta manera, muy pronto ella recibirá de manos de la sociedad civil y en gobernanza con autoridades el reconocimiento de “La perla del pacífico”.