LA PSICOLOGÍA EN EL DERECHO: El movimiento de las jóvenes feministas

En reiteradas ocasiones he manifestado mi descontento por la violencia que se ejerce en contra de las mujeres, hoy recordamos a Jessica como aquella joven que, sin conocerla, nos mostró otra realidad de violencia, la que se ejerce entre las y los jóvenes, nos mostró la sociedad que hemos construido, si, hoy hablemos de lo que hemos hecho y hemos dejado de hacer con nuestra juventud.

Porque Jessica fue asesinada, por un joven de 18 años, con el que solo había salido a dar una vuelta, cosas que haces cuando conoces algún chico o chica, porque de acuerdo con la información de la Fiscalía General del Estado de Michoacán (FGE) Jessica falleció debido a una hemorragia en la cabeza, causada por traumatismo, fue un golpe en la cabeza lo que le quito la vida.

Las personas nos hacemos historias, tratando de imaginar que pudo haber sucedido para que arrebataran la vida a Jessica, pero ¡No, nos hagamos bolas!, en el fondo hablamos de la violencia feminicida.

La Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia define la violencia feminicida como la forma extrema de violencia de género contra las mujeres, producto de la violación de sus derechos humanos, en los ámbitos público y privado, conformada por el conjunto de conductas misóginas que pueden conllevar impunidad social y del Estado y puede culminar en homicidio y otras formas de muerte violenta de mujeres.

Sigo leyendo comentarios de personas molestas por las marchas, incluso un comentario que me revolvió el estómago “esto por una simple mujer” lo anterior, solo demuestra la indolencia social, y si fuera tu hermana, y si fuera tu hija, y si fuera tu madre, y si fuera tu amiga, entonces ¿dejaría de ser una simple mujer?

Por favor, tomemos acción, no permitamos la indolencia no solo son estos aspectos, me refiero a los más sutiles a los que permean la educación de nuestra hijas e hijos pues están en la vida cotidiana.

Porque cada que insultas a una mujer, el mensaje que llega para tus hijas/os es la devaluación de la mujer.

Porque cada que te ríes de un comentario machista, o te quedas callado/a al escucharlos refuerzas la idea de superioridad de los hombres.

Porque cada que consumes pornografía, cosificas a las mujeres disminuyéndolas a objetos de placer.

Porque cada vez que justificas la violencia, permites que poco a poco se normalice la violencia.

Y lo peor es cuando conoces, convives o eres familiar de la persona violenta y decides callar, eso te convierte en una persona igual a ella.

¿Qué haces tú, siendo padre o madre de un hijo violento?, porque segura estoy que no era la primera vez que Diego, no controlara su ira, que no sería la primera vez que ejerciera violencia, rodeado de amigos igual de violentos que él, realizando comentarios llenos de misoginia que circulan en las redes sociales.

Padres y madres de familia nos guste o no nuestras hijas/os son producto de la educación que les brindamos, le debemos a la juventud la enseñanza de que todas nuestras acciones tienen consecuencias, hemos tratado de que no sufran consecuencias sobreprotegiendo o justificándolos. Y eso también es violencia.

Pero bueno, no todo está perdido, en la otra cara de la moneda les puedo compartir que el sábado por la tarde fui testigo de que hoy, el movimiento es de las jóvenes feministas que reaccionaron desde el día uno organizando marchas primero exigiendo que Jessica regresara y después exigiendo justicia, mujeres sororas que luchan por un cambio.

Que no se quedan calladas y que ejercen sus derechos, a pesar de las muchas críticas que se reciben por algunos segmentos de la sociedad, a nosotras las mayores, no nos queda más que acompañarlas, como ellas lo hacían tomadas de la mano, cuidándose unas a otras.

Un, dos tres por ti (Jessica), y por todas mis compañeras.