URBANÓPOLIS: Mario Molina y su legado

El pasado día 7 de octubre conocimos de la muy lamentable noticia del fallecimiento del Dr. José Mario Molina-Pasquel y Heríquez, tercer mexicano en obtener un premio Noble y uno de los principales investigadores a nivel nacional de la química atmosférica, en 1974 su artículo en coaturia con F. Rowland predijeron el adelgazamiento de la capa de ozono como consecuencia de la emisión de ciertos gases industriales, los clorofluuorocarburos (CFC), lo que les mereció el Premio Nobel de Química. 

La relevancia de sus investigaciones y publicaciones condujeron al Protocolo de Montreal de las Naciones Unidas, el primer tratado internacional que ha enfrentado con efectividad un problema ambiental de escala global y de origen antropogénico. Era profesor del Departamento de Química y Bioquímica en la Universidad de California en San Diego y del Instituto de Oceanografía SCRIPPS, institución lider en el tema del Cambio Climático. En México presidio desde el 2005 el Centro de Investigación Mario Molina, para impulsar la realización de estudios estratégicos sobre energía y medio ambiente.

Desde 1995 que el Dr. Molina recibió el Premio Nobel, se ha avanzado significativamente en este rubro, nada menos, en un artículo publicado en mayo de este año, se indicó, que después de observaciones de investigadores del Servicio de Monitoreo de la Atmósfera de Copérnico (CAMS) de la Unión Europea sobre el Ártico durante casi un mes, afirmaban que el agujero de ozono más grande detectado sobre el Polo Norte finalmente se ha cerrado.

Ahora con la pandemia, mucho se ha dicho al respecto de la disminución de los gases de efecto invernadero, la realidad es que, la caída de los gases de efecto invernadero a nivel mundial parece casi insignificante. Los meteorólogos esperan que las emisiones caigan más del 5% durante el 2020, pero todavía está por debajo de la disminución del 7.6% que, según los científicos, es necesaria cada año durante la próxima década para evitar que las temperaturas globales aumenten más de 1.5 grados Celsius. Se afirma que sí las emisiones globales de dióxido de carbono comenzaran a disminuir mañana al menos un 5% cada año, la tasa a la que la Tierra se está calentando no comenzaría a cambiar, al menos de una manera detectable, hasta después del año 2040.

Recomendaciones del Centro Mario Molina

La preocupación del Centro Mario Molina (CMM) por coadyuvar con México hacia esquemas más sustentables, se observa en el documento intitulado “Hacia un modelo de transporte sustentable para las ciudades mexicanas” en el se plantea con toda claridad que en México, “el sector autotransporte utiliza cerca de una tercera parte de la energía generada a partir de combustibles fósiles, emite una quinta parte de los gases de efecto invernadero y, en promedio, consume 8% del tiempo de los habitantes en las grandes metrópolis mexicanas. En gran parte, esto se debe a la actual desconexión entre el desarrollo de las ciudades y la organización de la infraestructura de transporte, lo cual hace que los desplazamientos sean cada vez más largos, fatigosos y contaminantes”.

El Centro Mario Molina propone políticas públicas que articulen los planes de desarrollo urbano con los proyectos de inversión en transporte colectivo, como la única opción que hara posible introducir soluciones de transporte público que reduzcan la intensidad energética de los desplazamientos, mejoren la calidad de aire y eleven la accesibilidad de los servicios para toda la población.

En primer lugar, recomienda el CMM es preciso revertir el modelo de desarrollo disperso que ha provocado la “motorización” y congestionamiento vial de las ciudades mexicanas, y eliminar la multiplicidad de incentivos al uso del automóvil, entre los cuales destaca el subsidio a las gasolinas, la elevada inversión en infraestructura vial para automóviles, la abundancia de estacionamiento gratuito sobre las vías públicas y la amplia oferta de créditos de las empresas automotrices. Para dar respuesta a estos retos, es necesario crear instituciones metropolitanas y fortalecer las existentes, generando espacios de plena autonomía y libertad presupuestal donde los diferentes niveles de gobierno puedan coordinar una visión integral de desarrollo urbano y movilidad.

Aún antes de que se plasmará en la Ley General de Asentamientos Humanos, Desarrollo Urbano y Ordenamiento Territorial, el CMM señaló que el transporte público debería de  tener preferencia sobre el automóvil, ya que éste usa el suelo urbano de manera poco eficiente: al estar estacionado 95% del tiempo, señala que “un auto puede ocupar el mismo o más espacio que la oficina de su conductorEn contraposición, el transporte público está en funcionamiento durante la mayor parte del día y utiliza hasta 50 veces menos espacio vial por pasajero transportado”.

Para lograr lo anterior, se considera, segun el CMM, que se deberá evitar la reproducción del sistema de concesiones particulares de transporte e impulsar la organización de los grupos de transportistas en empresas público-privadas que sean modernas, capaces de ofrecer servicios competitivos y de alta calidad. Una vez conseguido esto, será posible planear e invertir en sistemas de transporte público de alta capacidad que sean costeables, dignos, seguros y de bajo impacto ambiental.

Las recomendaciones no ignoran la parte económica y señala que la aplicación de instrumentos económicos, los cuales deberán servir un doble propósito: ser una fuente predecible de financiamiento y contribuir a desincentivar el uso del automóvil particular. En este sentido, los instrumentos más efectivos, a decir del CMM, son las tarifas sobre los combustibles, los cargos por el uso de vialidades urbanas, el uso de parquímetros, las multas a vehículos ostensiblemente contaminantes y las tarifas de estacionamientos públicos en zonas de alta congestión vehicular. Incluso señala que, considerando que en el corto plazo estas nuevas cargas impositivas pueden afectar a las familias económicamente, una parte de los ingresos adicionales deberá destinarse a otorgar apoyos directos para el sector poblacional menos favorecido economicamente.

Un compromiso ineludible

Finalmente considero que, del mismo modo en el que haber otorgado en 1982 el premio Nobel de la Paz al michoacano Alfonso García Robles, por su contribución a la firma del Tratado de Tlatelolco, que buscaba asegurar la prohibición de los armamentos nucleares, le confirió a México una posición inigualable en el contexto internacional, siempre en congruencia con este Tratado. Y que, el Nobel de Literatura otorgado a Octavio Paz, vino a consolidar el surgimiento de una nueva generación de escritores en México e incluso de escritores hispanoaméricanos, en aquella ocasión Paz señalo que este premio le animaba a seguir escribiendo y que su mayor reconocimiento en la vida era “tener lectores”. Hoy considero, que México, deberia de redoblar esfuerzos por hacer del legado de Mario Molina, el eje de sus pollítica ambientales, pues hay un compromiso moral con este mexicano y más aún, un compromiso ético con la humanidad en materia ambiental.