El régimen político democrático existente en el país es incompatible con la forma de la vida al interior de los partidos políticos y se puede hacer un estudio de cada uno de ellos de la manera de su régimen interno en base a los estatutos, eso es todo un tema a investigar.
Por otra parte, la militancia o el número de afiliados, donde solamente en PRI tiene un número de afiliados mayor a los 2 millones, seguido del PRD con 1 millón 242 mil afiliados, los demás partidos no alcanzan el medio millón de afiliados y estos números no expresan el número de votos obtenidos en la elección federal del 2018.
Otra característica de la mayoría de los partidos políticos en México es su estructura burocrática y antidemocrática en la forma de elegir a sus dirigentes y candidatos a cualquier puesto de elección popular.
De igual forma el alto costo de su financiamiento público y el poco desempeño en la contribución a resolver los problemas del país deja mucho que desear, además de los escándalos de corrupción que la mayoría están involucrados.
El financiamiento para el 2021 del sostenimiento es por un monto de 5 mil 250 millones de pesos y para las campañas de 1 mil 575 millones de pesos lo que significa toda una fortuna en un país en medio de la pobreza.
Todo lo anterior tienen que ver con la falta de democracia al interior de los partidos políticos en México como consecuencia de una cultura política de un régimen antidemocrático, lo que significa que la vida de los partidos políticos no corresponden a las necesidades de la democracia formal del país hoy amenazada por la 4T.
Todo lo anterior expuesto tiene íntima relación con la crisis partidaria de Morena por la elección de su dirigencia ordenada por el Tribunal Electoral de la Federación, cuenta, según el Instituto Nacional Electoral, con más de 460 mil afiliados y como se sabe es la primera fuerza política y el partido en el poder.
Sin embargo, estos logros políticos alcanzaron por Morena incluyendo la presidencia de la republica y la mayoría del Congreso de la Unión así como diferentes puestos públicos a nivel local y con más de 30 millones de votos, este partido político se encuentra en una profunda crisis política, donde las diferentes corrientes políticas al interior se disputan un botín de mil 653 millones de pesos del financiamiento público de acuerdo a datos del INE.
A lo anterior hay que agregar, el financiamiento de todos los institutos electorales locales que le otorgan prerrogativas que según algunas fuentes equivale al mismo monto del INE.
Es por ello que la lucha por la dirigencia nacional de Morena es encarnizada, porque a partir del control del partido se decidirán las candidaturas a gobernadores, diputados federales y locales.
Pero Morena también su crisis es producto del fracaso del gobierno de López Obrador en el ámbito sanitario y económico como financiero.
Al mismo tiempo Morena expresa la crisis del sistema de partidos en el país, donde las estructuras burocráticas y antidemocráticas no permiten la participación ciudadana activa al interior de los partidos políticos.
Al mismo tiempo la antidemocracia partidaria es un freno al régimen político democrático ganado por la participación activa de los ciudadanos y sus diversas expresiones políticas y sociales, lo que significa que una buena parte de las aspiraciones de los ciudadanos comunes y corrientes no encuentran un espacio en los partidos políticos, no expresan las necesidades económicas y sociales de los ciudadanos en su mayoría empobrecidos.
Es por ello, que hoy los partidos políticos se encuentran en una profunda crisis y por lo tanto el sistema, a lo que hay que agregar la dificultad legal para la formación y el registro de nuevos partidos políticos.
Una idea final, los dirigentes de los partidos políticos no tienen un proyecto de país donde se sinteticen las diversas demandas de una sociedad cada vez más demandante a los diversos gobiernos.
Esta es la explicación de la crisis profunda del partido de Morena que es a su vez la crisis del gobierno de la Cuarta Transformación.
