Durante los últimos cuatro años de mi trabajo profesional, me ha tocado incursionar en el tema de las masculinidades, dirigidos a diferentes públicos y edades. Durante este periodo de pandemia por Covid-19, me dedique a trabajar en la plataforma digital promoviendo diversos temas, entre ellos la deconstrucción del mandato de masculinidad, como instrumento detonador del compromiso y respeto del hombre en su reflexión para evitar la violencia contra mujeres y niñas. Durante el mes de octubre y en el marco de las fiestas octubrinas de Apatzingán, pude dirigirme a diferentes grupos sociales para abordar dicho tema: servidores públicos (donde incluso participo el señor presidente municipal de Apatzingán y su señora esposa); los jóvenes y; maestros, directivos y cadetes de la IEESSPP, así como en muchos otros webinar, donde planteamos la masculinidad como un mandato para legitimarse frente a otros y ejercer poder y violencia.
Derivado de ello, y como lo pudimos apreciar durante la información que proporcionaron las autoridades de diferentes niveles de toma de decisiones y que fue mediática, considero que al no disminuir la violencia en general sobre la mujer, se hace necesario impulsar acciones de investigación para trabajar en un modelo que permita avanzar en la igualdad sustantiva, sin pensar en que existe la homogeneidad en el concepto, porque finalmente hay diversidad de masculinidad, de micro machismos y en general de posibilidades de ser hombres, de ser masculinos. Es un reto al que hay que brindarle todo el compromiso personal, esta acción de investigación la realizare como Presidente del Grupo de Facto Diversidad Sexual en Michoacán.
De esta manera estaremos trabajando en una nueva investigación, estamos ya preparando el protocolo de investigación que nos permitirá definir las líneas de trabajo y sobre todo establecer los mecanismos para trabajar con la sociedad en la prevención de la violencia y en la generación de nuevas oportunidades de convivencia entre las parejas que evita la violencia. La investigación la desarrollaremos en Apatzingán, y se abordarán las temáticas de las masculinidades hegemónicas, así como otro tipo de masculinidades subordinadas, alternas, líquidas y otras. Lo realizaremos en el marco de mi preparación como doctorante del Doctorado en Género y Derecho, del IUP, extensión Morelia y con el apoyo de otros estudios que tengo de posgrado en Política, Gobernabilidad y Política Pública y Ecoeducación.
Después de dos años de trabajo permanente en Apatzingán, una de las líneas de investigación que es producto de dicha presencia social, es justamente trabajar sobre masculinidades para atender una problemática que se vive en dicho espacios y en otros municipios que cuentan con la Alerta de Violencia de Genero; continuo pensando que cualquier intervención, por pequeña que esta sea, desde las instituciones, o bien desde la sociedad civil organizada o desde luego de las empresas o sindicatos continuara siendo bienvenida.
Reconozco que los hombres podemos ser agentes de transformación y cambio social, pero para ello, requerimos que se sumen a las reflexiones, no solo del qué, sino el cómo se construye ser hombre, padre, esposo, pareja, y que ello, nos ayude a impulsar acciones para atender los nuevos retos que demanda la sociedad posmoderna y de hiperconsumo y del perfil economicus que tiene el hombre. Si el hombre masculino no comprende en sus procesos de pensarse, despensarse, y repensarse como digo yo, pero además si no comprende la importancia de la cohesión social en un marco de valores, principios y virtudes sociales, en el cual la convivencia sea un elemento detonador y la fraternidad, seguiremos padeciendo de la violencia que genera en un modelo económico el Patriarcado.
Queremos avanzar en hacer propuestas que permitan diseñar acciones para coadyuvar a procesos de cambios culturales, que ayuden a disminuir y en general a evitar el androcentrismo y cerrar las brechas de desigualdad que existen entre los hombres y las mujeres. Por ello, seguiremos trabajando en los centros escolares, de educación media superior y superior y los espacios con los servidores públicos, las colonias, para que desde niños, adolescentes, jóvenes, adultos y, adultos mayores dialoguen sobre las problemáticas y nos compartan sus propuestas de atención para la deconstrucción de las masculinidades hegemónicas e impulsar modelos de masculinidades colaborativas o comprometidas en procesos de familia, con sus hijos e hijas, de carácter social y relacional.
Estoy seguro, al hacerlo hoy como presidente de Grupo de Facto, que seguiré trabajando de la mano con la organización Por amor a mi tierra Apatzingán OBC, pero también con las autoridades municipales que me han brindado todo su apoyo, así como otros actores sociales y políticos que serán fundamentales.
Los dos años de experiencia en el trabajo profesional desarrollado en Apatzingán, nos permitirá avanzar significativamente, en construir diversas líneas de acción estratégica para continuar en la búsqueda de hacer posible la igualdad sustantiva.
