Incertidumbre…

El martes pasado, cuando apenas los difuntos partían al otro lado, cuando aún las puertas al inframundo estaban entreabiertas, llegó el día que millones de norteamericanos esperaban para definir su futuro.

Lo trágico es que no solo ellos están preocupados por su futuro, sino del resultado de las elecciones depende también el futuro del mundo. Así de fuerte es el poder del imperio norteamericano.

Imposible no pensar en la guerra de las galaxias, con su intransigente, violento e intolerante emperador, y sus fieles seguidores. Pero también la otra parte, la de los rebeldes, los pensantes, los incluyentes, los respetuoso del entorno y de los demás.

Y desde fuera, pareciera de otros mundos, estamos los millones que no tenemos voto pero que si seremos afectados por lo que suceda en esta elección. Cuya importancia es enorme, pues el mundo está al filo de lo que se haga o no se haga determina la sobrevivencia del planeta y la de todas las especies que le habitamos.

Hasta ayer miércoles a las 10 de la mañana, no se sabía quién era el ganador. La votación está sumamente cerrada, casi parejas podría decirse. Eso nos habla de que hay dos Estados Unidos, de dos posiciones luchando por el poder para llevar a cabo su proyecto.

En la madrugada de martes a miércoles, ante los resultados y la no certeza de ser el ganador, Trump se proclamó ganador, y prohibió se contarán los votos faltantes. Los cuales en su mayoría son los que desde hace días votaron por correo, y que son tantos que aún no se han podido contabilizar hacia quién va su voto.

Miles de votantes, ante la posibilidad de grescas, violencia e intimidación el día de las elecciones prefirieron la opción de votar por correo. Trump mediante los medios de comunicación se encargó de crear la idea de la posibilidad de confrontaciones.

Durante los últimos días de su campaña, Trump pidió a sus millones de seguidores que fueran a votar a las casillas, que no lo hicieran por correo. Quizás sabiendo que los votos por correo no le son favorables, es que ordena no contarlos.

Interesante es esta elección en tiempos de Covid, en la cual hasta el virus tiene que ver.  Muchos prefirieron emitir su voto por correo, sobre todo los adultos mayores para evitar exponerse al contagio.

Las campañas en tiempo del Covid están siendo totalmente diferentes a las anteriores, las redes tienen un papel preponderante, pues son en última instancia formadores de opinión.

En la madrugada se gestó una pelea entre Trump y Twitter, pues tras declarase el ganador, Twitter dijo no era verdad, que aún había votos que contar. Y borró el Twit del aún presidente del país más poderoso del mundo.

Durante su mandato, Trump ha utilizado mucho Twitter. En ocasiones, Trump inicia el pleito; otras, revive viejas batallas como un guerrero consumido por las victorias del pasado. Trump se niega a dejar atrás el pasado y lo usa como herramienta política. Ha aprovechado sus interminables batallas personales para acicatear a sus bases y para darles una razón para unirse. Los pleitos le han dado definición a su vida, a su negocio, a su campaña de 2016 (en la que eliminó uno a uno a toda una generación de grandes candidatos republicanos) y ahora, a su presidencia.

En su Twitter, Trump ha arremetido contra Obama, contra la canciller alemana, Angela Merkel, contra los altos funcionarios del Departamento de Justicia en febrero pasado, es raro que Trump deje en paz a Hillary a quien puso el sobrenombre de “la Corrupta”. Incluso durante un tiempo, Trump tuvo una rencilla personal con la superestrella de la NBA, LeBron James; insinuando en un twit, el año pasado, que James no era muy listo; este fue uno de los muchos altercados de Trump que al parecer tienen tonos raciales

Además, nunca suelta su duelo con los reporteros, a quienes ha llamado “enemigos del pueblo”.

Como les comentaba Twitter, quitó el twit de Trump declarándose ganador, por considerar una gran mentira lo twiteado por el presidente: “Tenemos una GRAN ventaja, pero ellos están intentando ROBAR las elecciones. Nunca les dejaremos hacerlo. ¡Los votos no pueden emitirse una vez cierran las urnas!”.

Lo que realmente intenta hacer Trump, es desconocer el voto anticipado y el voto por correo, el cual se presupone mayoritariamente demócrata. Dado que al politizarse lo del Corona virus, la gente que más conciencia tiene, mandó su voto por correo. Al contrario de los seguidores de Trump que acudieron a votar muchos sin tapabocas o mascarillas.

Desde el martes, Trump mandó a las diferentes cortes estatales, demandas legales para tramitar que se desconozcan los votos por correo los cuales deberían ser contados aun tras cerrarse las urnas.

Estamos hablando de 100 millones de votos, que de no ser contabilizados garantizan a Trump, el voto de los estados bisagra, (que no votan por el partido sino por el candidato) los cuales le harían ser el ganador de esta elección.

Tras esto, se pronostican dos conflictos post electorales; uno en tribunales con los abogados de cada uno de los partidos, y otro en las calles.

Se teme haya una elección impugnada, la cual traería consigo incertidumbre.  La incertidumbre es enemiga de los mercados. Los inversionistas esperaban que los primeros resultados apuntasen a un claro ganador más temprano que tarde, evitando el escenario de pesadilla de una elección impugnada. Y todo apunta a eso, al menos por hoy miércoles.

La palabra griega “democracia” (“el poder del pueblo”) fue inventada por los atenienses para definir un sistema de gobierno de la ciudad en el cual las decisiones eran tomadas por la asamblea de ciudadanos y no por un rey o emperador como en otras ciudades o imperios de la antigüedad.

El término democracia aparece con Heródoto, un historiador y geógrafo del siglo V a.C. definiendo democracia como una forma de gobierno ya entonces objeto de debate. En su etimología, significa gobierno “del pueblo”, y ha sido anhelo de la humanidad por milenios.

El voto, el derecho a decidir quién debe regir el destino de un país, no fue regalado, se ganó, se luchó por ese derecho, es una conquista social. Es un derecho que muchas veces no es respetado. Sobre todo, cuando el resultado afecta enormes intereses económicos y políticos.

Hace unos días, salió en las redes un video donde el expresidente Obama, se dirige a los norteamericanos donde termina diciendo que; “la reputación democrática de E.U. se ha visto amenazada como nunca antes. Para sacar a este país de estos tiempos oscuros, solo se logrará con todos los estadounidenses unidos. Ningún estadounidense puede arreglar este país solo. La democracia nunca fue hecha para ser transaccional: se requiere una ciudadanía activa e informada. Te pido que creas en tu responsabilidad como ciudadano, para asegurarnos de que los principios básicos de nuestra democracia perduren. Porque eso es lo que está en juego ahora mismo, nuestra democracia. Esperan hacer que votar sea más difícil para ti, y te convencen de que tu voto no importa. Así es como ganan. Así es como consiguen seguir tomando decisiones y la vida de las personas que amas. Así es como la economía seguirá desviándose hacia los ricos y bien relacionados. Así es como nuestros sistemas de salud dejarán a más gente en el olvido. Así es como una democracia se marchita. Hasta que deja de ser una democracia. Y no podemos dejar que eso suceda.”

Hasta el momento de escribir este, no se sabe quién realmente ganara esta elección. La cual es la elección que definirá que tipo de mundo tendremos a futuro.