De acuerdo con el semáforo epidemiológico de la federación, en esta semana Michoacán avanza a color amarillo, el cálculo lo realizó la CONACID, toma en cuenta 4 factores:
· Porcentajes de ocupación en camas de terapia intensiva
· Porcentajes de casos positivos
· Tendencia de camas ocupadas
· Tendencia de casos positivos
Siendo esta la fuente para determinar el semáforo, esto implica riesgo medio de contagio, en donde todas las actividades laborales están permitidas, cuidando a las personas con mayor riesgo, los espacios públicos se abren de forma regular, y los espacios cerrados se abren con un control de ingreso de personas reducido. por lo que algunas de las actividades no esenciales podrán reiniciarse y podrá incrementarse el número de personas en las actividades esenciales.
No sé a ustedes, pero, a mí me genera sospecha el cambio de color en el semáforo dado que libera a sectores de la población para deambular y es que, el día de hoy comienzan 2 semanas dedicadas al “buen fin” recordar que esta promoción surgió para estimular a la economía y por esta ocasión está proyectada para que se realice del 9 al 20 de noviembre y casualmente los comerciantes están anunciando que los compradores podrán acudir a los Centros Comerciales respetando las medidas de higiene. Por otra parte, se acercan las actividades de fin de año en la que las personas privilegiadas económicamente gastan, y las personas con pocas posibilidades de dinero se endeudan para aprovechar las ofertas o cumplir la ilusión de las y los niños de la casa. “Creo que se espera el milagro de la Navidad”.
Los dos acontecimientos de impacto económico a que me refiero, ocasionaran una gran movilidad de personas y su consecuencia es el aumento de los casos de COVID.
Por lo que me cuesta trabajo entender, que, si vivimos en un mundo con mayores avances tecnológicos, y solo contamos con 43 proyectos de investigación de vacunas en todo el mundo; de los cuales, aproximadamente 12 de ellos ya están fase clínica, es decir en la antesala de saber si funciona o no, sin embargo, aún no tenemos vacuna.
En nuestro país, iniciando esta fase apenas hace un par de días con una consigna poco esperanzadora de parte del subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell Ramírez: “Es importante que no haya una expectativa ficticia o basada en la ignorancia. No es posible, porque se requiere de tiempo de exposición y para evaluar a los voluntarios a fin de determinar su eficacia.”
Cuanto tiempo requiere la fase tres, aún no lo sabemos, seguiremos en la incertidumbre, aunado a los costos que tendremos que pagar como efectos de esta pandemia.
El decremento en la economía, como ya sabes se detuvieron muchas actividades, como consecuencia el quiebre de pequeñas y medianas empresas, acompañadas del desempleo, también se ha visto afectado el campo y la industria.
Uno de los factores que incrementan la criminalidad es precisamente el decremento de la económica, otra factura que nos cobra la pandemia, la incidencia delictiva en aumento, y el alza de las actividades del crimen organizado, nuevamente escuchamos noticias de personas ejecutadas en todo el Estado, cada vez con mayor crueldad ocurren los asesinatos.
La pérdida del ciclo escolar de la juventud, que se convierten además en presa fácil para el reclutamiento del crimen organizado, pues al estar carentes de actividades constructivas y aunados a las carencias económicas que las personas adultas no podemos proveerles, genera el caldo de cultivo necesario para elegir el camino “fácil”.
Un ciclo escolar virtual, al que nuestras juventudes no estaban preparadas, una gran porción de la población sin acceso a los servicios de internet, y el porcentaje que cuenta con las posibilidades poco interesado por las clases presenciales o medio atendiendo a sus docentes.
Las juventudes que cursan secundaria encontraron en la tecnología nuevas formas de ejercer violencia en contra de sus pares y del personal docentes, mostrando una gran falta de empatía por las personas, algo en lo que deberíamos estar ya muy ocupados por cambiar.
Las afecciones en el desarrollo de la niñez, principalmente las de psicomotricidad (capacidad psíquica para el movimiento del cuerpo), todo lo que se aprende en la educación preescolar es la preparación para la lecto-escritura, el proceso de separación de las figuras cuidadoras y los de socialización con sus pares también se perdieron, en el caso de los más grandecitos el abuso que para mi punto de vista raya en la adicción de los videojuegos y el internet y en el de los menos privilegiados el incremento del uso de la televisión.
De ahí que solo nuestra responsabilidad podrá evitar el contagio del Sars cov-2 por ello la pregunta con la que intitulo esta colaboración, entonces, ¿que sigue ahora?, llegaremos al mes de diciembre con un semáforo verde que nos permita retomar todas nuestras actividades como si nada hubiese pasado o nos ocuparemos de los daños generados a lo largo de este año, pensemos cada uno de nosotros como pretende regresar y si realmente aprendió algo de esta experiencia porque pendientes por resolver tenemos muchos. Tu decide a cuál le darás prioridad, considero que llegara el momento de avanzar independientemente del color del semáforo.
