REPERCUSIONES: El crimen organizado

Indudablemente que la gran mayoría de los michoacanos nos preguntamos el porqué  de  la grave crisis que durante ya más de tres sexenios permanece  en  nuestro Estado la Pandemia, llamémosle así, a los incontables asesinatos a mansalva que ocurren (un día sí y al siguiente)  en Michoacán y que se multiplican en todas partes del territorio nacional.

Desde mi juicio personal, esta serie de muertes se presentó en la lamentable era del nefasto Carlos Salinas de Gortari, quien visitara el territorio michoacano disfrazado de soldado. Su vestidura, que  por cierto le quedaba muy grande, guanga,  indujo a periodistas y a la gente misma, para que lo caricaturizaran, pues la ropa militar que usó, principalmente la “casaca” casi llegaba al suelo.

Pero en fin, desde esa visita presidencial, quienes en la zona costera del Pacífico se dedicaban al cultivo de la “yerba”  y por la orden presidencial de atacar a los sembradores de, la misma, los cultivos de las yerbas  se intensificaron, los campesinos se organizaron, crecieron los cultivos y los crímenes en la sierra y en la costa se intensificaron, más aún por la prohibición de los mismas drogas.

Al escribir lo anterior recordaba a mi abuela, quien me contaba que “en un fiesta nacional que se celebraba en su pueblo, en un baile que se sucedía por ser un día solemne, un soldado “mariguano”, la  invitó par que bailara con él, sin que nadie se asombrara por el cigarro que el soldado fumaba.

Recuerdo también, que en el jardín del pueblo,  se acostumbraba el plantío de las amapolas, que por cierto son muy bonitas, de tal manera que el nombre de una canción, recibe el nombre de “Amapola”, misma  que a  la letra dice:

De amor en los hierros de tu reja

De amor escuché la triste queja

De amor escuché a mi corazón

Diciéndote así esta dulce canción:

Amapola lindísima amapola

Será siempre mi alma tuya sola.

Yo te quiero amada niña mía

Igual que ama la flor la luz del día.

Amapola lindísima amapola

No seas tan ingrata y ámame,

Amapola, amapola

Cómo puedes tú vivir tan sola.

Curiosamente, y si no estoy equivocado, la Reyna de Inglaterra y sus familiares más cercanos, en sus actividades principales, suelen usar un botón (o insignia) en la forma de la flor de amapola, colocada  en la parte derecha de su abrigo o saco.

Hace algunos años tuve la suerte de trabajar en el desarrollo de la Costa  y Sierra de Michoacán no era asombroso encontrar a gente del campo, limpiando las áreas donde se sembraría la  yerba.

Es más, la gente misma, que ya me conocía, al saber que me internaría en la sierra  y en algunos parajes, sin yo solicitarlo, se acercaban para preguntarme hacía  dónde me dirigía y me acompañaban.

Fue curioso que en un día por la sierra, me separé de dos amigos estaban entretenidos en una plática y sin darse cuenta me separé de ellos, y pasado unos minutos ya me buscaban alarmados. Cuando me encontraron, uno de ellos, me dijo: ¡Oiga, no se nos ande separando!

Afortunadamente, en los años que estuve trabajando en la Costa y Sierra Michoacana siempre tuve amigos ¡que me cuidaban lo espalda!

Cierto es que en los años cincuenta – sesenta, en la ciudad de México se podía “comprar” una dosis de este enervante en las oficinas de la vieja Secretaría de Salubridad y Asistencia Pública, que mantenía un control de los usuarios de este droga.