A la fuerza, cumplen cierre de negocios en Pátzcuaro

La ciudad de Pátzcuaro y sus alrededores estuvieron sin actividades económicas. (Foto: Armando Martínez)

Pátzcuaro, Michaocán.- Por segundo domingo, de cinco posibles, la ciudad de Pátzcuaro y sus alrededores estuvieron sin actividades económicas, ya que por disposiciones gubernamentales y del sector salud y debido al incremento de casos de infectados de COVID 19, se debieron cerrar todos los comercios establecidos e informales, así como los tianguis que se instalan en algunas zonas del municipio, aunado a esta disposición, se manifiesta en un fuerte grueso de la población una crisis económica aparte de la crisis de la pandemia. 

Fue este domingo 17 de enero, el cual se cumplió (a fuerzas) el decreto emitido por el gobierno del Estado que preside Silvano Aureoles Conejo y el sector salud, que manifiesta que durante los domingos de enero la totalidad de los comercios (no esenciales) deben permanecer cerrados, salvo las farmacias, hospitales, funerarias (un gran negocio actualmente) y otros negocios más, que pueden permanecer trabajando para dar servicio a la población que lo requiera. Por lo tanto y de manera histórica, el domingo fue algo fuera de los usual, ya que es cuando más movimiento de gente hay en la zona del centro histórico, que acuden a realizar sus compras, o bien a pasear y también es cuando más presencia de turismo hay; ahora todo eso está desolado y en domingo, lo que parece ser un “pueblo fantasma”. 

Debido a este decreto, los comerciantes, sobre todo quienes tienen un pequeño negocio y que van al día, deben sufrir las consecuencias, tanto del decreto, como de aquellos necios que no cumplen las disposiciones y medidas sanitarias y son los que provocan las alzas en los contagios del nuevo Coronavirus y los resultados saltan a la vista con un mayor número de casos, donde Pátzcuaro no es la excepción y hasta este fin de semana se contaba con mil 400 casos confirmados y 82 fallecidos, con el riego de que estas cifras sigan aumentando en los próximos días y tomando en cuenta que hay quizá cientos de personas que no saben que están contagiados (asintomáticas) y van contagiando a más gente en su camino, pagando “justos por pecadores”. 

Por otra parte, no se entiende el actuar de los políticos de todos los niveles cuando se contagian de la enfermedad, ya que muy campechanamente dan a conocer que están infectados, pero que “van a seguir trabajando a distancia” y seguir ganando su jugosa dieta, mientras que la gente de a pie y que se enferma, tiene que confinarse en su casa y a ver que Dios le socorre y se apiade de él o ella, mientras los políticos reciben su sueldo completo y seguro, cuando mejor se debería repartir entre la gente que no cuenta con algún servicio médico y se tiene que confinar y tal vez a esperar a que le llegue su fin. 

Son varios los políticos de todos los niveles que se han infectado y que por fortuna son asintomáticos y que se confinan en sus lujosas casas, como lo fueron en el momento que se dieron cuenta de su enfermedad, Silvano Aureoles, gobernador; Carlos Herrera, aspirante a la gubernatura, Víctor Manuel Báez Ceja, presidente municipal de Pátzcuaro; Julieta Bautista, de Comunicación Social del gobierno del Estado, entre muchos otros políticos más que campechanamente dejaron de trabajar (si es que lo hacen), pero que siguieron recibiendo su gran salario en vez de que lo donaran para alguna causa. Y se seguirán viendo estos casos seguramente.