Políticas migratorias de México y Centroamérica deberán cambiar con Biden

México, Guatemala, El Salvador y Honduras han gestionado el tránsito de los migrantes de acuerdo con lo que dictaba Estados Unidos, pero los cambios en Washington los obligarán a tomar nuevas medidas. (Foto: especial)

Ciudad de México.- La relación de México y Centroamérica con Estados Unidos en temas migratorios ha estado dictada siempre por Washington. Durante los cuatros años del gobierno de Donald Trump, la instrucción era frenar, a toda costa, a las personas que se dirigen a la frontera de México con Estados Unidos.

Según Expansión, en estos años, la política migratoria de México se endureció para complacer al político republicano, que amenazó al país con la imposición de aranceles a todas las exportaciones mexicanas, algo que significaría un duro golpe para el país latinoamericano ya que casi todo su comercio exterior depende de Estados Unidos.

En Guatemala, Honduras y El Salvador también se vio un endurecimiento de las medidas migratorias. El mejor ejemplo, es la última caravana migrante, que partió de Honduras el 15 enero. Esta fue detenida a golpes por la policía y el ejército de Guatemala. Muchos de los 9,000 migrantes que habían partido hacia Estados Unidos, regresaron a su país.

La llegada de Joe Biden a la presidencia significará un giro para la política migratoria no solo de Estados Unidos, sino de México y de los países del Triángulo Norte. La reforma migratoria presentada por el demócrata contempla “atender el problema migratorio desde la raíz”, lo que se traducirá en un esquema de cooperación para el desarrollo de esta región.

Esta cooperación, señalaron especialistas consultados por Expansión, deberá traducirse en políticas innovadoras y que no se hayan aplicado en la región.

“No debe ser una relación basada en amenazas a los países de Centroamérica, pero tampoco de intercambio”, explicó Maureen Meyer, vicepresidenta para programas de la Oficina de Washington para asuntos Latinoamericanos, la WOLA, una organización de investigación y que promueve los derechos humanos de la comunidad latina en Estados Unidos.

La especialista indicó que algunos países como Guatemala o Honduras, aceptan cooperar con Estados Unidos para detener los flujos migratorios o para implementar medidas de asilo, “por pensar que por eso, Estados Unidos no los va a presionar en otros temas, como sus esfuerzos por desmantelas los mecanismo contra la corrupción y la impunidad”.

A diferencia de Trump, la especialista estima que Biden presionará más a los países centroamericanos para que combatan de manera efectiva la corrupción, que ha dejado un “pobre récord” durante los últimos años.

El demócrata va “a querer colaborar en temas migratorios, pero no desde la óptica de qué es lo que los países podrían dar a Estados Unidos, sino de cooperación y en esto también también cabe México”, dijo Meyer.