El daño es irreparable

El responsable visible es el doctor Hugo López Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, personaje con formación en Medicina Interna y Epidemiología y dedicado, desde hace años, a la medicina de escritorio. (Foto: especial)

En estos días es obligado hablar de uno de los mayores errores de la llamada 4T,  el manejo de la pandemia ocasionada por el coronavirus,  para mí el error  más costoso y censurable,  pues involucra algo que no se puede reponer, vidas humanas;  miles,  decenas de miles de vidas que se perdieron por una estrategia que desde el principio era a todas luces deficiente y que, contra toda evidencia, se sostuvo por la obstinación de quien tiene la última palabra.

Inmunes a todo argumento, los responsables del manejo de la pandemia en México viven en un mundo de cifras alternas, manejando  datos que solo existían  en el papel y a tomar decisiones que iban contra todo lo que aconsejaban los expertos en epidemiología tanto en México como en resto del mundo. El responsable visible es el doctor Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, personaje con formación en Medicina Interna y Epidemiología y dedicado, desde hace años, a la medicina de escritorio.  No es, ni de lejos,  el genio que creer ser, solo es un médico que conoce sobre epidemiología pero que decidido, por así convenir a sus intereses,  obedecer ciegamente las directrices  de alguien que carece de los más elementales conocimientos de medicina, el C. Presidente López Obrador, personaje que sigue su propia agenda, donde medicina y la epidemiología solo son palabras  que poco significan en su universo. Su interés primario es buscar su permanencia en el poder, al costo que sea.

El resultado de esta combinación, un jefe ignorante y un subordinado decidido a complacer a su patrón es el previsible, un absoluto fracaso que ha costado miles de vidas.

Científicos y expertos en diversas áreas han cuestionado, con argumentos, el manejo de la pandemia por el dúo López sin resultado alguno, salvo ser descalificados. Pero hace unos días apareció un libro  escrito por  la Dra. Laurie Ann Ximénez, doctora de Ciencias Médicas por la Universidad de Harvard y jefa del Laboratorio de Genética Molecular de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM),  que lleva por título “Un daño irreparable La criminal gestión de la pandemia en México”. En él la doctora cuestiona, con datos verificables,  toda la estrategia que  López-Gatell  ha diseñado para manejar  la pandemia, la cual considera como  totalmente equivocada e inadecuada, agregando que el citado doctor Gatell, aun sabiendo que está equivocado,  se ha negado a modificarla.

No hay necesidad de tener un doctorado en ciencia para darnos cuenta que desde el inicio, las medidas emprendidos por las autoridades  fueron tardías e insuficientes. Hubo displicencia  y un  discurso condescendiente.  Han quedado registradas las  desafortunadas  declaraciones de López-Gatell , de ellas  tres han sido especialmente graves: 1) La continua descalificación del uso de cubrebocas, 2) La reiterada desinformación al sugerir que los portadores asintomáticos del virus no pueden contagiar a otros y 3) La insistencia en que la realización de pruebas diagnósticas masivas no tiene utilidad alguna. Cualquier medico con una mínima formación en epidemiología se da cuenta del error de López-Gatell

Su modelo “Centinela” fue solo una ilusión, no había manera de verificar el número real de contagiados y de muertos; al final las autoridades se resignaron a ser solo espectadoras de la catástrofe.

 La reacción de los señalados como responsables fue la previsible, descalificar a quien exhibe sus errores, no intentan argumentar ni  justificar  sus decisiones,  eso no está en su naturaleza,  lo suyo es el insulto, la descalificación.  Para esta tarea  la 4T tiene a su servicio una buena cantidad de amanuenses y un verdadero ejercito de bots que van a replicar lo que se les ordene.

Contra la doctora Laurie Ann Ximénez-Fyvie  el sistema ha usado la más burda, elemental y perversa de las falacias, la llamada falacia Ad-hóminem,  es la reina de las falacias, la más usadas de todas,  su fundamento es muy simple, atacar a quien sostiene una opinión, evitando argumentar contra ella. En una discusión  si alguien emite un juicio y no estamos  de acuerdo, la argumentación debiera girar en torno a dicho juicio, no en torno a la persona que la emite. (Por eso se llama “ad-hóminem”, “contra el hombre”).

 Habitualmente esta falacia tiene tres variantes. La “Descalificación”,  la “Autoridad Moral”  y la de  “Intereses ocultos”.  Aquí estamos viendo fundamentalmente la primer variante, se descalifica a la doctora por ser dentista, omitiendo sus otros grados académicos y obviamente sin analizar ni cuestionar sus argumentos;  se quedan en que es dentista y por lo tanto solo sabe de gingivitis. Así de profundos son sus “argumentos”.  La  de “intereses ocultos” también se ha utilizado, pero como esta depende de aspectos meramente subjetivos aquí solo se busca sembrar la duda.

Concluyo. El libro cuestiona duramente la estrategia que México ha llevado para manejar la pandemia. Califica, usando datos verificables, como incompetente al doctor López-Gatell.  Reseñado por diversos analistas de distintos colores, todo coincide en que es demoledor. La respuesta de la 4T ha sido verdaderamente patética y todo hace suponer que no variará en nada. No está en la naturaleza de los López reconocer que se han equivocado.

Lamentable. Muy lamentable.