Industriales del libro piden ratificación como actividad esencial

Los organismos y asociaciones de la industria editorial señalan que esta actividad está al borde del precipicio y piden que todas las librería permanezcan abiertas. (Foto: especial)

Ciudad de México.- Mientras ocurría la votación del dictamen que reforma los artículos 26 y 27 de la Ley de Fomento para la Lectura y el Libro en el recinto legislativo de San Lázaro, las principales organizaciones de la industria editorial mexicana hicieron pública una carta dirigida al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, para expresar que esta “se encuentra en una situación difícil, con señales de alto riesgo en todos sus segmentos y muchas dificultades para mantenerse a flote”.

“Cada uno de los eslabones (de la industria editorial) ha cuidado al máximo los protocolos sanitarios para evitar la trasmisión del Covid-19. No hemos podido mantener nuestras plantillas laborales a pesar de los esfuerzo realizados”, se lee en la misiva.

De acuerdo con El Economista, por ello solicitaron que se ratifique como esencial a la actividad editorial y comercial del libro, tal como se hizo en el Diario Oficial de la Federación el 3 de agosto pasado, pero con vigencia del 31 de diciembre. Y es que las indicaciones por el anuncio de regreso al semáforo rojo en diciembre para la Ciudad de México y la zona metropolitana volvieron a excluir a esta actividad de las esenciales. La prolongación del cierre y la crisis acumulada durante 2020, explican, pone cada vez más a la industria editorial frente al precipicio.

“Las librerías, la parte más visible de esta cadena, son esenciales y deben permanecer siempre abiertas. Que puedan operar y sobrevivir todas es de vital importancia para la sociedad en su conjunto”, expresa la misiva firmada por la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana, la Asociación de Librerías de México, el Club de Editores y la Red de Librerías Independientes, entre otras.

2020 fue un año aciago para la industrial en México, en el que, de acuerdo con la agencia Nielsen Bookscan, se perdieron 20% de los ingresos y 23.5% en volumen de ventas, en comparación con el año previo; además, con motivo de la pandemia, varias librerías, sobre todo independientes, tuvieron que cerrar definitivamente.