¡AMLO, vacunas Covid-19 para todos, ya!

El gobierno de México desde a finales del año pasado anunció en sus conferencias mañaneras que estaban asegurados varios millones de dosis de las vacunas. (Foto: especial)

Hay muchos temas en la agenda nacional, pero el asunto de la campaña de vacunación contra el Covid-19 en estos momentos es el más importante por lo que representa  para una población de más de 120 millones de mexicanos y que el gobierno de López Obrador  ha hecho toda una propaganda electoral, como la aplicación de la vacuna no es representativa en términos de su cobertura.

El gobierno de México desde a finales del año pasado anunció en sus conferencias mañaneras que estaban asegurados varios millones de dosis de las vacunas antes referida lo cual no es verdad porque apenas han llegado al país un poco más de un  millón y medio de vacunas y el método para aplicarlas es un verdadero desastre, además de los criterios para aplicarla a la población.

Es correcto que primero se haya empezado a vacunar a los trabajadores de la salud pública, a pesar de ello después  él no tuvo una explicación del criterio epidemiológico y se decidió aplicarla a los municipios más marginados y que cuentan con una población de adultos mayores.

De todo ello el gobierno de López Obrador decidió por medio del ejército y los “servidores” de la nación controlar la campaña, saltándose a las instituciones públicas como son el IMSS y el ISSSTE lo que resulta una violación a los derechos de  los afiliados.

Esta acción es parte de la estrategia electoral del 2021 que significa cambiar vacunas a cambio de votos o a favor del partido Morena que es el partido del presidente y focalizar la acción entre los adultos mayores; al principio se les  solicitó la credencial de elector, pero el escándalo fue mayúsculo que el presidente tuvo que dar la orden de no pedir dicha identificación.

Es cierto la escasez de la producción de las vacunas al nivel mundial y que los laboratorios trasnacionales  tienen secuestrados a los gobiernos de los países, particularmente en los países pobres como México en un acto de rapiña para asegurar  cuantiosas ganancias, al mismo tiempo los gobiernos de las potencias económicas se aseguran la producción de vacunas para su población en un acto especulativo, e inclusive prohibiendo a los laboratorios exportar el biológico a otros países.

El propio López Obrador a través de su canciller Marcelo Ebrard le pidió al Consejo de Seguridad de la ONU una distribución justa de las vacunas para todos los países y a pesar de ello la petición fue ignorada por ese organismo internacional, lo que AMLO lo calificó como un “florero” y que no atendía a la emergencia sanitaria.

Pero el problema de la producción de las vacunas no está en el ritmo de su producción, sino en el secreto industrial o la propiedad privada de las patentes, es decir que mientras los laboratorios globales lucran con los  biológicos mientras  miles de personas se contagian o fallecen en el mundo, la producción está sujeta a la complicidad de los gobiernos y los propios laboratorios.

En varios países de Sudamérica organizaciones de trabajadores, sociales y de partidos de izquierda revolucionaria han iniciado una campaña global para obligar a todos los gobiernos, principalmente a las potencias para que expropien las patentes y las conviertan en genéricos para su producción de manera masiva y poderla aplicar a la mayoría de la población del mundo.

De esta forma es necesario que todas las organizaciones sociales y políticas democráticas del país retomen esta campaña para exigirle al gobierno de López Obrador para que expropie las patentes  y se conviertan en un patrimonio de la humanidad, y los gobiernos asignen el presupuesto necesario de manera urgente para la producción masiva de las vacunas y no como ahora que  los gobiernos tienen que desembolsar miles de  millones de dólares para poder comprar sobre pedido a los laboratorios las vacunas.

Por último también debe de haber un consejo ciudadano con la asesoría científica que lleve a cabo la campaña de vacunación con criterios epidemiológicos y sacar al ejército y a los servidores de la nación que son el aparato electoral de López Obrador para que no se sigan aplicando las vacunas con criterios electorales.

De igual forma debe de haber  una coordinación ciudadana para exigirle a López Obrador la aplicación de la vacuna Covid  para todos empezando por los adultos mayores, los trabajadores de la salud tienen amplia experiencia en las campañas de vacunación, además deben de ser aplicadas en los hospitales y clínicas del sistema de salud público dándole prioridad a los adultos mayores afiliados. Es por ello que la exigencia es: ¡AMLO, vacunas para todos, ya!