VIVILLADAS: Morena… hora de la definición

De modo tal que el partido que hoy tiene hegemonía deberá descifrar la madeja tan finamente que debe evitar a toda costa desbandada de suspirantes. (Foto: especial)

Los tiempos se agotan y la definición de candidatos para el partido de Morena están limitados, lo comentamos porque existen muchas expectativas en torno al proceso que se avecina, es toda una encrucijada la selección de abanderados porque los suspirantes a presidentes municipales, a diputados por mayoría serán determinados, por “encuesta”  y otros de representación proporcional por insaculación (sorteo para mayor entendimiento)  y la verdad sólo los agraciados confiaran en los procesos, pero los no ungidos quizá pondrán en duda los procedimientos, aunque ello cuando hay disciplina  no causa dificultades pero cuando hay protagonismos, egos o según certezas de liderazgos, causa serios problemas ,un ejemplo claro  es el de Cristóbal Arias, que nomás no salió favorecido  corrió como desesperado en pos de una candidatura  gubernamental , la cual  le fue otorgada y sabe sabe que jamás podrá alcanzar el triunfo, no obstante sabe que  seguirá siendo protagonista, pero como en las piñatas… ¡su tiempo se acabó! Y más con la reacción atrabancada en contra del partido que lo resucitó, sin embargo,  debemos reconocer que cada quien hace su lucha y es respetable.

De modo tal que el partido que hoy tiene hegemonía deberá descifrar la madeja tan finamente que debe evitar a toda costa desbandada de  suspirantes, algunos con seguidores de verdad y algunos otros, la mayoría, con seguidos ficticios, este sería el primer reto, hay otro más complicado: convencer a la ciudadanía que los seleccionados son y representan la mejor opción. Una cosa es ser popular, conocido, como la Adelita, y otra muy diferente es  ser preparado, capaz y líder, para afrontar las tareas que los compromisos de gobierno implican; muchos quisiéramos vivir del presupuesto, ser vanagloriados pero con sinceridad no todos tenemos cualidades y posibilidades reales de ser gobernante. Estamos de acuerdo que en política se improvisa pero créanos que eso de la  propia política, aunque parece broma, por todo lo que se vive y se proyecta, es algo muy serio. 

Hay pre- candidatos, como los tamales: de chile, limón y sal (ya nomás quedó el dicho porque ahora hay de muchos sabores y colores) la inmensa mayoría considera portar los atributos que la responsabilidad a la que aspiran obliga, pero no es así; una cosa es ser líder, otra tener habilidad para trabajar en tierra, para conformar comités pero otra muy distinta, insistimos,  es tener talento, habilidad y capacidad para cumplir con una enmienda institucional. No se dice que los grandes profesionistas con múltiples títulos en su palmarés son los indicados, a veces salen peor que otros de bajo perfil,  pero debe considerarse  un conjunto de cualidades, la diferencia es apreciar a qué aspecto se le dará más peso y relevancia.

El primer reto para el partido morenista es tener credibilidad en los procesos de selección, en que hayan sido transparentes, sin mano negra, sin compadrazgos,  sin anhelar colocar candidatos propios de la comisión ejecutiva, de los mandamases o de los compadres donde las tribus acaparadoras son las reinas,  porque a final de cuantas estuvieran cayendo en las mismas prácticas que destruyeron al PRD , no habría diferencia y los población pudiera castigar con su voto o no voto esta maña dando al traste con los principios de la Cuarta Transformación y los deseos de López Obrador de que sea una etapa de reforma que quede señalada, reconocida e  influya en el ánimo de la población por muchos años. Pidiese ser solo ave de paso.

 A México le conviene un partido en el gobierno fuerte, democrático, honesto y capaz de ofrecer mejor bienestar al pueblo, a los grupos más desprotegidos o vulnerables, pero también certeza y fortaleza a la iniciativa privada, siempre siguiendo las reglas institucionales, porque es un hecho que en la vida nacional todos los sectores son importantes y algunos de ellos esenciales para el desarrollo del país.

Michoacán es un estado líder, demostrado en distintas etapas de la historia, hoy estamos inmersos en lo que puede ser un parte-aguas en la entidad, de la correcta definición de candidatos a los diversos puestos de gobierno dependerá que se conviertan en  una institución que refleje en los hechos una auténtica alternativa; que  gobierne bien, gobierne diferente, para ello debe partir de una justa, correcta y democrática estrategia en la selección de sus propios candidatos , donde sería elemental darle seguimiento a las formas de gobierno, a los estilos, más ahora que existe, para Vivilladas un gran error, de tener opción a la reelección, porque hay presidentes municipales y diputados en funciones, federales y estatales, que desean repetir por el sólo hecho de tener la ventaja de su nombramiento,  aunque en la práctica hayan dejado mucho que desear.

La etapa de la definición de abanderados ha llegado para Morena, (igual que para otros partidos aunque hacia ellos existe menos expectación, por lógica del gobierno federal)  y en mucho dependerá de cómo logre sacar los conejos del sombrero como auténtico mago o los que pueden ser considerados un as bajo la manga. Las cartas están puestas, ganará el que mejor las juegue o el que mejor haga trampa, porque por decreto no se acaban los fraudes ni las tranzas de los que siempre han jugado como auténticos bandoleros. Sería conveniente no seguirles el juego, aunque sabemos que ellos se valen de las limitaciones y necesidades del pueblo, a estos estaría bien darles una lección de honor, de orgullo y de patriotismo, México y Michoacán lo merecen.

Voltaire, ideólogo y político francés dijo: “Debe ser muy grande el placer que proporciona el gobernar, puesto que son tantos los que aspiran a hacerlo.” Y en relación a ello representamos los que dijo Epicteto de Frigia, filósofo grecolatino,  “El hombre sabio no debe abstenerse de participar en el gobierno del Estado, pues es un delito renunciar a ser útil a los necesitados y un cobardía ceder el paso a los indignos.” Nos quedamos con esta reflexión.