DEBATAMOS MICHOACÁN: Convivencia, fraternidad y participación

El próximo 22 de abril se estará participando en Uruapan en un conjunto de acciones para la conmemoración del Día Mundial de la Tierra. (Foto: especial)

En la encíclica social Fratelli tutti el Papa Francisco presenta una propuesta para ordenar el mundo (constructo cultural humano) y el planeta, el habla de una nueva humanidad fundada en la fraternidad universal. Sería importante pasar de la convivencia que logremos de la cohesión social para migrar a la fraternidad que nos permita impulsar un modelo de participación social universal, toda vez que somos seres tridimensionales, es decir, al ser género humano, somos ya planetarios.

La dominación y subordinación que vivimos muchos hombres y mujeres de masculinidades hegemónicas que tienen el saber, el poder, la  autoridad y la jactancia, nos hacen pensar lo difícil que es seguir teniendo la voluntad de  poder y la de dominación como el gran obstáculo para hacer los cambios y transformaciones que se necesitan para evitar tanto dolor entre la sociedad que vive en precariedad y vulnerabilidad, en un mercado hedonista y el patriarcado.

 Y es que dice el Papa Francisco que el poder es el más peligroso arquetipo del ser humano, pues le da la  ilusión de ser como Dios, disponiendo como quiere de la vida y la muerte de los demás;  Jung expresa que “donde predomina el poder ahí no hay ya ternura ni amor”, y es que en nuestras sociedades, salvo las originarias, solo existe poder y dominio, del otro que es humano, sociedad, pueblos, o de lo otro que no es humanos, la naturaleza y la propia vida, los seres vivos. Nuestra sociedad es tajante dice el Papa o tiene poder o no lo tienes. Por lo tanto, mientras el poder exista como estructura del sistema, será difícil que se dé la fraternidad entre humanos y la naturaleza, y ese es hoy una necesidad, la búsqueda de ese acercamiento.

Todo el desorden mundial que vivimos, requiere no solo de salvar la vida humana, es necesario salvar a los seres vivos, plantas, animales,  y desde luego, a los seres humanos; es decir, o nos salvamos todos o la verdad es que nadie se salvará. Así el gran compromiso es comprender la fraternidad, pero sin relaciones de poder, de control, de disciplinamiento, de sometimiento, sostenida bajo el enfoque de masculinidad hegemónica, violenta.

Cuando expresamos que es importante salvarnos todos, incluidos seres vivos, y la naturaleza, nos debe quedar claro que los seres humanos debemos de dejar de ser antropocéntricos, debemos de poner en la horizontalidad con los seres vivos y la naturaleza, debemos de tener virtudes sociales, fe y esperanza, humildad y caridad, templanza, prudencia, debemos de mantener una espiritualidad que nos lleve a respetar a todos, a respetar a todas las formas de vida, incluidas las más humildes, para ir construyendo la fraternidad, que de paso a la más amplia participación cósmica, planetaria, es decir, que no pensemos solo en lo social, cuando la Pachamama nos interpela qué estamos haciendo por ella.

Recordemos que los seres humanos, somos individuales, sociales, y como género humano somos seres planetarios, pero también somos seres que pensamos, tenemos emociones, libertades, y un constructo lingüístico que nos permite comunicarnos, y es la comunicación basada en un diálogo la que nos permitirá atender nuestros conflictos. Pero nos tenemos que ver bien como hermanos y hermanas de este planeta, pero debemos comprender la importancia que como humanidad debemos caminar con la naturaleza, porque somos naturaleza, somos de ella, y no es ella de nosotros como lo hemos querido ver antropocéntricamente.

La fraternidad universal podrá ser posible, cuando el patriarcado no exista, cuando el poder no someta, controle, discipline los cuerpos, cuando el capitalismo gore no esté más presente en la dominación y subordinación de los jóvenes, cuando el mercado no nos haga más hedonistas e individualistas. Al final pensemos, debemos recorre el camino de la fraternidad universal, es decir, ir juntos humanidad y naturaleza, y lo tenemos que hacer desde la participación social, desde el amor social, desde la biología del amor, porque recordemos igualmente, el planeta es nuestra casa, es la única que tenemos, la debemos cuidar, y debemos agradecer tener trabajo, techo y tierra para producir.

En este marco las organizaciones de la sociedad civil, así como organismos internacionales no gubernamentales como Fundación El Sol, ayudarán a Gaia (La Tierra) a respirar un momento de paz y tranquilidad, realizando acciones colaborativas para la sostenibilidad.

El próximo 22 de abril se estará participando en Uruapan en un conjunto de acciones para la conmemoración del Día Mundial de la Tierra, en donde se impulsaran actividades para el respeto, sostenibilidad, fomento del reciclaje y de acciones de limpieza del entorno de los sistemas verdes más saludables con nuestro planeta, también habrá disertaciones sobre la importancia del cuidado del medio ambiente y la creación y desarrollo de la ecoconciencia. El programa a desarrollar, prevé  trabajar durante todo el día tanto en el Parque Urbano Ecológico de Uruapan (Área natural protegida), como en el Rancho Ecológico Tungui de Uruapan, donde se llevaran a cabo disertaciones sobre los problemas de la ecosofía y otros temas relacionados con la Tierra nuestra casa.