EL DERECHO A LA CIUDAD: ¿Cómo quiero que sea mi ciudad?

Hace aproximadamente un mes, recibí una invitación de la Escuela Preparatoria “Melchor Ocampo” de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, para realizar una charla a niños de diferentes escuelas primarias y secundarias. Mi primera grata sorpresa, fue conocer como desde la Preparatoria se busca la vinculación con la niñez, a través de las escuelas primarias y secundarias. Hago patente mi reconocimiento a la Dra. Tania Madeleine Álvarez, directora de la Escuela Preparatoria, por la realización de este tipo de actividades y a su excelente equipo de trabajo conformado por la Mtra. Erika García, Dra. Gabriela Cochran y el Dr. J. Roberto Espinoza. Seguro estoy que, para muchos niñas y niños, así como las y los adolecentes, este y otros eventos similares, constituyen el primer acercamiento con profesionistas y profesores universitarios, lo que, sin duda, se espera los motive a seguir estudiando, para en el futuro ingresar a la universidad. 

La charla, impartida verso sobre la ciudad, con la pretensión de despertar su curiosidad sobre como observar la ciudad, como es que cambia y evoluciona, además de ser una síntesis de aspectos sociales, económicos, ambientales y constructivos. Como parte de la plática se convocó a un concurso de dibujo, con la finalidad de que las niñas, niños de los seis grados de primaria, así como las y los jóvenes de secundaria, expresarán como desearían que fuera su ciudad.

Se partió del supuesto de que la ciudad no puede considerarse como un espacio inocuo u objetivo, sino que, al contrario, está cargada de sentido subjetivo y adquiere un valor simbólico, se reconoce que los espacios urbanos, a pesar de ser algo físico, tangible para, no tienen el mismo valor para todos los habitantes de una ciudad. Entonces, lo que adquiere sentido “no es el espacio material en sí mismo, sino, más bien, el espacio simbólico que se crea entre los individuos y estos espacios, en este caso, la ciudad.

El ambiente urbano dibujado, sugiere distinciones y relaciones, el observador, en este caso las y los niños, seleccionan, organizan y atribuye significados a aquello que observan en su ciudad, de modo tal que la imagen dibujada refleja la percepción que se tiene del entorno urbano, bajo el filtro que constituye la constante interacción. Se debe comprender que, la ciudad, es representada por sus habitantes en una dimensión propiamente emotiva y subjetiva, nuestro interés es conocer la relación entre la forma urbana y la representación mental que tienen los habitantes de su ciudad.

Al observar los dibujos de los participantes de nivel primaria, sorprendió de sobremanera que en las ideas sobre la ciudad que se desea, no existieran referencias a lo que comúnmente se conoce como ciudades futuristas, por el contrario, resultaron sumamente realistas e interesantes pues algunos aspectos, que, por sus repeticiones, nos permiten afirmar que se trata del imaginario de la ciudad que, las niñas y niños de primaria, desean.

Un primer aspecto es la limpieza de la ciudad, los dibujos no sólo expresaban entornos urbanos limpios, sino que incluso acompañaron sus dibujos con leyendas como “una ciudad limpia”, “calles limpias”, “parques limpios”. Por común que nos pueda parecer y a lo mejor para una gran cantidad de los adultos, una ciudad sucia forma parte de la cotidianeidad. Sorprende que los niños anhelen vivir en una ciudad limpia, en contraposición a la ciudad que, hoy en día habitan.  

Lamentablemente, el tema de la inseguridad estuvo presente en los dibujos, los dibujos de la ciudad deseada, incluyó en varios casos, junto a parques y edificios, cárceles que destacaban del entorno urbano por su letrero, además de leyes como “no violencia”, “poder jugar con seguridad”, “salir a jugar sin miedo”, etc. Elementos todos estos, que nos deben hacer reflexionar sobre lo inseguro que se han vuelto nuestras ciudades.

Un tercer aspecto, pero no menos importante, es un imaginario de una ciudad a futuro con más vegetación, fue muy recurrente en los dibujos la presencia de árboles y bosques junto a las casas o edificios. Se expreso incluso el deseo de que se le diera mantenimiento al parque de la colonia, se tuvieron propuestas de hacer parque algunos terrenos baldíos. Existe una clara comprensión de que la ciudad y el entorno natural forman una unidad, se dibujaron ríos y lagos como parte del entorno urbano, incluso con peces. Seguramente, lo podemos atribuir a que, hoy en día, existe una educación ambiental desde los primeros grados de primaria.

Otros de los factores a destacar es el orden, que muestran de la ciudad en sus dibujos, hay un marcado orden a partir de calles, caminos o vialidades en torno a las cuales se organizan y estructuran las construcciones, pero con un total respecto a lo publico como parques, plazas o calles, incluso la presencia de ciclovías es una constante en las representaciones de las y los niños de primaria.

Consideré importante compartir la experiencia anterior, debido a que, hoy en día, sólo se habla de candidatos y campañas políticas. Hay un marcado énfasis en el perfil de los electores, es decir, todos aquellos habitantes mayores de 18 años. ¿A quién le interesa lo que piensen o deseen las niñas y los niños o aquellos jóvenes que aún no votan? La ciudad que hoy estamos, entre todos, queriendo y no, contrayendo; es para estos niños, la ciudad no es para los próximos cuatro años, es una construcción permanente, para las próximas generaciones.

Convendría mucho, en primera instancia, los papás platiquen con sus hijos sobre lo que desean en un futuro, sus miedos y sus anhelos, para que, ellos que podrán votar, lo hagan en buena medida considerando que será en favor de sus hijos y para un mejor futuro. En el caso de los diferentes candidatos, sea este un exhorto a no olvidar que hay un enorme grupo de ciudadanos que no votan, pero que habitan, viven y sufren la ciudad, razones más que suficientes para tenerlos en cuenta al momento de hacer sus propuestas de campaña.