Ciudad de México.- Cuando parecía que la Selección Femenil Sub-20 lograría quitarse la espinita de la reciente derrota ante Brasil, un solitario de Giovana Dos Satos terminó por sepultar al combinado azteca, que si bien buscó la manera de hacer valer el Centro de Alto Rendimiento (CAR), el sólido planteamiento y la constate creación de jugadas de su oponente, le impidió mostrar lo hecho en estos días junto a Maribel Domínguez.
Según Esto en línea, tras dicho resultado, el estratega de la Canarinha selló su viaje a la capital con un grato sabor luego de llevarse los dos encuentros disputados, mientras que ‘Marigol’ padeció en lo que fue su debut con dicha plantilla.
La seguridad de las brasileñas era más que notoria, pues apenas rodó el esférico y comenzaron a poner en aprietos a las locales. La velocidad de Beatriz le permitió acercarse a línea de fondo en varias ocasiones, aunque Jana Gutiérrez entendió su papel de central impidiéndole hacer daño. La jugadora de las Águilas no perdió de vista a la dorsal número 20, quien exhibió a la media azteca al pasar sin dificultad.
En la banca, Maribel no dejaba de darle instrucciones a sus jugadoras: “Velocidad y a lo largo”, eran algunas de las palabras que la estratega le pedía a sus pupilas.
Conforme el juego se hizo más maduro, las mexicanas tomaron mayor confianza, fue ahí que tuvieron la más clara a su favor. Monroy desbordó por la derecha y mandó un centro para Ramírez, quien bajó la pelota, se acomodó y disparó directo a primer poste, aunque para su mala fortuna la guardameta de Brasil supo darle lectura a su jugada para atajar y mantener su cabaña en ceros.
Antes de irse al descanso del medio tiempo, la insistencia de las vestidas de amarillo con azul redituó frutos. Rafaela cobró un balón parado por la izquierda y en el juego aéreo Dos Santos le ganó a las locales y con un remate de cabeza atravesó la cabaña de Acuña.
Para el complemento, ‘Marigol’ modificó sus piezas en busca de una reacción, sin embargo, de poco sirvió el ingreso de Mauleón, Flores y Balcazar, las elegidas para ayudar en el ataque mexicano. En las contras, Brasil también hizo lo propio y movió elementos, lo que le permitió retomar el protagonismo.
Conforme se acercaba la recta final, el agobio de la Selección Mexicana incrementaba. Los centros al área brasileña incrementaron gracias a la incorporación de Aviléz, pero el tiempo no les dio para más y terminó por expirar con la pizarra en contra. El silbatazo final se escuchó y las visitantes corrieron al banquillo a celebrar, mientras que el rostro de las mexicanas lucía decaído.
