Cuando se habla de Bacillus SP, Estafilococos, Moho o de otro tipo de bacterias, la población en general piensa en lugares sucios o insalubres para su proliferación. Muchas personas pensarían que estos seres microscópicos pasan de largo de su hogar, pero nada más lejos de la realidad.
Dispositivos tan usuales como las consolas o los ordenadores presentan este tipo de bacterias sino se someten a la limpieza adecuada. Así se recoge en un reciente estudio del casino Betway, en el que se comparan los máximos exponentes de este mercado gaming, con otros que a priori suenan a ser más proclives a acumular suciedad.
Los accesorios de las consolas son los que más suciedad acumulan, pese a que esta sea inapreciable a ojos del usuario. Controles, Joystick o mandos no han pasado los mínimos de salubridad aceptables, ya que, en todos ellos, las bacterias son una constante.
Si tomamos como referencia al asiento del inodoro, un enser que es propicio a acumular suciedad y que está presente en todos los hogares del planeta, y lo comparamos con las consolas en términos de bacterias acumuladas, las conclusiones no dejarán indiferentes a nadie.
En lo que a la Xbox se refiere, posee la mitad de estos seres microscópicos que la tapa de un retrete. La creación de Microsoft presente unas 85 bacterias, menos de la mitad que las de su competidora en el mercado, la Play Station. Ambas casi doblan a la suciedad analizada en esa parte de los baños.
Para poder evitar que las consolas sufran con estos indeseables visitantes, lo correcto es llevar una exhaustiva limpieza con asiduidad de todos los componentes de la misma. Los líquidos deben dejarse a un lado, y priorizar el uso de los paños de microfibras secos para eliminar por completo las huellas dactilares. Limpiar las rejillas de ventilación de los dispositivos también será fundamental, ya que en ellas es donde se puede acumular la mayor cantidad de polvo, que posteriormente cree problemas de funcionamiento en estos aparatos.
