Ante el riesgo latente de contagios por covid-19 en comunidades indígenas, sus autoridades podrían implementar restricciones en su acceso, a la vez que la jornada de vacunación en las mismas no ha generado una participación mayoritaria debido a condiciones económicas y de ubicación de los centros de vacunación, ubicado en cabeceras municipales que en ocasiones dificultan el traslado.
En días pasados, Pedro Victoriano Cruz, comunicador indígena y autoridad comunal en San Lorenzo, señaló que la comunidad impondría restricciones ante los riesgos de contagios por coronavirus, medidas entre las que ya se acordó prohibir reuniones masivas.
El director de Xiranjhua Comunicaciones, cita en su muro a Filiberto Reyes Máximo, representante de Bienes Comunales en San Lorenzo, quien planteó que “después de la ´semana santa´ a la fecha han fallecido entre dos a tres personas por semana, es por ello, han decidido realizar tales medidas y además de solicitar a la Secretaría de Salud del Estado y Municipal a que intervengan en realizar un diagnóstico y atender la salud pública, ya que hay muchas personas contagiadas algunos con síntomas graves otras leves.”
De acuerdo con Pavel Ulianov Guzmán, integrante del Consejo Supremo Indígena de Michoacán (CSIM), la medida podrá aplicarse a varias comunidades más.
Entrevistado vía telefónica, consideró sin tener cifras exactas a la mano, que los casos de covid-19 se mantienen latentes. “No hay una sola comunidad que no tenga por lo menos cinco fallecidos”, indicó en referencia a las 60 comunidades agrupadas en el CSIM.
Consideró positivo que se prohíban las reuniones masivas en los pueblos originarios, aspecto que consideró se ha incrementado con las campañas electorales, las que a su juicio no cumplen con los protocolos de sana distancia y se constituyen en factores de riesgo sanitario.
Sobre la vacunación, consideró que no todos los adultos mayores y los grupos que se han ido incorporando a la vacunación de acuerdo al esquema federal, han sido vacunados, entre otras razones porque la carencia de recursos dificulta la movilidad y las mesas de vacunación se instalan principalmente en cabeceras municipales, a las que es difícil acceder para las personas mayores y que genera que “muchos se están quedando sin vacunar”.
Ante este escenario, reiteró que el limitar el acceso a las comunidades no está descartado, dado además que las mismas se rigen por usos y costumbres que rigen la toma de decisiones sin tener que consultar a otros niveles de autoridad.
