URBANÓPOLIS: Pendientes a resolver en Morelia

Durante las últimas semanas hemos escuchado toda clase de propuestas de campaña. Seguramente Usted como yo, quedado gratamente sorprendidos de saber que todos los candidatos tienen soluciones a problemas que padecemos desde hace décadas. Esta situación debería de proporcionarnos tranquilidad, aún y cuando sabemos que se requiere, además de voluntad, experiencia y capacidad para gobernar.

Deseo, desde esta modesta tribuna, compartir siete aspectos que considero es urgente y prioritario atender en Morelia, porque representarían un gran avance en la mejora de la calidad de vida de todos sus habitantes.

Agua

Enfrentamos muy graves problemas de suministro de agua, según los estudios realizados por expertos en recursos hídricos, un escenario de escasez se presentará en 10 años, por lo que es urgente instrumentar acciones al respecto. El 43% de la población se abastece del manantial de la Mintzita, pero este manantial ha perdido 30% de su capacidad. Se debe detener la urbanización en las inmediaciones de La Mintzita, así como de la Presa de Coitzio, para contribuir a garantizar la cantidad y calidad del agua. De los 3 mil litros por segundo de agua, que hace unos años se bombean y distribuían en la ciudad, ahora a penas se llega a los 2 mil 500 litros por segundo.

Áreas verdes

La normatividad actual de fraccionamientos, maneja un porcentaje, de la superficie a desarrollar, como donación para áreas verdes y equipamientos. Este criterio no garantiza un equilibrio entre el área urbanizada y las áreas verdes, por el contrario, a una mayor densidad menor área verde/habitantes. Es urgente modificar la normatividad para garantizar una relación de equilibrio e incluso incrementar las áreas verdes, para mejorar la calidad de vida de los habitantes y visitantes de la ciudad.

Baldíos

Los predios vacíos representan casi el 25% de la mancha urbana, esto se traduce en zonas con infraestructura subutilizada, que hace caro y deficiente la prestación de servicios básicos como el agua potable, el drenaje, recolección de basura, vigilancia, etc. Es necesario que se impulse una modificación a la Ley del Impuesto Predial, para que el pago en predios baldíos sea más alto y esto incentive su ocupación. De forma simultánea, se debe de garantizar que la macha urbana ya no se extienda, a través de autorizaciones, cada vez más lejanos, como ha ocurrido en los últimos años. Los tiempos y costos del recorrido al que están obligados los habitantes desde su vivienda al trabajo o escuela, son cada vez mayores.

Continuidad vial

En materia de diseño urbano, existe una máxima que señala que “la efectividad de una vialidad se mide por la continuidad en su circulación y no por el número de carriles”. De acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad, la lentitud del trafico vehicular en Morelia, representa poco más de 800 millones de pesos en horas/trabajo que las personas perdemos en el tráfico diario. Es urgente mejorar la continuidad de las vialidades, eliminando vueltas en “U” o garantizando vueltas continuas a la derecha, además de regularizar secciones y número de carriles con su correcta señalización. Hay infinidad de “pequeñas obras” que garantizarían una mayor conexión entre calles y avenidas, que han pasado desapercibidas por muchas administraciones municipales, debido a no ser “grandes obras”.

Desechos sólidos

Simplemente no podemos seguir entregando los residuos sólidos de nuestra casa o negocio, sin una separación previa, que garantice el reciclado o aprovechamiento de los residuos sólidos. Morelia, tal vez sea una de las pocas ciudades en las que se paga para que el camión recolector se lleve las bolsas de residuos. Se debe revisar a fondo los términos y condiciones de la concesión, pues al final de cuentas, es obligación municipal prestar este servicio. De igual forma, urge la revisión al relleno sanitario, para el correcto confinamiento de los residuos y la erradicación de tiraderos clandestinos.

Transporte público

Dos terceras partes de la población de Morelia y su zona conurbada, es decir, poco más de un millón de personas, dependen del transporte público para acudir al trabajo, a la escuela o a cualquier otra actividad como esparcimiento, abasto, médico, etc. Ante esta magnitud, es prioritario que se modifique la normatividad y el Gobierno Municipal asuma las facultades inherentes al transporte público. Las consecuencias de sólo otorgar concesiones, quedan en evidencia cuando se observa que, de más de cien rutas diferentes de transporte, hay calles como Allende y sitios como la Plaza de San Francisco, que son paso obligado para más de 50 diferentes combis, mientras que, en algunas colonias densamente pobladas de la periferia urbana, exista solo una ruta.

Tren

Gane quien gane, ojalá y no gaste tiempo y recursos en la eterna promesa de “sacar al tren de la ciudad”. Hay que entender que eso no pasará, que el tren llegó para quedarse y corresponde a las autoridades realizar las gestiones necesarias ante el gobierno estatal, federal e incluso la empresa ferroviaria, para garantizar la convivencia entre el tren y la ciudad, a partir de puentes a desnivel en sitios estratégicos que garanticen la movilidad de vehículos automotores y personas, entre ambos lados de la vía. Hay que aprovechar que, esta vía ferroviaria constituye el principal enlace comercial entre Asia y Estados Unidos, para incentivar la instalación de industrias y empresas que generen los empleos que tanto necesita Morelia.

Lo anterior, son tan sólo algunas de las acciones que permitirían modificar el rumbo que lleva Morelia y que nos aleja, cada día más, de aquella Morelia verde, tranquila y segura que enamoraba a propios y extraños. Depende de todos nosotros no solo solucionar problemas, sino construir la mejor ciudad, en todos los sentidos, para nuestros hijos e hijas.