El economista Heliodoro Gil Corona manifiesta que en materia de política social, el gobierno saliente cobra la factura a la sociedad en sus diferencias con el gobierno federal. La ruptura de Silvano Aureoles Conejo con Andrés Manuel López Obrador, señala, repercute en los índices de pobreza de más de 2 millones de michoacanos. “No hemos modificado el tema de la pobreza, estructuralmente no lo hemos cambiado”.
En contraste, el próximo gobierno, señala, deberá trabajar en dos líneas para abatir estos índices, el aprovechamiento de los programas sociales federales para abatir la pobreza, clarificar la operatividad de los mismos y que en el caso de Aureoles Conejo, no están bien utilizados por su discrepancia con la política federal. “Están mal utilizados los programas federales, hay que bajarlos a cabalidad, hay que alinearlos con las metas del estado, hay que optimizar el esfuerzo federal, más allá de la connotación política, son recursos públicos que pueden permear en las comunidades con mayor eficacia y eficiencia para que haya más beneficiados, hay que ser más claro en su operatividad.”
La discrepancia personal de Aureoles con AMLO, dice, “me parece errónea, equivocada, con afectaciones para el estado.”
La otra línea, plantea, “es apostar a que se sigan generando oportunidades de trabajo productivo, que haya crecimiento económico en los municipios, que haya impacto regional de las economías y para eso se requiere un cambio de la inversión productiva, estatal y federal, pero quien tiene que dar la pauta para generar los espacios de inversión, el gobierno tiene que, en primera instancia, recomponer esa condición financiera”.
En el tema de la deuda pública, cuya última contratación del gobierno de Silvano Aureoles fue por 4 mil millones de pesos, el analista señala la necesidad de negociar mejores condiciones de su pago. “Que se han hecho ocho reestructuraciones de la deuda, bueno, pues que vaya la novena y va la diez, ¿por qué?, porque lo que queremos generar son espacios para cumplir si no se quiere romper con el sistema bancario, hablar con ellos y que se tengan mejores condiciones de pago, creo que se puede mejorar, que por lo menos en una nueva reestructura de financiamiento, solamente mejorando los plazos de pago estarías ahorrando por lo menos 500 millones de pesos cada año en una nueva reestructura, y hay que trabajarla a fondo, con detalle, con bisturí, que incluso se pueda mejorar.”
Cruzada por la inversión productiva
En otro eje, el catedrático plantea que se debe buscar la inversión productiva, por lo que se necesita “convencer a los empresarios estatales de que se necesitan inversiones productivas, generar proyectos con el esfuerzo del sector” y donde el gobierno genere las condiciones de inversión en infraestructura, en capital físico, en activos fijos, mejores carreteras, condiciones de infraestructura rural y urbana.
Este consenso, señala, sería la base “para estimular algunas áreas estratégicas del campo y de la industria para poder detonar proyectos importantes de desarrollo prioritario en las zonas deprimidas”.
Esta cruzada, plantea, debe abarcar objetivos nacionales. “Hay que vender proyectos, hay que llevar proyectos en mano.”
El alcance de esta cruzada debe alcanzar incluso a inversionistas extranjeros, propone, “en una especie de lobby permanente, de expertos, para salir al mundo, a Europa, a los Estados Unidos, América Latina, no estar sentados en la oficina, eso es un cambio estructural, ir por las inversiones y no estar sentado para ver si llegan, un cambio de sentido, de estrategia.”
En este “apuntar con precisión”, plantea el acercamiento con agencias y los organismos como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), “todos tienen fondos de financiamiento y nadie ha trabajado esa parte, los bancos internacionales pueden ser espacio, no para endeudarte, sino para traer inversiones que puedan ser utilizadas por empresarios, multiplicar el recurso y traerlo a los municipios y las regiones de Michoacán.”
