Democracia necesaria pero insuficiente

La vida democrática en México es resultado de largas jornadas de lucha por parte de diversos sectores sociales. (Foto: especial)

Los resultados electorales del pasado 6 de junio también reflejan la voluntad de los electores o ciudadanos de su vocación democrática como régimen de gobierno donde la pluralidad política e ideológica se exprese libremente en todos los ámbitos de la vida pública del país como una forma de convivencia civil.

La vida democrática en México es resultado de largas jornadas de lucha por parte de diversos sectores sociales, principalmente de trabajadores, campesinos, indígenas y sectores populares, especialmente por reivindicaciones con un contenido social y mejores condiciones de vida que llevan necesariamente al enfrentamiento con las estructuras burocráticas de los diversos niveles de gobierno.

El régimen democrático del país es una conquista muy importante del pueblo que se  arrancó a sangre y fuego a un régimen autoritario del partido único-PRI- mediante la movilización social por diferentes métodos de lucha.

Las características del régimen democrático permite que las organizaciones sindicales y sociales tengan la garantía de poderse organizar para luchar de manera independiente al gobierno, aunque también en este aspecto todavía falta mucho para democratizar las organizaciones sindicales sociales y políticas.

Este tipo de régimen político también abre mayores posibilidades de participación ciudadana en los asuntos públicos y poder fiscalizar el ejercicio de los diferentes niveles de gobierno exigiendo transparencia, rendición de cuentas y combate o repudio a la corrupción que tanto indigna a los ciudadanos mientras que se deteriora sus  niveles de vida y los gobernantes viven en medio de la opulencia utilizando los recursos públicos para su beneficio privado o personal.

Pero los problemas estructurales del país en términos económicos como es el crecimiento económico y la distribución del ingreso, la educación, la salud hoy tan vulnerada por la pandemia, el alto nivel de desempleo y la precarización del trabajo, así como de la mitad de la población económicamente activa que se encuentra en la informalidad, la democracia no es suficiente o no ha sido suficiente para resolver la problemática económica y social.

Menciona parte merece la violación de los derechos humanos, por parte de los cuerpos policiacos y militares que violentan cotidianamente los derechos de la población civil.

También hay que tomar en cuenta la colusión de los cuerpos policiacos y los militares con el crimen organizado conjuntamente con algunos gobiernos estatales y municipales que ha llevado a las desapariciones de miles de personas y el aumento de los homicidios del orden común donde como se sabe casi la totalidad de ellos quedan en la impunidad.

Otro asunto que no ha podido resolver la vida democrática es el  combate a la pobreza como producto del modelo económico neoliberal que expulsa a millones de mexicanos del mercado y más aún después de la depresión económica en parte como consecuencia de la pandemia. El empobrecimiento de la población se agrava en los programas sociales cuando son un calmante para disminuir por un lado la violencia pero por el otro el descontento social hacia los gobiernos de todos los niveles, mientras que la política social no tiene resultados positivos.

Es por ello que la democracia en México sigue siendo necesaria pero insuficiente para resolver los problemas públicos del país, pero necesaria para cuestionar el ejercicio gubernamental y del poder legislativo.

Las reivindicaciones sociales no han sido satisfechas por el régimen democrático tanto en el terreno social como ciudadano; las formas de participación ciudadana en los asuntos gubernamentales y públicos como una condición indispensable de las políticas públicas y hasta la gobernanza todavía son muy embrionarias en un contexto de baja institucionalidad pública y la violación al estado de derecho.

De esta manera, como ya se mencionó el régimen democrático del país es una condición históricamente necesaria -como se demostró el 6 de junio- pero insuficiente para resolver los problemas nacionales del país que afectan a la mayoría de la población en sus niveles de vida y de trabajo.

Por lo tanto, cualquier reivindicación social o de  carácter democrático choca abiertamente con el régimen democrático mientras que no exista el poder de los trabajadores en el gobierno y existirá una oscilación entre la democracia como régimen político y un régimen autoritario que fue derrotado en su proceso de reconstrucción como el de la 4T el pasado 6 de junio para volver a restablecer “la normalidad” democrática en el país aún con muchas demandas sociales no satisfechas por la vida democrática. Pero es mejor vivir en democracia formal o liberal que en un régimen político autoritario como el que pretendía el gobierno de López Obrador.