Carece el estado de una Red y de un Atlas de Riesgos sísmicos

El enjambre sísmico reportado recientemente no representa ningún peligro y la actividad ha ido disminuyendo paulatinamente, señalan investigadores de la Universidad Michoacana

Especialistas de la Universidad Michoacana descartaron un escenario de riesgo por el enjambre sísmico reportado en la zona del Paricutín. | Agencia Comunicación Gráfica

No obstante que se considera un estado de alta sismicidad, Michoacán carece tanto de una red como de un Atlas de Riesgos sísmicos, lo que imposibilita en estos momentos realizar un monitoreo y un diagnóstico “puntual” sobre el enjambre sísmico reportado por investigadores, de acuerdo con especialistas del Instituto de Investigaciones en Ciencias de la Tierra (Inicit), de la Universidad Michoacana.

El enjambre sísmico que se reporta en el estado, señalaron, son fenómenos naturales y es difícil atribuir en este momento si su ocurrencia obedece a movimientos símicos o a una actividad volcánica. Destacaron que en el caso reportado desde hace semanas, “no representa ningún peligro que se considere inminente”.

En Michoacán, contar con una red sismológica estatal podría ayudar a dar respuesta a este tipo de fenómenos, de manera que se pueda contar con un diagnóstico “más puntual a los sitios de interés, como en este caso, la zona de Uruapan, de otra forma no se puede dar una respuesta puntual y determinista, porque cada lugar tiene una respuesta diferente a los sismos”, estableció a pregunta expresa Jesús Arturo Muñoz Jauregui.

 “Todo el estado es altamente sísmico, siempre está en una dinámica, tenemos la placa Rivera, la placa de Cocos, por encima de la placa norteamericana; si observamos los atlas sísmicos, observamos que hay una cantidad de movimientos impresionantes y eso no quiere decir que vaya a nacer un volcán, simplemente es un efecto de la subducción (cuando una placa oceánica se hunde bajo otra placa); lo mismo está pasando ahora en la región de Uruapan, donde tenemos sismicidad”, señaló.

Un sismo de magnitud 5, señaló, podría ser indicativo de un riesgo a considerar, aunque insistió en que en el enjambre de este año, se dificulta el diagnóstico por la carencia de una red sísmica para ubicar su profundidad y localización, “que aumente su frecuencia y magnitud” para poder calcular señales de riesgo como el que se ubique a 5 kilómetros de profundidad.

En el caso del enjambre detectado en este año, Muñoz Jauregui señaló que se podría ubicar entre los 15 kilómetros y hasta los 38 kilómetros de profundidad, aunque aclaró que es difícil establecer un punto de riesgo por carecer de un monitoreo específico, dado que el sismógrafo más cercano se encuentra en Uruapan.

Sobre el Atlas de Riesgo, señaló que el estatal no se encuentra actualizado y no incluye a todos los municipios. “El que existe es el de Comisión Nacional para la Prevención de Desastres (Conapred)”, es decir, tiene una visión de la federación, por lo que destacó que “cada ciudad debería contar con su Atlas de Riesgo”, punto en el que se cuestionó porqué si el estado tiene tantos riesgos naturales, “no se tiene con exactitud una red de alerta y prevención”.

A la baja, movimientos sísmicos en el estado

Sobre los movimientos reportados en la zona y que algunos investigadores de la UNAM asocian con el posible nacimiento de un volcán, el investigador señaló que “si es necesario tener un registro de los movimientos sísmicos más detallado, porque el monitoreo más cercano a la zona donde se están dando estos sismos, nos va a servir para entender el fenómeno, es decir, dar un diagnóstico y deslindar si es el nacimiento de un volcán o si está asociado a las estructuras geológicas en el lugar”.

Además de enfatizar en que los sismos no se pueden predecir, Martha Gabriela Gómez, señaló que “un enjambre sísmico es una serie de sismos de magnitud baja, generalmente menores a Mw 4.5, en un área determinada, y puede durar varios días, semanas, meses o años”.

Sobre la alta sismicidad de Michoacán, recordó que en el año 2020, el Servicio Sismológico Nacional reportó 4 mil 873 sismos en todo el estado. “En la región del Paricutín, se tiene registro de enjambres sísmicos ocurridos anteriormente en los años 1997, 1999, 2000, 2006 y 2020, los cuales han tenido duración de varias semanas. Por ejemplo, en el enjambre sísmico del 5 de enero al 10 de marzo de 2020, se registraron 3 mil 666 eventos en esta misma región y posteriormente disminuyeron”.

El actual enjambre sísmico en el estado, “comenzó el 30 de mayo y hasta el día de hoy se han registrado aproximadamente 450 sismos según el Servicio Sismológico Nacional”, actividad que aseguró “está disminuyendo paulatinamente”.

En el caso de los enjambres detectados en la zona del Paricutín, Gómez indicó que “están asociados con el movimiento de magma a través de la corteza, entre 8 y 15 kilómetros de profundidad”, de acuerdo a referencias de 199 y del 2011, de acuerdo a un documento que leyó en un encuentro con medios de comunicación.