Insiste Silvano en “narcogobiernos” que le precedieron y que Morena ganó con apoyo delictivo

Señala que desde el 2008 y hasta el 2015 inició "una tragedia en Michoacán"

Aureoles Conejo, en la rueda de prensa desde Casa de Gobierno. | Agencia Comunicación Gráfica

El tema de los “narcogobiernos” en Michoacán, ha seguido en el discurso del gobernador Silvano Aureoles Conejo, quien calificó a sus ex correligionarios partidistas, Lázaro Cárdenas Batel y Leonel Godoy, de propiciar presuntos nexos con el crimen organizado. Arremetió de nueva cuenta contra el ganador de la alianza Juntos Haremos Historia, Alfredo Ramírez Bedolla -a quien no mencionó nunca por su nombre-, e insistió en que ganó por esta misma presunta relación.

Señaló que Fausto Vallejo “es un buen hombre” y quien fueron “los perversos” para impulsar su candidatura con el apoyo de grupos delictivos, fueron Leonel Godoy y Jesús Reyna. En su caso, dijo que cuando arribó al poder en el año 2015, cuando el estado “era un caos”, se mantuvo la gobernabilidad “gracias al Ejército Mexicano y a la Marina Armada de México”.

Un día después de sus polémicas declaraciones ante Radio Fórmula, con Ciro Gómez Leyva, donde acusó a Morena de ser “un narcopartido” y que llevaría a tener en Michoacán “un narcogobierno”, el perredista habló de nueva cuenta este jueves de las administraciones que le precedieron, como impulsadas por grupos delictivos.

En el caso de Lázaro Cárdenas Batel, quien encabezó el primer gobierno perredistas tras el mandato del priísta Víctor Manuel Tinoco Rubí, señaló los casos de las cinco cabezas arrojadas a la pista de una discoteca en Uruapan, “noticia que le dio la vuelta al mundo”.

De Leonel Godoy, indicó que llegó apoyado por Servando Gómez “La Tuta”, líder de La Familia Michoacana y posteriormente de Los Caballeros Templarios.

En rueda de prensa, narró que incluso antes de que Leonel Godoy llegará al gobierno, transcurrida la campaña en el 2006 por el Senado de la República, “un amigo mío me invitó a comer a su casa en el Limón de Papatzingán, en Tiquicheo, se acercó un personaje que le llamaban La Pelusa, que por cierto ya falleció también, lo asesinaron en Estados Unidos, y me saludo, mi amigo me dijo que habían estado juntos en la escuela, y me preguntó, ´¿entonces usted también es senador?´, sí, le contesté, y me dijo yo ayude mucho al maestro Godoy´. Este sujeto era el jefe de plaza de La Familia Michoacana en la zona de Zitácuaro”, narró Aureoles.

Señaló que en 20007, ya como candidato a la gubernatura, “se hicieron famosas estas fotografías donde Leonel Godoy estaba con La Tuta, en Arteaga”. A Leonel Godoy, afirmó Silvano Aureoles, “lo impuso el crimen organizado, La Tuta para ser específico”.

De ese periodo, Aureoles Conejo citó “los granadazos”, en referencia a los atentados del 2009 en Morelia y donde, aseguró, “abandonaron a las víctimas” y en su mandato, dice “tuve que emitir un decreto para pensionarlas además de proporcionarles vivienda”.

Con Leonel Godoy, “ahí empezó la descomposición mayor de febrero del 2008 a septiembre del 2015, una tragedia para Michoacán”.

Cita las agresiones en contra de Minerva Bautista, quien como secretaria de Seguridad Pública en ese sexenio fue atacada con “2 mil 200 disparos a su camioneta y se salvó porque la granada que lanzaron al vehículo no explotó”, atentado que, dijo, obedeció a que “ella no se quiso someter al mandato del crimen organizado”.

Otros atentados, en Camelinas, en contra del secretario de Seguridad Pública, Mario Bautista, y otro funcionario, “Manuel, no me acuerdo de su apellido, entre muchos episodios”, señaló Aureoles, quien incluyó en la serie de sucesos presuntamente ligados al narcotráfico, el de la relación de Godoy con Oberdrecht, “que construyó una presa cara y muy mal hecha”.

En su narrativa, citó que en el 2011, cuando contendieron por la gubernatura Fausto Vallejo, María Luisa Calderón y él, asegura que el priísta y ex alcalde de Morelia también arribó a la gubernatura con el apoyo del narcotráfico. “Fausto es un buen hombre, pero el perverso es el que operó para que Fausto llegara, Leonel Godoy y Jesús Reyna”.

El estado era “un caos” y así llegó Alfredo Castillo, comisionado federal nombrado por Enrique Peña Nieto. “¿Cómo pudo Michoacán mantenerse bien, en esos años tan oscuros? Gracias al apoyo, la institucionalidad de nuestro heroico Ejército Mexicano y a la Marina Armada de México, mi reconocimiento a su rectitud y su lealtad a prueba de todo”, dijo.

A su arribo en el 2015 al gobierno, dijo que “me fue muy difícil sacar a los delincuentes de Palacio de Gobierno, de Casa de Gobierno, de la Procuraduría General de Justicia del Estado y de la Secretaría de Seguridad Pública (..) me entregaron a mí la seguridad pública en un verdadero caos, una policía disminuida, maltratada, conformada por alrededor de mil 300 elementos (…), las compañeras y compañeros dormían en el piso.

Luego pasó a exponer una gráfica, con un listado de municipios presuntamente controlados por el narcotráfico y en donde señaló que fueron los lugares donde ganó Alfredo Ramírez Bedolla, de la coalición Juntos Haremos Historia (Morena-PT) y donde perdió el ex secretario de Gobierno en su administración, Carlos Herrera Tello, apoyado por el Equipo por Michoacán (PAN-PRI-PRD), entre ellos La Huacana, Gabriel Zamora, Múgica, y en donde se dio “el comportamiento más atípico, porque resulta que ahí hubo participación del 80 por ciento, es decir, prácticamente todos los ciudadanos de esas secciones salieron a votar, eso no es normal”, calificó.

Otra situación que consideró “anormal” es que aún cuando Equipo por Michoacán ganó 15 distritos, casi 70 municipios, “qué casualidad que solo para gobernador la diferencia es de sólo dos puntos y por cierto, hay casi el doble de votos nulos que la diferencia que ha contabilizado el órgano electoral, lo cual le da la constancia de mayoría al presunto ganador”.

Afirmó que entregará en octubre, “una administración ordenada y de ahí pa´l real, que investiguen lo que quieran y eso de que si yo meto las manos al fuego por los funcionarios, lo hago por mí, cada quien que responda por sus hechos, por mí sí respondo, de los demás, cada quien sabe su responsabilidad”.

De las críticas que en la víspera le formularon tanto Leonel Godoy y Jesús Reyna por sus declaraciones a Ciro Gómez Leyva, dijo que “no voy a entrar en debate con un ex convicto como Jesús Reyna”. Sobre el escenario que ahora dibuja, cuando previo a las elecciones del 6 de junio se afirmaba que había condiciones para el desarrollo de las mismas, dijo que “nos descuidamos, faltó, lo digo personalmente, haber tomado las medidas correspondientes”.