¿Civilización y desarrollo…?

Las fotos de Alemania eran contundentes; el agua parecía vomitar basura a las ciudades. (Foto: especial)

En aras del “desarrollo “, el humano ha hecho barbaridad y media. La más grande es haber antepuesto intereses económicos y políticos al bienestar de la humanidad y el respeto al planeta.

Es un hecho contundente que nos encontramos ante una variabilidad climática con eventos intensos, de manera cada vez más frecuente en el mundo, situación que puede agravarse en las próximas décadas sino cambiamos las emisiones de efecto invernadero.

La semana pasada hubo enormes inundaciones en Alemania y Bélgica, y a inicios de esta semana, ocurrieron en China. Países ricos, con todo para prevenir estos desastres y sin embargo ocurrieron.

Las fotos de Alemania eran contundentes; el agua parecía vomitar basura a las ciudades, las cuales literalmente fueron inundadas de todo tipo de objetos plásticos.

En otras dos fotografías, se muestra claramente como el cambio al uso del suelo, la construcción de conjuntos inmobiliarios en lugares, que antes eran cause de un río, son totalmente inundadas.

La naturaleza, está cobrándonos nuestros errores, La madre tierra nos está mostrando lo que debemos, de una vez por todas cambiar. De no cambiar continuaran los Incendios de inmensas dimensiones, inundaciones donde antes nunca han ocurrido, deslaves de cerros enteros., extinción de miles de especies, derretimiento acelerado de los polos y virus nunca conocidos, que están matando a la humanidad. 

Está claro que estos fenómenos extremos están aumentando en frecuencia e intensidad, como consecuencia del cambio climático. Cambios climáticos ha habido constantemente en la historia de la Tierra. Los más brutales y recientes han sido las glaciaciones, la última de las cuales terminó hace unos 8 000 años, con inundaciones, por la fusión de los glaciares, muchísimo más intensas que estas de ahora.

En particular, el deshielo de los Zagros, en las cabeceras del Tigris y el Éufrates, tras lo cual se produjo la leyenda del “Diluvio Universal” y fue (con las del Indo, Ganges y el río amarillo, el Yangtsé) que se produjo  el cambio hacia la cultura de las ciudades, hacia la “civilización” que nos ha traído hasta aquí. Esos ríos desbordados arrastraban barro, suelo muy fértil, que permitió el desarrollo de la agricultura, la primera revolución energética.

Ha habido otros dos cambios climáticos de ámbito más reducido: El óptimo medieval, que lanzó a los pueblos del norte en expediciones de “vikingos” , buscando hábitats adecuados donde establecerse, y la Pequeña edad del Hielo, en el reinado de Luis XIV de Francia, cuando fue imposible cultivar las tierras marginales y se produjeron hambrunas por toda Europa.

 Los cambios climáticos mencionados, se produjeron por decirlo de alguna manera, de manera natural. Sin embargo, el actual es producto de la actividad humana. Y se generó a raíz de la Revolución industrial.  Con intensidad mucho mayor que  las del óptimo medieval y la Pequeña Edad del Hielo.

Podemos frenarlo, para ello tenemos que usar las energías limpias, la energía solar y eólica, en vez de energías fósiles. Parar el cambio al uso del suelo, la deforestación, el excesivo uso de materiales contaminantes. Cambiando los hábitos de consumo. Cambiando el concepto que nos han imbuido de lo que es “desarrollo”, y que tal perece nos está llevando a un desastre apocalíptico. Podemos hacerlo, tenemos todas las herramientas, el conocimiento incluso. Pero no lo estamos haciendo. La mayoría de los gobiernos y empresas de todo tipo priorizan sus intereses económicos y políticos.

Lo ocurrido en Alemania y Bélgica, sorprendió al mundo. Pintorescos pueblos de casas con entramado de madera esparcidos por estrechos valles fueron totalmente destruidos. La extensión de los daños causados por las inundaciones se puede ver en fotografías aéreas, donde se muestra como el río simplemente siguió el curso que tenía antes de que el humano lo desviara para su comodidad o necesidades.

  Antes de que las inundaciones arrasaran el valle en las primeras horas del o pasado día 15 del presente, Altenahr era un pueblo idílico a lo largo de un río serpenteante.

El río Ahr, tiene un nivel de agua generalmente bajo, las torrenciales lluvias hicieron que creciera y se desbordara, nada ni nadie pudo impedirle inundar las calles y pueblos circundantes.

Lo que ocurrió en Alemania fue resultado del cambio climático, pero también de la equivocada planeación del uso del territorio.

Al ver la fotografía de antes y después, recordé el caso del asentamiento llamado Arcos de la Cascada al sur de Morelia, en donde a pesar de que Protección Civil emitió   un documento en el cual afirma que No deberá construirse en la huerta que ahí existe, por ser receptora de agua que confluye para alimentar la Mintzita y el lago de Cuitzeo. No obstante, de tener conocimiento de esto y de que es zona de inundación y deslizamiento de suelos, el Ayuntamiento de Morelia está otorgando permisos de construcción, a pesar de   las repetidas solicitudes de los vecinos para que no se otorguen, dado el peligro en que ponen a los que están comprando esos terrenos, así como a los que ya habitan alrededor de dicha huerta y a los alrededores.

Lo que está sucediendo no es el Apocalipsis, es el resultado de las acciones indebidas a lo largo de la historia de la humanidad. Y sobre todo durante las últimas décadas.

Las pruebas nucleares en los océanos, la extracción y derrame de petróleo tanto en océanos, como en tierra firme. La minería a cielo abierto, devastadora de territorios, ríos, lagos y mares. La desecación de los acuíferos y suelos. La “desaparición” de enormes extensiones de selvas y bosques.  La monstruosa extinción de miles de especies de fauna y flora, son sin duda factores determinantes para lo que está sucediendo.

¿Qué tienen de civilizado estas acciones, en contra de la vida, no solo de los humanos sino de todo ser viviente, y del planeta mismo?

No puede auto proclamarse la humanidad como civilizada, como creadores de un desarrollo adecuado, mientras exista la desigualdad, el hambre, la violencia en todas sus formas y ámbitos.

Y eso justamente es lo que impera en el mundo entero.

Termino citando a Greta Thunberg;   “Nos estamos enfrentando a la sexta extinción masiva y el ritmo de extinción es 10.000 veces más rápido de lo normal”.

No olvidemos el valor de la vida.