¡Por Zeus!

Encendido del fuego olímpico en Tokio. (Foto: especial)

En la mitología griega, Zeus es una divinidad a la que se denomina a veces con el título de “padre de los dioses y los hombres”,​ que gobierna a los dioses del Olimpo como un padre a una familia, de forma que incluso los que no eran sus hijos naturales se dirigen a él como tal.​ Es el rey de los dioses y supervisa el universo Es el dios del cielo y el trueno y por ende de la energía.

La civilización griega es considerada como la cultura seminal que sirvió de base a la civilización occidental. La cultura griega tuvo una influencia notable sobre el Imperio romano, que la difundió a través de sus territorios en Europa, norte de África y Oriente Próximo,  influyente para la lengua, la política, los sistemas educativos, la filosofía, la ciencia y las artes.

Justo en honor al gran Zeus, se efectuaban cada cuatro años, en la ciudad de Olimpo juegos, a los que acudían los mejores atletas de cada ciudad-estado y reino de la antigua Grecia, y competían en su honor. Era un acontecimiento de enorme importancia, pues era para agradar al padre de todos los dioses. Las guerras y conflictos entre las ciudades-estado y reinos se paraban durante esos días, y se representaban en diversas obras de arte. Gracias a las cuales tenemos conocimiento de la antigüedad, de que deportes se realizaban, etc.

En griego, el nombre del dios es Zeus en el caso nominativo y Διός dios en el genitivo. Las formas más antiguas del nombre son las micénicas di-we y di-wo. ​ La palabra Zeus está relacionada con dios y con Júpiter (de Dyu-piter *Dyeu-, ‘luz’ y piter, ‘pater, padre’), y esta, a su vez, con brillo, con la energía de luz. ​

Su equivalente en la mitología romana era Júpiter; en la etrusca, Tinia; en el hinduismo, Diaus Pitar; en la egipcia, Amón; y en la cananea, Baal.

El estudio de la lingüística, la antropología social, la arqueología y la etnología, es fascinante. Gracias a ellas conocemos a la humanidad desde tiempos inmemoriales, su diversidad, complejidad, cuya raíz es la misma. Somos uno, somos todos de la misma especie: la humana.

El historiador griego Pausanias nos relata que Heracles Ideo y sus cuatro hermanos corrieron a Olimpia para entretener a Zeus cuando acababa de nacer. Como Heracles fue el primero en llegar ganó, y le colocaron una corona de olivo en la cabeza como distinción. Así fue como empezó la celebración de los Juegos Olímpicos en honor a Zeus.

Por su parte el escritor griego Píndaro, aseveraba que fue uno de los hijos de Zeus, que construyó el primer estadio olímpico en honor a su padre.

Medios estadounidenses revelaron que la gimnasta no sufrió una lesión de tobillo. (Foto: especial)

 Se tienen registros de los juegos en honor a Zeus, desde el año 779 a.c. Los antiguos griegos realizaron esta celebración durante más de mil años, hasta que el emperador romano Teodosio I, los prohibió, por considerarlos paganos.

Así, no se realizaron más los juegos en honor a Zeus, hasta que, en 1859, un acaudalado empresario griego decidió retomar los Juegos Olímpicos y volvieron a celebrarse. Esta vez las competiciones se realizaron en una plaza de Atenas y sólo compitieron atletas locales. Además, empezó a reconstruir el estadio Panathianaiko, para que se pudieran realizar allí en un futuro.

Fue hasta 1896, que se celebraron los primeros Juegos Olímpicos en Atenas, con atletas de 14 países diferentes. Tan solo había 9 deportes olímpicos.

La siguiente edición de los Juegos Olímpicos se celebró 4 años después, en 1900 en París y, por primera vez, pudieron participar mujeres.

 Esto causó molestia y cuestionamiento por parte de los griegos, pues consideraban que los Juegos les pertenecían y que solo debían realizarse en su territorio. Un periódico ateniense aseguró que “el señor Coubertin, iniciador de los Juegos en París, era un ladrón al querer que los Juegos se celebraran en ciudades que no eran griegas. “Nos roba una de nuestras más preciadas joyas: las olimpiadas”.     Participaron 19 mujeres en esas olimpiadas de París. La primera de ellas en coronarse campeona es la tenista inglesa Charlotte Cooper. Fueron unos Juegos muy peculiares por la diversidad de deportes y por su duración de cinco meses (del 24 de mayo al 28 de octubre), ya que formaron parte de la exposición Universal de la capital francesa. Se incorporaron deportes como fútbol, gimnasia y remo, entre otros. También porque algunos atletas recibieron sus medallas años después de las competencias.

Miles de años han pasado desde que se inicio este ritual a Zeus. Desde la antigua Grecia, la antorcha olímpica simboliza el espíritu sagrado del fuego. En la mitología griega, representa el fuego que Prometeo robó a los dioses para liberar a los humanos, que simbolizaba el conocimiento y la razón.

Desde Grecia viaja el espíritu del sagrado fuego del Olimpo, recordándonos la grandeza de los Dioses y los humanos.  Encendiéndose siempre en donde sea la sede.

Los juegos olímpicos de TOKIO 2020, son sumamente especiales; primeramente porque se realizan en 2021 por la pandemia de Coronavirus; segundo porque no hay público, no hay aplausos, ni porras. Los deportistas están ahí a pesar de la pandemia, guardado altos controles sanitarios. 

810,000 japoneses han solicitado el reembolso de sus entradas para Tokio 2020, lo que representa el 18% del total de entradas vendidas hasta el momento para la justa deportiva. (Foto: especial)

Seguramente ninguno de nosotros imaginó ni en sueños, vivir lo que estamos viviendo: todo el mundo con el rostro cubierto. Hemos aprendido que aun detrás del tapabocas, se puede ver la sonrisa, los ojos lo dicen todo. El día de la inauguración, la alegría por poder estar ahí todos juntos, alrededor del milenario fuego sagrado, era enorme.

Zeus era el patrón de la hospitalidad y los invitados, presto a vengar cualquier injusticia cometida contra un extraño.  Era el vigilante de los juramentos. A los mentirosos que eran descubiertos se les hacía dedicar una estatua a Zeus, con frecuencia en el santuario de Olimpia. Zeus vigilaba los negocios en el ágora y castigaba a los comerciantes deshonestos.

 Era concebido como amontonador de nubes. Como Zeus Casio, honrado en el Monte Casio en Siria, con una fiesta anual. Era adorado en Pelusio, en Seleucia Pieria, en la isla de Delos y en la de Córcira. Lanzador del rayo. En su origen era considerado dios de la navegación.

 Era honrado en Atenas durante las fiestas memacterias en el mes Memacterió (aproximadamente noviembre) Zeus; libertador o portador de la libertad.

Las olimpiadas son un microcosmos, reflejo de lo que le rodea. Esto es en esta ocasión, más que evidente.

Como ejemplo está lo que sucedió con la patineta, que por primera vez participa como deporte.

La práctica de la patineta históricamente había sido contracultural, de jóvenes marginados, que, para la sociedad, eran vagabundos que “solo perdían el tiempo”.

Lo practicaban donde podían; escaleras, calles serpenteantes, esculturas, basamentos, donde pudiera rodar la patineta. El hecho de tenerse que apropiar de lugares no pensados para ellos, generó lo que ahora es conocido como “trucos”, como bajar una escalera por el barandal, o saltar en una banca, lo cual ahora es revalorizado. Así lo que antes era prohibido, ha pasado a ser un deporte valorado en las Olimpiadas.

Los skaters, fueron en su momento contestarios, contraculturales, que decidieron hacerse escuchar y hacer que el deporte que practicaban fuese aceptado y  reconocido mundialmente.

A tal grado ha llegado en Brasil y en el mundo, que una niña brasileña de tan solo trece años ganó la medalla de plata, y otra también de trece años de nacionalidad japonesa ganó el oro, otra más de dieciséis años, también de japón gano la medalla de bronce.

En Brasil de donde es originaria Rayssa Leal, hasta hace unos años, las patinetas eran sinónimo de pobreza y deterioro urbano, al grado que se prohibió su uso.  Hasta que una política de izquierda, como parte de su campaña, prometió hacer espacios para patinetas.

Al ganar la elección, cumplió lo prometido: hizo de la ciudad de Sao Pablo, un referente mundial de este deporte, donde el año pasado se jugo el campeonato mundial de skate, en el parque Cándido Portinari, el segundo en importancia en el mundo, con una pista de 830 metros cuadrados.

Fue en la última ejecución donde tiraron uno de sus mejores clavados dos vueltas y media. (Foto: especial)

Rayssa Leal, conocida como ‘Fadinha’ (Hadita), la skater que ha unido a Brasil, país afectado por una profunda polarización política.

“Mi sueño y el sueño de mis padres”, contó emocionada Rayssa, nacida en Imperatriz, en el Estado de Maranhão, donde sufrió sus primeras caídas y realizó sus primeros kickflips con su característico disfraz de hada.

“No hay futuro sin pasado. Si estoy aquí hoy es porque el skate brasileño tiene historia. Si estoy aquí hoy, al lado de otros 11 deportistas, es por todos los skater de la vieja escuela que hicieron que nuestro deporte llegara hasta aquí”.

Ciertamente no hay futuro sin pasado.

 ¡Por Zeus!