Análisis de sangre ayudaría a identificar complicaciones durante el embarazo

En pruebas realizadas con más de 100 mujeres, el análisis de sangre tuvo una precisión del 79%. (Foto: especial)

California, Estados Unidos.- Investigadores de la Universidad de California Los Ángeles (UCLA) y el Hospital Cedars-Sinai, en Estados Unidos, han desarrollado una nueva forma de detectar una complicación potencialmente mortal que puede ocurrir durante el embarazo, el trastorno del espectro de placenta acreta, que ocurre cuando la placenta crece demasiado profundamente en la pared uterina y no se desprende del útero después del parto, según publican en la revista Nature Communications.

Según información de proceso.com.mx, puede provocar una pérdida significativa de sangre durante el embarazo y el parto, lo que requiere transfusiones de sangre y cuidados intensivos, y puede provocar enfermedades e infecciones graves e incluso puede ser mortal para la madre. La afección ocurre en menos del 0.5% de los embarazos.

Actualmente, el trastorno del espectro de la placenta accreta se diagnostica mediante una ecografía en combinación con una evaluación de los antecedentes del embarazo de la madre. Por ejemplo, un parto por cesárea anterior y un historial de placenta previa, una afección en la que la placenta que cubre el canal del parto, puede indicar un mayor riesgo. Pero estos factores por sí solos no suelen ser lo suficientemente fiables como para detectar otros casos que no sean los más graves.

El nuevo análisis de sangre puede realizarse ya en el primer trimestre de embarazo, lo que permite derivar pronto a los médicos especializados en embarazos de alto riesgo. En pruebas realizadas con más de 100 mujeres, el análisis de sangre tuvo una precisión del 79% para confirmar la presencia de placenta acreta y del 93% para descartarla con un resultado negativo.

“La detección precoz y precisa de este problema obstétrico de muy alto riesgo puede mejorar en gran medida los resultados tanto para la madre como para el bebé”, afirma la doctora Yalda Afshar, profesora adjunta de obstetricia y ginecología de la Facultad de Medicina David Geffen de la UCLA, y coprimera autora del estudio.

“Dada la escasa fiabilidad de los métodos actuales de cribado de la placenta acreta, vimos la necesidad imperiosa de crear un cribado fácil de aplicar que pudiera realizarse al principio del embarazo en todos los entornos sanitarios, independientemente de los recursos de que dispusieran las pacientes”, añade.

El nuevo método utiliza una tecnología denominada “NanoVelcro Chip”, desarrollada durante los últimos 15 años por los doctores Yazhen Zhu y Hsian-Rong Tseng, profesores de farmacología molecular y médica de la UCLA. Creado originalmente para detectar células tumorales en personas con cáncer, el chip es un dispositivo del tamaño de un sello de correos con nanocables que son mil veces más finos que un cabello humano y están recubiertos de anticuerpos que pueden reconocer células específicas.

Para el nuevo estudio, los investigadores adaptaron el chip para que pudiera detectar las células de la placenta en la sangre de la madre que están relacionadas con el trastorno del espectro de la placenta acreta. Esas células, llamadas trofoblastos, aparecen en los primeros días del embarazo.

Cuando se analiza una muestra de sangre con el chip, los trofoblastos se adhieren a él y pueden detectarse al microscopio. Un recuento anormalmente alto de trofoblastos o un grupo de trofoblastos en la sangre indica un riesgo elevado de trastorno de placenta acreta.

“Ver un grupo de trofoblastos por primera vez fue como ver perlas brillantes — señala Zhu, uno de los autores principales del estudio–. Cuando vimos las células en el microscopio, nos pareció que teníamos una visión directa de la placenta en el embarazo en desarrollo”.

La doctora Margareta Pisarska, profesora de obstetricia y ginecología del Cedars-Sinai, añade que el enfoque multidisciplinar del equipo de investigación fue la clave del éxito del estudio.

“La eficacia de esta prueba y la solidez de nuestro trabajo se deben a la unión de expertos de muchas disciplinas, como obstetricia, nanotecnología, patología, ingeniería, química, microfluídica y bioestadística –subraya Pisarska, coautora del estudio–. La diversidad de nuestro equipo nos permitió crear una solución innovadora para mejorar los resultados maternos y neonatales”.

Los investigadores avanzan que ahora están explorando formas de perfeccionar la prueba para mejorar su precisión y fiabilidad.