No soy de derecha

Pocas veces he escrito a título personal mis análisis y opiniones, estimado lector pero en esta ocasión me veo obligado a hacerlo ya que un colega y amigo, profesor de la Facultad de Economía “Vasco de Quiroga”  de la Universidad Michoacana ha calificado mi trabajo periodístico y a mi persona  como de derecha, estos calificativos no los puedo aceptar ni pasar por alto si el profesor Ibrahim Santacruz  es una persona seria en términos académicos y políticos. Es legítimo que defienda por razones políticas y de aspiraciones a algún cargo dentro del gobierno de Alfredo Bedolla Ramírez, futuro gobernador de Michoacán.

El profesor Santacruz me hace esta crítica inaceptable más cuando él conoce mi trayectoria académica y política y en diversas ocasiones he colaborado con él en diferentes proyectos académicos y también conoce  que tenemos divergencias en el terreno político.

Mi trabajo periodístico así como mis opiniones están fundamentados en el derecho de la libertad de expresión y una formación teórica y política por muchos años desde mi juventud.

Siempre he sido una persona que ha militado en diferentes organizaciones de la izquierda revolucionaria en especial trotskista, durante cuarenta años milite en el Partido Obrero Socialista, del cual todavía soy simpatizante, también he estado en solidaridad con las luchas de los trabajadores y explotados tanto del país como a nivel internacional en diferentes momentos.

Esta trayectoria política me obligó a un estudio permanente de carácter teórico como práctico en diferentes momentos históricos.

En el ámbito académico me defino como un marxista, no obstante de haber estudiado economía y ciencias políticas entre otros estudios y de haber escrito más de veinte artículos en revistas especializadas y participado en congresos académicos nacionales como internacionales.

Conozco perfectamente la situación política y social internacional como nacional y un poco la local.

Con todos estos conocimientos fundamento mis análisis periodísticos, aunque cabe precisar que nunca he mezclado mi posición política hasta donde es posible con el trabajo periodístico y mucho menos en mi trabajo académico, aunque es muy difícil.

También he sido dirigente estudiantil y sindical en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo y hasta el día de hoy nadie me puede acusar de haber  traicionado a las personas que he representado.

Durante todas las transformaciones políticas en el país en cuarenta años he sido testigo de traiciones y oportunismo de todo tipo principalmente de aquellos compañeros que se reclamaron de izquierda.

Siempre he estado a favor de las transformaciones políticas de carácter democrático y enfrente en todos los terrenos al régimen político y autoritario del PRI.

Mis críticas han sido las mismas para los ex presidentes como Carlos Salinas, con su proyecto de modernización y su política monetarista-neoliberal como para Ernesto Zedillo, también apoyé la caída del PRI en el año 2000 cuando Vicente Fox ganó la presidencia de la república, porque fue un cambio histórico a pesar de que Fox encabezó un gobierno de derecha, pero el hecho político fue  que por medio de un proceso electoral se hecho  al PRI después de 71 año en el poder y que la mayoría de los ciudadanos se movilizaron para consumar una revolución democrática por la vía electoral.

Durante el fraude electoral de 1988 apoye las movilizaciones y para que Cuauhtémoc  Cárdenas convocara a la caída del PRI del poder, lo cual nunca sucedió lo que calificó como una TRAICIÓN al pueblo de México.

Cuando en 1989 Cuauhtémoc Cárdenas convoco a la formación del PRD y que muchas organizaciones de izquierda se sumaron a ese  proyecto,  inclusive una parte del Partido Revolucionario de los Trabajadores de tendencia trotskista, muchos compañeros me acusaron de ir contra la historia, pero mi posición fue que era un proyecto nacionalista burgués y que no abonaba a la transformación del régimen capitalista en el país.

Cuando en 1994 fue el levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, a pesar del método no lo condene y lo apoye  y en 2005 participe activamente en la Otra Campaña que encabezó el EZLN y el sub Comandante  Marcos como una alternativa para los trabajadores y explotados del país.

En el terreno electoral he participado tan solo en dos  campañas políticas, una en 1976 cuando Valentín Campa fue candidato por el Partido Comunista Mexicano y cuando Rosario Ibarra de Piedra fue candidata a la presidencia por el Partido Revolucionario de los Trabajadores, en las otras elecciones he anulado mi voto por considerar que ningún candidato ni partido representa los intereses inmediatos e históricos de la clase trabajadora.

De esta manera hoy López Obrador y su proyecto la 4T es un proyecto que obedece a los intereses norteamericanos y del capital global, así como a los militares que han reprimido al pueblo mexicano y que no combate al crimen organizado causante de miles de muertes y desaparecidos, ni que decir del fracaso para enfrentar la pandemia y la crisis económica y que su gobierno es fabricante de pobres.

Se puede agregar muchas cosas pero en el fondo el gobierno de López Obrador es una marioneta del gobierno norteamericano y de los grandes capitales y su proyecto de la 4T no tiene la intención  ni por equivocación lastimar a los grandes capitales del país, además de tratar de  reconstruir un régimen político autoritario a favor del capitalismo global.

Por todas las consideraciones anteriores no solo criticó el desempeño del gobierno de López Obrador   sino lo combatió, por ello afirmó que no soy de DERECHA, esto es una calumnia del profesor Santacruz.