Morenistas y perredistas: retratos de familia

Un secuencia gráfica que ilustra a los antiguos compañeros de ruta y hoy ubicados en bandos contrarios

Atrás del marco, el ocurrente gobernador del estado posa para las cámaras. | Agencia Comunicación Gráfica

Morelia, Mich.- Quién los viera, dirá más de uno al ver y repasar estas imágenes donde los otrora aliados hoy se dicen acérrimos enemigos políticos.

Como en casa, los pleitos no se cobijaron dentro, lograron salir y los rostros amables, vueltos carcajadas, hoy son de ceños fruncidos, expuestos ante una sociedad que se cuestiona, ¿cuál cambio, si son los mismos?

Y sí. Basta entrar a este desfile de imágenes para corroborarlo, cuando sólo faltan escasas horas para que la presunta nueva clase política destierre al villano de la película, Silvano Aureoles Conejo, y puestos, direcciones, dependencias menores o mayores, sean ocupadas por quienes desde hace más de una década figuran en el candelero político-partidista.

Carlos Torres Piña, hoy vocero del gobernador electo y legislador federal por Morena, Alfredo Ramírez Bedolla, fue dirigente estatal del PRD en el proceso interno que impuso a Silvano Aureoles Conejo como candidato a la gubernatura. Fidel Calderón Torreblanca, hoy legislador estatal por Morena, fue funcionario con Leonel Godoy Rangel (2008-2011), como secretario de Gobierno en el periodo en el que gobernaba quien ahora es diputado federal por el Distrito Electoral de Lázaro Cárdenas… por Morena, claro. 

Pero veamos las imágenes: ¿De qué se ríen tan plácidamente Leonel Godoy, Carlos Navarrete Ruíz (dirigente nacional del PRD) y Silvano Aureoles, con Raúl Morón a un lado, sin estar invitado al chiste? Tan disciplinados como perredistas, levantando su voto y en la misma fila, Silvano Aureoles, Carlos Torres Piña, Fidel Calderón Torreblanca, ah, y también Raúl Morón Orozco, entonces legislador federal.

Vaya esta otra, donde el mismo J. Ascención “Chon” Orihuela parece levantarle la mano a Silvano Aureoles tras el debate de los entonces candidatos a la gubernatura. Como que desde entonces se le daba a Silvano Aureoles la debilidad por el priísmo.

Igual los funcionarios del presidente priísta Enrique Peña Nieto, acompañaron la travesía de Aureoles. En la oleada de funcionarios federales de Enrique Peña Nieto, vemos a Miguel Ángel Osorio Chong, entonces secretario de Gobernación, saludar al mandatario estatal y lo flanquea en su toma de posesión en el 2015. También con el polémico secretario de Educación peñista, Aurelio Nuño Mayer, quien fracasara en Michoacán en su empeño por imponer la Reforma Educativa, votada en el Congreso de la Unión con el apoyo de… Silvano cuando era legislador federal, antes de su candidatura.

Igual con Agustín Carstens, aquel secretario de Hacienda y director del Banco de México, que dijo que la crisis económica en los Estados Unidos era un “resfriado” para México, o mandando besitos desde el balcón central de Palacio acompañado ni más ni menos que de Salvador Cienfuegos, entonces titular de la Secretaría de la Defensa Nacional y acusado por Washington de proteger a narcotraficantes.

Caras, pucheritos, carcajadas. Vaya, todo era pan sobre hojuelas o así lo parecía. Hasta los últimos tiempos, en la imagen con el presunto independiente Alfonso Martínez Alcázar, quien después de una primera gestión como alcalde en el trienio 2015-2018, ahora vuelve al cargo pero bajo las siglas del PAN y del PRD y a cuya administración el gobierno silvanista en el filo de su despedida le ha donado un predio… a lo que se oponen los regidores morenistas.

Vaya revolturas, como en las mejores familias.