Atlanta, a una victoria de la final de Conferencia

Atlanta pudo timbrar en el segundo capítulo, un error poco común mantuvo el cero. (Foto: especial)

Atlanta tiene anestesiado a Milwaukee, como si de un déjà vu se tratara, volvieron a blanquearlos y les repitieron la pizarra. 3-0 se impusieron unos Bravos que lucen en comando de la Serie Divisional, han pasado 19 innings desde la última vez que sus rivales lograron hacerles daño.

Según Esto en línea, una vez más, los serpentineros dominaron las acciones, en ninguna serie se han visto tan herméticos los lanzadores como en el duelo que han protagonizado los campeones de las divisiones Este y Central del Viejo Circuito.

Atlanta pudo timbrar en el segundo capítulo, un error poco común mantuvo el cero. Travis d’Arnaud pegó un elevado de sacrificio lo suficientemente profundo para que Austin Riley anotara, sin embargo, antes de que llegara a la registradora prendieron a Adam Duvall en la segunda base. El peculiar double play terminó la amenaza.

Freddy Peralta se metió en problemas una ocasión más cuando Duvall le pegó un triple, aun así, logró colgar la argolla. Si bien apenas tenía 57 lanzamientos, el capataz Craig Counsell sólo le dio cuatro capítulos de trabajo.

Su reemplazo echó abajo la labor del dominicano. Después de empezar el quinto rollo con sencillos consecutivos, Joc Pederson detonó su segundo cuadrangular de la serie, el batucazo se llevó por delante a un par de compañeros. Fue todo lo que necesitaron los Bravos.

La frustración por anotar comenzó a invadir a la alineación visitante, Ian Anderson se alimentó de esa sensación para dominarlos desde el montículo.

Lo más cerca que estuvo de recibir daño fue cuando tuvo hombres en las esquinas e igual consiguió salió ileso. Daniel Vogelbach pegó un batazo corto que le permitió a Austin Riley eliminar al mexicano Luis Urías.

El nacido en Magdalena de Kino tuvo una tarde sin generar peligro, se quedó en blanco durante sus tres turnos al bat.

Ante el bullpen continuó la tendencia, Milwaukee siguió inoperante con el madero. Su última amenaza llegó en el octavo capítulo.

Lograron colocar a dos corredores por las colchonetas, la esperanza se desvaneció en un parpadeo. A Willy Adames le tomó seis disparos embasarse, a Christian Yelich, uno en batear otro double play. A los Cerveceros se les acaba el tiempo en la postemporada para recordar cómo fabricar carreras.