SINDICALISMO CRÍTICO NICOLAITA: Suficiencia presupuestaria, reforma y desagravio

En días pasados, se anunció que el paquete económico que envió el Ejecutivo estatal al Congreso del Estado para 2022 contempla un incremento del 12 por ciento en el presupuesto de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), lo cual representaría casi 362 millones de pesos más de presupuesto para la Máxima Casa de Estudios del Estado, que de acuerdo con el propio Alfredo Ramírez Bedolla pasaría de 3 mil 33 millones de pesos a 3 mil 395 millones de pesos.

Con información obtenida de la tesorería de la UMSNH, del portal de transparencia de la SEP sobre el subsidio a Universidades Públicas Estatales y otras fuentes oficiales de la UMSNH, desde 2013 se comenzó a disminuir el presupuesto de la UMSNH y a partir de 2018 se comenzaron a requerir recursos extraordinarios por el orden de los 500 millones de pesos, situación que dio pie al condicionamiento de los recursos a cambio de la modificación de la Ley Orgánica, específicamente a lo que se refiere al sistema de jubilaciones y pensiones.

Sin duda uno de los factores que más contribuyó a menguar el presupuesto de la Casa de Hidalgo, y a la vez a anular la presencia e influencia de la UMSNH en el estado, fue la llegada a la gubernatura de Silvano Aureoles, quien le dejó de suministrar a la UMSNH hasta $6,806’631,388 (Seis mil ochocientos seis millones seiscientos treinta y un mil trescientos ochenta y ocho pesos), que sumados a los poco más de 440 millones de pesos pendientes al 30 de septiembre de 2021, darían un faltante de poco más de siete mil millones de pesos.

La actitud de los rectores del periodo de Aureoles fue otro de los factores para que el gobernador lograra sus fines. El doctor Medardo Serna González, rectificó al final sobre los riesgos de mantener una actitud entreguista frente a los deseos del insensato Aureoles y el 9 de mayo de 2018 se pronunció públicamente por dotar de presupuesto suficiente a la UMSNH, por el respeto a la autonomía y a los derechos laborales adquiridos por sus sindicatos y organizó una marcha para evitar la aprobación de una reforma unilateral por el Congreso del Estado sobre le Ley Orgánica e hizo entrega al mismo de un documento en el que se manifestaba el derecho a la autonomía universitaria, el rechazo a toda modificación unilateral a su Ley Orgánica o a lo establecido por los Contratos Colectivos de Trabajo. Asimismo señaló que la Universidad Michoacana fue castigada, de manera dolorosa, con reducciones presupuestales, sin reconocer la necesidad de otorgar un presupuesto suficiente y oportuno para que cumpliera con sus funciones sustantivas y el compromiso social y que se tenían compromisos laborales que habían sido reconocidos y que dejaron de reconocerse a partir de 2013.

Sentenció que “quien no conoce a la Universidad, su historia, quien no apoya la educación está en contra de Michoacán”. “Es pilar fundamental para el desarrollo de Michoacán, es un bien público, de todos los universitarios y nos vamos a unir en la defensa de la Universidad Michoacana, por diversos motivos, se otorgaban recursos extraordinarios para hacer frente a sus obligaciones que son de manera importante y total, obligaciones del estado michoacano y el estado Mexicano.”, dijo. Asimismo, se pronunció por el establecimiento de una agenda conjunta entre la Casa de Hidalgo y los poderes Ejecutivo y Legislativo, pues todos estos son responsables de la educación superior en el Estado.

En cambio, Raúl Cárdenas Navarro fue incondicional de Aureoles Conejo y se constituyó en verdugo de los trabajadores universitarios al atropellar sus derechos e imponer de manera ilegal una reforma al sistema de jubilaciones y pensiones, entrometiéndose en la vida sindical al obligar a los trabajadores a migrar de sindicato y mantener a un Comité Ejecutivo revocado para negociar los derechos de los académicos, imponerse implacable en contra de sus adversarios a través de las rescisiones de contrato, disminución de estímulos, amenazas desde el jurídico y hasta solicitar la presencia de los grupos de operaciones especiales en las manifestaciones de los académicos. Es decir, comulgó sin chistar con el inmoral “estilo de gobierno” de Aureoles.

Por su parte, los universitarios en diversos pronunciamientos emitidos durante ese gris periodo de la historia reciente de Michoacán, mantuvieron los señalamientos sobre las verdaderas causas del déficit en el presupuesto universitario, pues frente a las versiones que manejaron los rectores anteriormente mencionados, el gobernador Silvano Aureoles, representantes del gobierno federal y otras voces insistiendo en que ese el régimen jubilatorio era la principal causa el déficit, estos reclamaron la falta de transparencia en el manejo de los recursos, los evidentes y dolosos recortes del presupuesto, la falta de reconocimiento del gasto derivado del bachillerato nicolaita, el exceso y caos en la contratación de personal, la falta de inclusión en el presupuesto de los albergues estudiantiles, una inadecuada estructura burocrática, entre otras.

Asimismo, señalaron, como también lo hizo Medardo Serna, que es obligación del Congreso del Estado acatar el principio de progresividad que le prohíbe emitir actos legislativos que restrinjan o reviertan los derechos ya consagrados en la carta magna, que se deben salvaguardar los derechos laborales, ya que son constitucionalmente irrenunciables, por lo que al no hacer partícipe a la comunidad universitaria de cualquier modificación a la Ley Orgánica se violentaría el estado de derecho, la autonomía universitaria y las garantías consagradas en los ordenamientos jurídicos, producto de luchas y procesos históricos.

Si se ha de insistir en el planteamiento de una reforma a la Ley Orgánica, para ello se habrán de tomar en cuenta estas consideraciones, más la democratización en la elección de las autoridades y la búsqueda de consensos entre los intereses de los gobiernos y poderes, los derechos humanos y laborales de los universitarios y las necesidades del pueblo michoacano, partiendo de un código de ética y una deliberación respetuosa, franca, abierta, propositiva y fundamentada, sin caer en las burdas situaciones propiciadas por Aureoles Conejo, secundadas por los rectores y comités sindicales comprometidos únicamente con sus intereses personales.

Si bien es cierto la autonomía en realidad se define por la resultante de las fuerzas entre el gobierno del Estado, la sociedad, la comunidad universitaria y otros sectores, también lo es que el peso que la visión y valores que tiene el Ejecutivo estatal pueden representar una ventaja o desventaja para el destino de la UMSNH, como históricamente se ha visto. Por ello, no es raro que los agremiados al Sindicato Único de Empleados de la Universidad Michoacana (SUEUM) y al Sindicato de Profesores de la Universidad Michoacana (SPUM), hayan reconocido la iniciativa del Ejecutivo estatal y se hayan pronunciado por apoyarla, aun cuando no se desconoce que en la presente legislatura persisten diputadas y diputados que en periodos anteriores le avalaron a Silvano Aureoles muchas de sus nocivas iniciativas y que aquellos, de los grupos opositores al gobierno electo, no vieron con buenos ojos el incremento al presupuesto de la UMSNH e incluso hablaron de recortarlo aún más.

El incremento presupuestario dará un respiro a las familias de los trabajadores nicolaitas, pero también se espera que los señalamientos en contra de Aureoles Conejo y los funcionarios que se prestaron al desfalco, a sus insensatos caprichos y al desvío de los recursos destinados al pago de los trabajadores de la Educación, como se ha hecho evidente en la propia UMSNH y otras instituciones de educación superior en el marco de la Coalición Estatal de Sindicatos y Trabajadores de Educación Superior (CESTES), y los de los hallazgos que resulten en otros sectores, sean castigados, pues las familias michoacanas y la comunidad universitaria demandan el desagravio que sólo es posible a través del castigo a las fechorías de malos servidores públicos y así dar ejemplo y evitar la impunidad.