Morelia, Mich.- No obstante que desde hace 14 meses, productores campesinos han demandado a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) su intervención para detener el saqueo de agua por parte de la empresa empacadora Driscolls, la dependencia federal no ha dado respuesta a su denuncia.
Campesinos de Huiramba, Lagunillas, Pátzcuaro y Tzintzuntzan, denunciaron la semana anterior que la empresa citada hace uso desmedido del agua y crea depósitos clandestinos sin que sea la concesionaria del Distrito de Riego, sino que la misma es de los campesinos y a quienes sin embargo se les limita el suministro al aducir que hay “veda”.
El 2 de diciembre, luego de una rueda de prensa, los campesinos se dirigieron a la Comisión Nacional del Agua, donde el director local Eliseo Villagrana, les señaló que se han realizado diez inspecciones en el circuito señalado, aunque su denuncia interpuesta desde hace más de un año no tuvo respuesta y en la que demandan se detenga la construcción de “ollas de agua” de hasta cuatro hectáreas de diámetro por parte de la transnacional.
Otra reunión fue con la Secretaría del Medio Ambiente, Cambio Climático Desarrollo Territorial (Semaccdet), donde entre varios acuerdos, se consideró “nuestra propuesta de tipificar como delito ambiental los cañones antigranizo como ya sucede en otros estados (Puebla, Colima, Jalisco, SLP), de atender la contaminación con agrotóxicos, y actualizar el reglamento a la ley ambiental para que regule la agricultura de invernadero que no está regulada, así como buscar que se tengan las facultades para regular el cambio de uso de suelo y contener el acaparamiento de tierra y agua que está realizando los agronegocios”.
De acuerdo con los campesinos, en 900 hectáreas se extiende la producción de fresa y aguacate de Driscolls, con el desplazamiento de cultivos tradicionales y la contaminación con el uso de agrotóxicos y el recurrir a la mano de obra infantil, además del uso de vigilancia amada que ellos denominan “guardias blancas”.
Desde hace cinco años, afirmaron, inició el desplazamiento del cultivo de fresa y aguacate, con la intervención de la empacadora transnacional, la que opera en tierras arrendadas a ejidatarios hasta por 12 años.
