La importancia de la oralidad estriba en el modo de la comunicación verbal a través de sonidos producidos por la voz humana y percibidos por medio del oído, pero donde la vista y la mente juegan un papel importante; en los distintos espacios donde se realizan acciones de oralidad, sobre todo en los centros escolares, auditorios, las plazas públicas, incluso en las playas, las enramadas, los jardines, en las explanadas de las unidades habitacionales, ahí mismo donde niños, niñas, adolescentes, jóvenes, incluso adultos y adultos mayores, a través de metodologías de aprendizaje dialógico logran captar los intereses de las reflexiones orales que se presentan por los expertos.
En estos últimos años, se han desarrollado diversas actividades sobre la oralidad, destacando los cuentacuentos, que permiten detonar la imaginación de la niñez, pero también de los adultos, eso me refería el maestro Alfredo Miranda de Uruapan, servidor público comprometido con la educación y generoso humano.
En noviembre, se desarrollan diversos festivales de Cuenta Cuentos en Michoacán, los cuales tienen un componente internacional, que, acompañados de cuentacuentos mexicanos hacen complementariedad, situación que apertura una gran posibilidad de construir presentaciones universales, cuyas narraciones, exposiciones, la utilización de simbolismos y otros elementos resignifican el contenido del cuentacuentos en escena.
De esta manera, desde hace una década, llegó el Festival Internacional de Cuenta Cuentos de Lázaro Cárdenas, organizado, diseñado e instrumentado por su director Sergio Omar García, un promotor cultura que abrió para unificar la cultura de la costa michoacana y que sigue trabajando el desarrollo humano desde lo social, en este festival nos formamos muchos otros cuentacuentos que tuvimos la oportunidad de mantener viva la esperanza de incidir en procesos formativos de la población para la creación y desarrollo de la conciencia.
Del festival en comento, abrevaron la creación de dos festivales más, uno en el oriente de Michoacán, y otro más, el Festival Internacional de Cuenta Cuentos por la Inclusión que dio inicio en este 2021, y que tuvo una conformación regional, inicio en Morelia, luego Uruapan y concluyó en Apatzingán, mismo que fue diseñado por quien esta nota escribe y que fue abrazado por la institución noble, generosa y que reconoce como principio la dignidad humana y los derechos humanos y libertades, el Consejo que impulsa la política pública antidiscriminatoria de estado, a quien siempre agradeceré.
Así, el Festival por la inclusión, se suma a diversas actividades y acciones que se realizan por parte de las organizaciones de la sociedad civil y por las instituciones en un proceso que permite dar congruencia no solo a las normativas, estructuras operativas, o bien, a el diseño de política pública, sino que es una acción para la creación y desarrollo de la conciencia de los individuos.
La inclusión, vista desde la operatividad de un diseño curricular, nos convoca a la comprensión de la inclusión social como un “proceso que asegura que aquellas personas que están viviendo, o en riesgo de precariedad, pobreza, exclusión social, o derivado de procesos de violencia o discriminación, tengan las oportunidades y recursos necesarios para participar completamente en la vida económica, social y cultural disfrutando de las condiciones que respeten su dignidad y derechos humanos y libertades”.
Por ello, el Festival por la inclusión, tuvo como propósito impulsar un modelo de atención a la niñez, y desde esa perspectiva tomar tres grupos sociales que viven situaciones que pueden generar vulnerabilidad.
En el evento de inauguración, realizado en el Centro de Rehabilitación y Educación Especial (CREE), la directora Malena Silva Montes, expresó su satisfacción por permitir dar inicio al Festival con la niñez con discapacidad, lo que refuerza la importancia de seguir fortaleciendo la política pública de atención a las personas con discapacidad. Por su parte, Gerardo Herrera, mencionó el compromiso de continuar trabajando con responsabilidad a favor de los grupos en condición de vulnerabilidad, brindando la oportunidad de acceder a la cultura de la igualdad sin opresión.
En este sentido en el CREE, se trabajó con niños, niñas y adolescentes con discapacidad, teniendo su escenario en el auditorio “Inclusión” que dirige la directora Silva Montes; por otro lado, se asistió a Villas del Pedregal, para trabajar con la niñez que viven en condiciones de vulnerabilidad, el espacio ocupado fue la explanada del segundo Extra, y se atendió el evento por los liderazgos: Isidro Vieyra y Francisco Garcidueñas de Ecovi y Cobinam. En ambos espacios los cuentacuentos hicieron importantes presentaciones para atender a los asistentes, quienes al finalizar aplaudieron de manera insistente.
Por otro lado, se atendieron a niños y niñas y adolescentes en la colonia Rio Volga (a un lado del Parque Urbano Ecológico de Uruapan), de Uruapan, acciones coordinadas con el H. Ayuntamiento de Uruapan y sus autoridades municipales y el centro escolar de la colonia y el liderazgo de Pedro Cantú y el profesor Alfredo Miranda, la señora Silvia Pardo, entre otros. Rescato el gran cariño con que fueron recibidos el personal y creativos, y el asombro de los cuentacuentos, al haber generado el personal de la escuela, un escenario para que los dos cuentacuentos pudieran tener un espacio donde desarrollar las técnicas artísticas; finalmente, en Apatzingán se llevó a cabo el evento en el centro escolar Andrés Quinta Roo de la zona suburbana, siendo atendida por los líderes locales.
Las funciones fueron desarrolladas por cuentacuentos que, desde Chile y Morelia, y asesorados por profesionales de Venezuela y México, lograron trabajar en equipo dando el mejor esfuerzo en este Festival Internacional de Cuenta Cuentos por la Inclusión. Por ello, se agradece a Fabri, Pedro, Emily Stephanie, Mar, Fortino y, Sergio Omar, Normary y Gerardo Andrés por su intervención y de personas sensibles y generosas que apoyaron siempre, Hugo y Dulce, Alejandro y María Inés. Hoy, hay tres nuevos cuentacuentos, Pedro Chávez, Fanny Medina y Fortino Díaz.
Las narrativas de los cuentos versaron sobre temas de compromiso con el cuidado de la naturaleza, la igualdad, la libertad y el respeto a la dignidad humana y el libre desarrollo de la personalidad, que abrazados con la esperanza constituyen elementos que permiten reconocer en las diferencias que unos y otros somos iguales, que igualmente nos enseña que soñar nos permite también vivir, y finalmente que en una colectividad todos somos iguales, por lo que debemos trabajar por que todos y todas y todes, tengan voz, valor y poder.
Concluyó el Festival en Uruapan, ahí las autoridades municipales expresaron su reconocimiento a quienes desarrollaron el proyecto y agradecieron que el 2022, pueda dar continuidad dicho evento. Por lo que las conclusiones son contundentes: se convoca desde las artes para reconstruir tejido social; el trabajo se da reconociendo la diversidad social y cultural y de género; se atienden a diversos grupos sociales en discapacidad, vulnerabilidad; el evento toco diversos municipios y colonias; se trabajó en espacios institucionales y espacios públicos; la niñez demanda nuevos momentos culturales y agradecen este ejercicio del Primer Festival Internacional de Cuenta Cuentos por la Inclusión.
Gracias a todos los que se sumaron, a este esfuerzo, gracias Male, gracias Paco e Isidro, gracias Pedro, Alfredo, Silvia, Cruz, así como a Michel gracias; también el reconocimiento para las autoridades de Uruapan, profesor Ignacio Campos y Apatzingán José Luis Cruz Lucatero, gracias al Consejo de la Ciudad de Morelia, y al Consejo que impulsa la política antidiscriminatoria de Michoacán.
